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proyecto del fotógrafo Chembos

Las imágenes de la Cárcel Vieja que nunca has visto... y posiblemente nunca verás

7/08/2022 - 

 MURCIA. Chembos es un joven fotógrafo murciano que lleva a cabo un interesante proyecto: retratar edificios abandonados de la Región para dejar testimonio de un patrimonio caído en desgracia. Con su cámara, este 'explorador de ruinas' ha plasmado -a través de más de 60.000 imágenes- la belleza decadente de aproximadamente 2.400 edificaciones. Una de ellas, a cuya documentación ha dedicado más tiempo y esfuerzos, es la Cárcel Vieja de Murcia. Y es que a lo largo de cuatro años, el joven ha tomado un total de 1.600 fotografías y un centenar de vídeos del interior del emblemático edificio, de sus más desconocidos recovecos y de significativos detalles que muy pocos han podido contemplar, con el objetivo de "valorar y reconstruir el pasado de ese trozo de historia de nuestra ciudad". 

Ahora, y ante el proyecto de rehabilitación que transformará la antigua prisión en "otra cosa", Chembos ha decidido mostrar esas imágenes para que los murcianos conozcan la Cárcel Vieja por dentro y puedan formarse una opinión sobre el futuro de la misma. Lo está haciendo en su página de Instagram, donde a lo largo de las próximas semanas irá desvelando, a través de centenares de fotografías, qué escondían esos muros, para dejar una pregunta en el aire: "¿Es realmente el proyecto que quieren los murcianos para la ciudad?" Añade que difícilmente se puede contestar si no se ha visto la Cárcel Vieja por dentro... que es precisamente lo que él quiere mostrar con su trabajo, que incluye vídeos documentales.

Así, con sus fotografías Chembos pone la lupa en elementos que, en su opinión, deberían conservarse en el proyecto como son las oscuras celdas de aislamiento donde los presos llegaban a pasar 60 días o los graffitis que dejaron en ellas para narrar su día a día y motivarse los unos a los otros; las marcas de bala y de manos del último intento de fuga que hay por todo el techo del antiguo comedor de la primera planta, tras el último motín de la cárcel; el histórico panóptico de madera que corona el centro de la prisión; o "el increíble y frondoso bosque del patio del ala Este, que da a Correos, uno de los parques más bonitos y frondosos que podríamos tener en el centro de Murcia (que ya enseñaré en fotos) y que será talado entero para hacer una plaza diáfana", señala entre otras muchas cuestiones.

Chembos asegura que ha pasado mucho tiempo documentando un espacio que considera debe ser "para la historia, no para el ocio". Por ello, cree necesario que los murcianos conozcan que 'esconde' este edificio antes de abordarse su completa rehabilitación. Él lo muestra en fotografías como éstas, que son las primeras de muchas, que ha colgado en su Instagram con la explicación pertinente.  

Último derrumbe en la galería superior

"Detalle de la zona afectada por el último derrumbe en la galería superior (zona guardias), junto al panopticon. Derrumbe que no se había producido desde hacía más de una década".

Zona de vis a vis del ala Este

"La solidez de los muros de la prisión bajo una piel de yeso blanco. Zona del vis a vis del ala Este. Cerca de la entrada principal".

Galería de celdas para presos especiales o políticos

"Galería de celdas para presos especiales o políticos, separada del resto de reclusos, con su propio comedor, vis a vis (anterior foto) y patio diferenciado. Ubicado junto a la entrada principal. No se contempla su protección".

Cartel que anunciaba la rehabilitación

Cartel de promoción del proyecto de rehabilitación. "Ahora tan abandonado como el resto de la prisión".

Escudo de España de la época franquista

"Escudo de España de época franquista pintado en un despacho de funcionarios de la planta superior. El escudo fue repintado y la imagen tratada de destruir. No contemplada su protección en el proyecto de rehabilitación".

Marcas de manos y balas de una fuga

"Marcas de manos, balas de fogueo, y del antiguo agujero que hicieron los presos en el techo del comedor de la primera planta para intentar escapar de la prisión. Del motín de 1977, el más grave de toda la historia de la cárcel, que acabó con los presos en el tejado, por dónde subieron (no contemplada su protección en el proyecto de rehabilitación). Después del motín del 77, las habitaciones de las plantas superiores se destinaron únicamente a los funcionarios. Únicamente se dejó una habitación para aula-taller, que siguió en funcionamiento hasta el final de la existencia de la cárcel".

Comunicación entre los guardias

Walkie-talkie de un guardia de la prisión.

Un espacio para olvidar dónde se estaba

"Restos del antiguo papel de pared de las taquillas de los guardias de prisión. Una alegoría de la sensualidad, en la que se puede ver a personas desnudas bailando al aire libre con pueblos medievales en el horizonte".

Escaleras originales  

"Escaleras de acceso originales a la primera planta. Tras el motín del 77 la primera planta se remodeló y estás escaleras tomaron un papel secundario y pasaron a ser acceso de guardias a despachos de funcionarios".

La maleza se abre paso     

"Detalle de la maleza creciendo en la pasarela que unía el Ala Sur con el resto del edificio, que tras el derrumbe de la cubierta del panopticon se fragmentó, haciendo imposible llegar a las plantas superiores del ala norte, este y oeste".

Lo que se dejó escrito en las celdas de aislamiento

"Graffitis de una de las celdas de aislamiento: aquí solían escribir su mote junto con la fecha y el tiempo que pasaron en esa pequeña habitación (el máximo era 60 días). Destacan los graffitis de 'El Barraca de Espinardo' (un personaje del barrio murciano de Espinardo) y las frases de 'Ris', que se encuentran en varias celdas de aislamiento. También solían escribir reflexiones ("Aquí no vuelvo"), frases poéticas ("Si lloras porque no puedes ver el sol tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas"-Ris) y poemas diversos inventados por ellos mismos, así como otras veces frases dedicadas a sus parejas ("Cuando pienses en la m no te olvides de i pues con eso quiero decir que no te olvides de mí por haiga caído preso"-Galego). Normalmente, solían tener faltas de ortografía, pero no por ello perdían su valor. Otras veces se delataban entre ellos (en una de las celdas de aislamiento se podía leer "Baños, 30 días por un chivato, alias El Apahda"). También dibujaban mujeres desnudas, aunque no era lo más habitual. Lo más común era pintar el mote, la fecha y los días que acabaron en aislamiento. Ninguno de los graffitis de ninguna de las celdas será conservado".

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