CALASPARRA. La Cueva del Puerto de Calasparra estrena una espectacular iluminación -que resalta la grandiosidad y magia de sus formaciones- y una muestra de minerales fluorescentes única en Europa.
El objetivo de las nuevas mejoras realizadas en la cueva reside en potenciar la singularidad de las formaciones geológicas que se encuentran en las diferentes salas. Se cumple un año aproximadamente, además, de la licitación por parte del Ayuntamiento de Calasparra de la concesión de la gestión de la Cueva del Puerto con el objetivo de potenciar el turismo en la localidad y los resultados están siendo muy positivos. Así lo destacó en rueda de prensa la alcaldesa de Calasparra, Teresa García, junto al director general de Competitividad y Calidad Turística, Carlos Peñafiel, el gerente de la Cueva del Puerto, Juan Del Olmo, y el geólogo de Tecminsa, Francis Fernández.
Su recorrido laberíntico y sus características formaciones (feeder, canales, tubos, medios tubos, outlets,…) han convertido a la Cueva del Puerto de Calasparra en uno de los mejores ejemplos de formaciones hipogénicas de Europa, cuyo origen se remonta, en este caso, a hace unos 15 millones de años y es obra de la labor erosiva y corrosiva del flujo ascendente de las aguas del sinclinal de Calasparra y de surgencias hidrotermales, cargadas de ácido carbónico y sulfhídrico que han ido dando forma a esta joya subterránea.
La nueva iluminación de la considerada como ejemplo mundial de cavidad hipogénica pone a la vista su verdadera grandeza y la extraordinaria belleza única de esta cavidad que cuenta con casi 5 kilómetros explorados y que posee el mayor recorrido horizontal de la Región. La Cueva del Puerto de Calasparra está considerada una de las cuevas más singulares del mundo por la multitud de morfologías de origen hipogénico que posee, dando lugar a impresionantes salas repletas de espeleotemas de lo más variado. Estalactitas, estalagmitas y otras formaciones, que requieren de una paciente observación, han propiciado su declaración como Lugar de Interés Geológico.
Abierta al público por primera vez en 1996 y readaptada con una nueva entrada, más accesible, en 2014, la Cueva del Puerto es la única turística de la Región . Esculpida en su mayoría en caliza, el poder del agua ha tallado auténticos laberintos que, durante el recorrido, permiten que el visitante crea deambular por un cementerio de huesos de mastodónticos dinosaurios y adivinar en sus perfiles la presencia de gorilas y delfines, águilas, tortugas, belenes y tantos parecidos como su imaginación le permita identificar.
Los minerales luminiscentes, una rareza geológica -solo el 15% tienen esta cualidad-, constituyen otro de los nuevos atractivos de la impresionante Cueva del Puerto. Casi al final del recorrido turístico, de entorno a una hora de duración y algo menos de 1 kilómetro de longitud en sentido ascendente, en la Sala de La Medusa, la nueva gestora de la cueva (la UTE Tecminsa – Qalat) ha instalado una zona expositiva en la que los visitantes pueden ver minerales fluorescentes y fosforescentes de todo el mundo y cómo cambian sus tonos grises y blanquecinos de escaso atractivo por llamativos y chillones colores rojos, verdes, amarillos, naranjas, rosados, morados y azules bajo la luz ultravioleta de onda corta y larga.
Esta exposición se complementará pronto con un Museo Geológico que mostrará algunas de sus piezas más valiosas durante el itinerario subterráneo: ya hay colocado un diente fósil de mamut y las siguientes piezas serán un diente de ‘Spinosaurio’ (dinosaurio carnívoro de Marruecos), un meteorito, una colección de piedras preciosas y esperan contar con una réplica del lince de las cavernas encontrado en los años 70 en la Cueva del Puerto y que custodia la Universidad de Valencia. El museo se complementará con una colección de más de 1.500 piezas de minerales, rocas y fósiles que se expondrá en el Complejo Cueva del Puerto.
La Cueva del Puerto, en permanente exploración, no deja de revelar sorpresas y datos de interés para la ciencia. Ahora, para ampliar el itinerario espeleológico, que se prolonga a lo largo de 2 kilómetros y durante dos horas y media sin iluminación general ni escaleras o pasarelas, se acaba de ampliar el recorrido por una zona nueva en la que, además de ir iluminados con frontales y de tener que arrastrarse en algunos tramos, se pueden admirar interesantes espeleotemas en salas hasta ahora no visitables. Precisamente este itinerario será el que seguirán los participantes de la Liga Ibérica de Senderismo 2023, que han incluido en su calendario la prueba Vuelta a la Sierra del Puerto y Cueva del Puerto, con parte de su recorrido subterráneo, previsto para el 23 de septiembre próximo.