crónica política

La enésima penitencia de López Miras: un nuevo PP sin Teodoro y Patricia ya susurra

27/02/2022 - 

MURCIA. Ni un respiro para Fernando López Miras. Desde el día de las elecciones hasta hoy, no pasa una semana (casi) sin un sobresalto, sin un disgusto. Recapitulemos de forma sucinta: pierde las elecciones (la primera derrota del PP desde 1995 en la Región); estalla la crisis del Mar Menor (primer episodio de peces muertos); irrumpe la pandemia (una circunstancia sobrevenida para todos, no sólo para él, naturalmente); dimite Villegas por el vacunagate, su consejero más valioso; una moción de censura casi le aparta del Palacio de San Esteban; su consejero de confianza, Javier Celdrán, renuncia por sorpresa; su Gobierno, justo cuando parecía gozar de una relativa calma, sufre otra turbulencia con el enfrentamiento de Mábel Campuzano con sus compañeros del grupo Vox, una ruptura que amenazaba su mayoría absoluta de facto; y el último de los remates, el más doloroso posiblemente: Teodoro García Egea, su protector, su amigo, su valedor, el hombre que lo salvó del "golpe" de PSOE y Ciudadanos, abandona los mandos de Génova. El PP queda sumido en la mayor crisis que ha vivido en décadas. Y, como una mosca detrás de la oreja, el susurro de Patricia Fernández cada vez resuena con más fuerza como futura alternativa.

Nadie le dijo que fuera fácil. Pero así es la política. Despiadada. Frenética. Imperturbable.  

López Miras afronta ahora el reto de recomponer a un partido que hasta hace nada contaba con el viento a su favor. Las encuestas le favorecían en la Región, tenía más o menos controlado a Vox y la tendencia nacional parecía ayudarle también. Pero la guerra que Génova emprendió contra Isabel Díaz Ayuso terminó con el peor escenario para los populares: con el secretario general desterrado y con un presidente que se aferra todavía al cargo hasta que se despida en un congreso extraordinario. El terremoto del PP alienta las esperanzas para Vox, que ve cómo crecen sus expectativas de votos. Y también da alas al PSOE -al "sanchismo" que tanto temen en el PP-, pues la división de la derecha le beneficia y también puede sacar tajada en el caldero del centro-moderado. 

Presumía Miras, en el cara a cara que mantuvo frente al socialista Francisco Lucas, de que su partido está mejor que el PSRM: "Si vemos al PP, vemos un partido fuerte y unido, cuyo presidente preside el Consejo de Gobierno. Si miramos al PSOE, vemos a la oposición, cuyo líder dejó la Asamblea por la puerta de atrás, no sabemos quién será al candidato y han puesto a Lucas deprisa y corriendo en la Asamblea. Están más débiles que nosotros", argumentaba. Pero las tendencias nacionales pesan, influyen en las dinámicas regionales. Y el PSOE coge moral ante un rival herido. Los socialistas ven que la crisis del PP puede ser un golpe de efecto, como lo fue la caída de Mariano Rajoy en 2018. Entonces los socialistas partían por detrás en la carrera electoral y acabaron los primeros en la foto finish de las elecciones. ¿Se repite la historia?

Nervios y tensión

González Adalid ha sido un manojo de nervios esta semana, ya negra para siempre en la historia del PP. La tensión se ha apoderado de las filas populares, que observaban atónitas cada paso de "este disparate" de guerra, como así lo califican puertas adentro. El partido ha perdido su referencia en Madrid, García Egea, Teo para ellos, el dirigente que había acabado con la falta de voz de la Región en Génova, en los órganos de poder. También perdían a un general de mando, que controlaba con firmeza las estructuras, temido por muchos cuadros. El momento cumbre se produjo el martes, precisamente en el pueblo natal de Egea: López Miras, en una Cieza en plena floración, retiraba su apoyo a la dirección, abandonaba a su viejo amigo y pedía un congreso extraordinario. El destino de Génova estaba sellado y Miras no iba a quedarse solo en un camino sin salida.

Un día después expresaba su posición en la misma Génova, donde se le vio charlando en privado con Alberto Núñez Feijóo antes de su reunión con Casado y los barones. El jueves por la noche, el presidente se reunía de forma urgente en la sede regional con alcaldes y miembros destacados del partido. Miras hizo repaso de los tristes acontecimientos de la semana. Pero la consigna ante la opinión pública es clara: toca cerrar filas y mirar adelante al futuro. "Ya hemos superado esta crisis", proclamó Miras, exhibiendo un aparente optimismo. Lo repetía este sábado Joaquín Segado, el portavoz parlamentario: "Hemos conseguido superar una grave crisis interna con absoluta rapidez y solvencia". Todos se abrazan a la vía Feijóo. "Él es la solución", la mejor "alternativa al sanchismo", que decía Miras. "Feijóo representa los valores del PP del futuro", apostillaba Segado

Esa es la postura pública pero en el fuero interno persisten las dudas. Hay expectación por lo que puede ocurrir en los próximos meses. ¿Qué sucederá con Feijóo al frente? ¿Qué peso tendrá ahora el PP regional en el nuevo PP? ¿En qué lugar quedará López Miras? Se avecinan tiempos de movimientos internos y de ruidos de sables hasta que se celebre primero el congreso nacional y luego el cónclave autonómico. A nadie se le escapa en el PP las maniobras de la alcaldesa de Archena. Ella fue la primera dirigente regional en apoyar a Feijóo. No ha dado el paso públicamente, pero su exposición es cada vez mayor. Sus tuits, sus declaraciones, no pasan desapercibos. En una entrevista con la Agencia Efe, revelaba su gran preocupación: "Sabemos que muchos votantes del PP en estas semanas se han planteado votar a Vox o incluso abstenerse, y eso es lo que me preocupa. Hemos visto reflejado en las encuestas avances importantísimos de Vox", señalaba.

La alcaldesa de Archena mueve fichas

Patricia Fernández, esta semana. Foto: MARCIAL GUILLÉN (EFE)

Patricia Fernández es uno de los activos electorales del PP. Gobierna Archena desde 2011 con tres victorias por mayoría absoluta. Recientemente estrenaba una página web personal para relanzar su marca y un medio nacional, El Mundo, la bautizaba como "la Ayuso murciana". Sigue sin desvelar si se presentará en el congreso y no ha cuestionado nunca públicamente una decisión de López Miras, pero mide mucho sus palabras a la hora de elogiarle, jugando a la equidistancia. Sirva el ejemplo de la entrevista con Efe. Preguntada por si el proyecto del presidente del Ejecutivo regional es el que devolverá la confianza al electorado del PP, la regidora archenera respondía: "Yo ahora mismo no te puedo contestar eso. Fernando es el presidente de la Comunidad y él debe hacer la mejor gestión".

El liderazgo del presidente no se cuestiona en el aparato del PP. "Miras será el candidato en 2023 sin ninguna duda", apuntaba en diciembre a este diario José Miguel Luengoel secretario general. El consejero de Presidencia, Marcos Ortuño, también reafirmaba esta idea, lanzando además toda una advertencia que no ha gustado a los seguidores de Fernández: "Es un liderazgo claro", decía Ortuño. "Espero que nadie esté pensando en nada distinto con lo que está pasando a nivel nacional, y a un año de las elecciones autonómicas". García Egea también lo creía. Pero el topoderoso número dos ya no decide en el PP. Los tambores de guerra también resuenan en González Adalid.

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