MURCIA. María José Ros Olivo (Cartagena, 1976) se muestra convencida de que Ciudadanos seguirá vivo la próxima legislatura. "Vamos a ser la sorpresa el 28 de mayo", sostiene, exultante. "Y daremos mucha caña en la Asamblea Regional", apostilla. Por dedicación no será. La candidata a la Comunidad, que lidera el partido desde 2021, está volcada en esta campaña, su primera al frente tras muchos años defendiendo la camiseta naranja en la trastienda. Acepta esta entrevista con Murcia Plaza a caballo entre preguntas personales y cuestiones estrictamente políticas. Ella, dice, no se siente una política al uso. No le gusta porque no quiere hacer carrera como los "políticos profesionales". Al contrario, "esto es una etapa de mi vida, que por vocación daré lo mejor de mí misma, pero tiene un tiempo limitado".
-¿Quién es María José Ros Olivo?
-Soy mujer, madre y arquitecta de profesión y vocación. Ahora estoy en política por mis dos hijos.
-¿Por sus hijos?
-Quería cambiar las cosas para ellos. Me di cuenta de que no podía seguir quejándome y que tenía que hacer algo. En 2015 Ciudadanos me atrajo mucho: era un discurso fresco, con un lenguaje cercano y con propuestas innovadoras. Vi otra manera de hacer política.
-¿Qué edad tienen sus hijos?
-Tienen 11 y 13 años. Pero cuando empecé eran muy pequeños. Me afilié por ellos, para cambiar el futuro, pero ellos son los grandes perdedores de que su madre esté en política. Me ven poco. Saben que los fines de semana no siempre puedo hacer lo que querríamos porque tengo responsabilidades.
"se ha hecho limpieza: ahora tenemos a los mejores, a la gente comprometida"
-¿No para tampoco en fines de semana?
-Siempre he sido responsable. Para que la gente del partido te siga, tengo que estar yo la primera. Si no estoy, ellos no me van a seguir. Yo empecé en las bases, desde abajo, en 2015. Me ilusioné muchísimo. Hay candidatos que te dicen que si no aparecen en las listas, no se involucran. Pero yo en las anteriores elecciones lo di todo sin estar en ninguna lista. Siempre he trabajado gratis, ayudando, como ahora, que tampoco cobro nada. Yo me he dejado el tiempo, el dinero y la vida en Ciudadanos.
-¿Se puede conciliar política y familia?
-Es muy difícil. Tengo la suerte de que en mi casa mi marido y yo somos fifty-fifty, aunque él ahora aporta mucho más del 50%. En los últimos meses él hace un esfuerzo extra.
-¿Cómo va a pasar el Día de la Madre?
-Por la mañana tengo la presentación de Ciudadanos de Cartagena y un acto con los medios para anunciar una serie de medidas. Voy a intentar comer con mi madre, que vive en Cartagena. Y por la tarde quiero escaparme y centrarme en mis hijos. Aunque el lunes tengo una entrevista importante y quiero prepararla bien.
-Nació y se crio en Cartagena, pero vive en el barrio del Carmen de Murcia. ¿Es usted cartagenera o murciana?
-Me siento aljorreña, porque viví en La Aljorra hasta los diez años, y me siento cartagenera, porque mis padres, mi familia y mis amigos de toda la vida residen allí. Viví en Cartagena hasta los 18, hasta que di el salto a Alicante para estudiar Arquitectura. Conocí a un murciano y empezamos a vivir en Murcia. Me siento cartagenera, murciana y española. Me siento de todos los sitios.
"votar al PP es votar a Vox; votar al PSOE es votar a Podemos"
-¿A qué dedica su tiempo libre?
-Madre mía... [suspira]. Echo de menos dormir. Me gustaría tener tiempo para dejar el móvil en algún sitio e irme con mis críos y mi marido a un sitio tranquilo para desconectar. Pero no tengo tiempo. Me gustaría volver al gimnasio y hacer más deporte; me gustaría sobre todo compartir más tiempo con mi familia.
-¿Da vértigo la política?
-Da un poco de vértigo. Ahora estoy más concienciada de dónde estoy. Cuando el partido me ofreció [en 2021] ser la coordinadora regional y luego presentarme a las primarias para ser candidata, sentí el vértigo. Yo de pequeña nunca he dicho que quería ser política. Pero estoy muy contenta y muy orgullosa, y voy a darlo todo por cambiar la Región de Murcia.
-¿Está mal vista la política?
-Yo me apunté porque quiero cambiar las cosas. Hay que comprometerse. O haces la política o te la hacen. Ahora mismo los políticos no están bien vistos. Yo creo, sin embargo, que es una vocación de servicio público absoluta y requiere tanta intensidad y tanto tiempo que es imposible que te puedas dedicar a ella toda la vida. Lo normal es dedicar una época de tu vida, haciéndolo lo mejor posible. Pero hay un tiempo limitado. Los políticos profesionales no hacen bien a la Región. Se tienen que acabar.
-¿Por qué se tienen que acabar los políticos profesionales?
-La mejor manera de atajar los problemas es habiéndolos sufrido antes. Un político que lleva desde los 18 años metido en Nuevas Generaciones o en Juventudes, que va pasando de cargo en cargo toda su vida, no sabe lo que es una entrevista de trabajo. No sabe lo que es que te rechacen, no sabe lo que es levantar un negocio o cerrar una persiana. Tienes que estar en contacto con la realidad: tener un jefe o ser tu propio jefe con empleados para saber lo que se siente para mantener un negocio.
-¿Cuál ha sido su mayor alegría desde que está en Ciudadanos?
-Me emocioné mucho cuando me presenté a las primarias y mis compañeros me apoyaron de una manera abrumadora. Para mí fue un orgullo. Los compañeros han valorado que soy una más, como ellos, y me han visto currar muchísimo. Estoy muy agradecida.
-¿Qué le quita el sueño?
-Muchas cosas. Me lo quita hacer una campaña y que el proyecto de Ciudadanos llegue a la gente. Es la primera campaña que me enfrento como candidata, son muchas decisiones que se toman por primera vez. Somos un partido pequeño y yo hago de todo, no tengo 20 personas que me hagan las cosas. Esto me tiene que servir para cuando salga de la política, porque es un máster en aprendizaje. También me quita el sueño que todos vayamos a una y que el engranaje de los municipios funcione.
-¿Le ponen nerviosa las encuestas?
-No, no me ponen nerviosa. Qué va, para nada. Hay encuestas que respeto más y otras, menos. Pero nuestra estrategia no se basa en las encuestas. Al contrario. Tenemos muy claro lo que queremos hacer con la Región de Murcia. Lo damos todo, con independencia de si nos conceden uno, dos o cero escaños.
"No tenemos socio preferente para pactar: sólo miraremos el programa"
-¿Va a desaparecer Ciudadanos el 28 de mayo?
-No, no va a desaparecer. Estoy convencida de que el 28 de mayo vamos a tener voz en las principales instituciones. Vamos a sacar concejales en muchos municipios y en la Asamblea Regional espero estar acompañada de mi número dos, mi compañero Andrés [Álvarez de Cienfuegos]. Queremos tener por los menos dos diputados para que demos caña y demostremos para qué está Ciudadanos en la Región.
-¿Qué piensa cada vez que escucha el latiguillo de que se va a morir Ciudadanos?
-Es una frase electoralista para intentar ganar votos, para dar a entender que el voto útil es otro. Pero el voto útil es Ciudadanos. Ahora mismo votar al PP es votar a Vox; votar al PSOE es votar a Podemos. Ciudadanos es el único capaz de sentarse y llegar a acuerdos con los grandes partidos, poniendo cordura a la política murciana. Por eso tenemos que ser decisivos.
-¿Van a ser la sorpresa de las elecciones?
-Vamos a a ser la sorpresa. Sobre todo porque hay muchos partidos que quieren trasladar a la opinión pública que este partido está muerto. Vamos a dar mucha caña. Vamos a remontar y a sacar representación.
-¿A quién cogería antes el teléfono: a Miras o Vélez?
-Pues se lo cojo mucho antes a mis compañeros de Ciudadanos [ríe]. Los dos son absolutamente iguales. Y les respeto, tanto a Fernando como a Pepe. Me sentaré con ellos y no cerramos la puerta ni vetamos a nadie. Son partidos importantes y por tanto tienen mucho apoyo de los ciudadanos de la Región.
-¿Y a José Ángel Antelo (Vox) o a María Marín (Podemos IU)?
-A los dos. El teléfono se lo cojo a todo el mundo.
"Lo único que quiere Vox es no dar palo al agua y pisar moqueta"
-¿Con quién no pactaría nunca?
-No voy a llegar a acuerdos de gobierno con los extremos. Ni con Podemos ni con Vox. Estamos en las antípodas. Lo único que quiere Vox es no dar palo al agua y pisar moqueta. Es gente que ha demostrado que no le gusta trabajar. Sus políticas son antagónicas a Ciudadanos, en cuanto a derechos y libertades, y la sensibilización con el medio ambiente. Son muy populistas. Y sobre Podemos, no tenemos mucho que ver con las personas que defienden la 'okupación' o que no les importa sacar violadores a la calle. Pero, para hablar, yo me siento con todos.
-¿Ya no hay socios preferentes en Ciudadanos?
-No hay socio preferente. Sólo hay programa, programa y programa.
-Como Anguita.
-Es una frase que siempre me ha gustado mucho. Pactaremos acuerdos en base a las propuestas e ideas con cualquiera de los dos partidos.
-¿Qué es lo primero que haría si llegara al Gobierno?
-Encargaría una auditoría de gasto público para saber en qué se gasta el dinero que pagamos con nuestros impuestos. En esta Región no hay transparencia.
-¿La mayoría de los votantes de Ciudadanos son de derechas?
-Son personas que entienden que sin Ciudadanos, se quedarían huérfanos. Nunca van a apoyar la corrupción del PP. Los votantes de Ciudadanos son moderados, quieren que nos entendamos, que no estemos a gritos y que lleguemos a acuerdos. No quieren el 'y tú más', algo que ha vuelto con la guerra partidista del agua. Es gente que está harta de los políticos de siempre, de los casos de corrupción y de que nunca cambie nada. Es gente informada, valiente e inconformista.
-¿Por qué muchos dirigentes de Ciudadanos se han ido al PP?
-Se van por sus intereses. Estaban en un partido por un sueldo y al ver que las cosas no van bien, o el partido no cuenta con ellos o bien porque otro te pone encima de la mesa un futuro y un sueldo... venden sus valores y sus principios. No entiendo que se vayan al PP, con la corrupción en su ADN. No entiendo que se vaya alguien que está en Ciudadanos y aboga por regular el aborto, la prostitución o la gestación subrogada, y la defensa de los derechos individuales por encima de los colectivos para que nadie te diga lo que tengas que hacer, como en el caso de la mujer con su cuerpo, por ejemplo.
-¿Le da muchas vueltas a la fallida moción de censura?
-No, ninguna. El partido se refundó. Y estamos ahora mismo en nuestro mejor momento.
-¿Qué ha cambiado en Ciudadanos?
-Han cambiado los equipos. Ahora hay un objetivo y hemos vuelto a nuestros orígenes. Sobre todo se ha limpiado: ahora tenemos a los mejores, a la gente comprometida. Los que venían por otros motivos ya se han ido.
-Complete la frase: ¿El Gobierno de Miras es…?
-Ineficaz.
-¿Y el de Sánchez es...?
-El peor Gobierno que podemos tener.
-¿Quién es su referente en política?
-Adolfo Suárez. Él refleja el diálogo, la generosidad y la capacidad para llegar a acuerdos. Estamos aquí gracias a él.
-¿Quién es el mejor político de la Región de Murcia?
-María José Ros.
-¿Y el peor?
-No voy a decir uno.
-¿Con qué político rival se iría de copas?
-Nunca me he ido de copas con alguien de otro partido. Me voy siempre con los mismos. Somos amigos, somos una familia en Ciudadanos. Nos apoyamos mucho más allá de las cuestiones políticas. No obstante, sí que me iría de copas con cualquier otro político.
-Dicen que los peores enemigos en política son los compañeros del partido...
-Eso dicen. Pero yo tengo la fortuna de tener amigos en política y en este partido. Pase lo que pase, seguirán siendo amigos. Aunque es verdad que hay gente de dentro que te decepciona porque se muestran desagradecidos.
-¿Cómo definiría a Albert Rivera?
-Un líder indiscutible, muy buen político y un extraordinario orador. Muchos estamos aquí por él. Nos enamoró.
-¿E Inés Arrimadas?
-Es una mujer extraordinaria. Es una tía que tiene las cosas muy claras. Y una oradora fantástica, hace unos discursos brutales en el Congreso. Es una de las mejores políticas de España.
"He echado de menos a Miguel Sánchez en el partido"
-Ya que nombra al Congreso, la otra voz de Ciudadanos en el Parlamento es murciana. ¿Qué opina de Miguel Sánchez, el portavoz parlamentario en el Senado?
-No tengo mucha relación con él. Él está en el Senado, y yo aquí. Está un poco alejado, hace tiempo que puso el intermitente para irse a casa. Hace muy buen papel en el Senado y estoy muy contenta con su trabajo, defendiendo siempre los intereses murcianos. Pero le he echado mucho de menos en el partido. A él y a otros compañeros.
-¿Lee los tuits de Ana Martínez Vidal?
-Me tiene bloqueada en Twitter.
-¿Qué canción se pone en momentos de bajón?
-Me estoy dando cuenta de que soy más fuerte de lo que parezco. Soy muy resiliente. Siempre me gusta ponerme en el coche a Viva Suecia, por su buen rollo total, y Arde Bogotá.
-¿Qué libro tiene en la mesita de noche?
-Anoxia, de Miguel Ángel Hernández.
-¿Ha leído el libro de Fran Hervías?
-No.
-¿Le despierta curiosidad?
-¡No!
-¿Tiene algún ídolo?
-No sé... [duda]. Bueno, Carlos Alcaraz lo es. Nunca nos lo perdemos en casa cuando juega. Pero no hay una persona que me fascine muchísimo.
-¿Alguna vez pidió un autógrafo?
-Sí, en conciertos de U2. También al propio Carlos Alcaraz. Sobre todo a grupos de música. Me encantaría tener tiempo para ir a festivales y conciertos. Me cargan mucho las pilas. Y en los conciertos no se puede usar el móvil.
-¿Detesta el móvil?
-Es un poco atadura. Me gustaría estar más libre.
-¿Tiene alguna manía?
-Ceno mucho por las noches. Durante el día como poco.
-Y la pizza, ¿con o sin piña?
-Con piña, sí.
-¿Dónde se pierde en la Región?
-En la Cresta del Gallo.
-¿Cuándo fue la última vez que lloró?
-Por mi padre. Padece alzhéimer.
-¿Qué es lo que nunca perdonaría?
-No soy rencorosa. Soy capaz de asimilar las cosas negativas. Pero reconozco que una traición o una mentira de alguien muy cercano me costaría trabajo perdonarla.
-Por último, ¿va a poner otra vez el cartel gigante que tanto ruido ha generado?
-Vamos a hacer cositas con el cartel...