CARTAGENA. Hay una botánica caótica y espontánea, que rechaza el orden y la disciplina, y que se manifiesta en la fragura azarosa de hierbas, tallos, espigas, hojas y raíces. "Así son los dibujos sobre fotografías de Sylvie Bussières, compuestos por una acumulación de líneas que evocan los ritmos, la luz y el movimiento de sus vibrantes sombras", según se explica en el texto que acompaña la muestra Malas Hierbas, que la artista canadiense expone hasta el 30 de agosto en el Palacio Consistorial de Cartagena.
Se trata de una exposición enmarcada en la programación que La Mar de Músicas dedica al arte (La Mar de Arte), con la que abre una ventana a la naturaleza de Canadá, el país invitado de esta 28 edición del festival cartagenero. Nacho Ruiz, de la galería T20, es el comisario.
Esta autora, que ha expuesto por medio mundo, ensalza "la botánica humilde, la botánica de los márgenes y los arcenes, la vegetación ruderal, aquella que brota por la fuerza imparable de la biología y que no se deja domesticar ni estetizar, sino que existe por obstinación: para demostrar que a pesar de toda adversidad la vida encuentra siempre el camino para surgir y manifestarse".
Silvye -una de las artistas canadiencias que de manera más intensa ha trabajado la naturaleza surcando el límite entre la extracción y la figuración- comenzó este trabajo en 2020, durante el confinamiento. Al atardecer, a lo largo de los caminos rurales, la autora tomaba algunas fotos y dibujaba la experiencia. "Un trazo de grafito y otro y otro, con una insistencia casi obsesiva. Hasta llegar a un dibujo saturado, lleno de trazos de lápiz que entapizan el papel como agujas de pino y musgo que cubren la maleza. El movimiento de las plantas hace bailar las sombras que se proyectan sobre los dibujos. A veces la silueta cortada de un helecho, o las espléndidas hojas de una higuera, a veces una ramita de retama. Pero casi siempre gráficos abstractos, profundas tinieblas que añaden un misterio insondable a las texturas", explican los organizadores de la muestra, quien añaden que "fotografiar es una descarga de intuición visual. Dibujar es dejar que la mano piense".
Nacho Ruiz describe Malas Hierbas como "un proyecto intenso y emocionante en el que la artista canadiense se enfrenta a la naturaleza utilizando multitud de recursos como el dibujo, la pintura y la fotografía". "Sylvie Bussières capta el estallido botánico de la primavera, lo fotografía, lo dibuja, y después dibuja las fotografías y fotografía los dibujos. Deja que la luz y la vida reverberen en ellos. Porque tanto la fotografía como las plantas necesitan la luz para existir", añade el texto sobre la muestra.
Malas Hierbas coincide en el Palacio Consistorial de Cartagena con otra exposición de La Mar de Arte, Sinfonía para Rouyn-Noranda, del cartagenero Fito Conesa. El galerista explica que "con estas dos exposiciones, estamos recibiendo una perspectiva de algo que inquieta realmente hoy, que es el cambio climático. Y de cómo los seres humanos somos un agente de ese cambio climático".
Así, profundiza Ruiz que "de alguna manera, Sylvie sería la espectadora, mientras que Fito está hablando del hombre que interviene en la naturaleza".