MURCIA. Génova no quiere experimentos. No es momento para probar aventuras arriesgadas ni para explorar otras vías. Faltan diez meses para las elecciones y la maquinaria debe prender a toda mecha. ¿Para qué cambiar? Fernando López Miras es conocido por más del 90% de la población, lleva cinco años como presidente regional y tiene bajo su control al aparato del partido. La dirección nacional del PP así lo cree y así lo refrendó el pasado miércoles, con la visita de Miguel Tellado, hombre próximo a Alberto Núñez Feijóo, a González Adalid, el cuartel general de los populares en la Región.
Si alguna vez existió el riesgo de que Murcia se quedara fuera de juego por su natural proximidad con el ciezano Teodoro García Egea, el otrora todopoderoso general de Génova, ese temor se ha esfumado. Los acontecimientos así lo demuestran: López Miras no dudó en soltar la mano de su antiguo compañero (y todavía amigo), desmarcándose en un acto en Cieza, y entregándose a los brazos de Núñez Feijóo. Poco después, cuatro murcianos entraban en los altos mandos del PP. Joaquín Buendía (alcalde de Alcantarilla) y Visitación Martínez (regidora de San Pedro) ingresaban en el Comité Ejecutivo nacional y Rebeca Martínez (portavoz municipal en Murcia) y José Francisco García (alcalde de Caravaca de la Cruz) se incorporaban a la Junta Directiva nacional. Y la última muestra del respaldo fue la convocatoria del XVIII congreso regional, arropada por Tellado, y la consigna clara de unidad en el partido, desaconsejando enfrentamientos y duelos que "debiliten" la siglas. O sea, todo un recado para posibles postulantes, lo cual beneficia al actual líder regional.
Génova apoya a López Miras. Pero no a cambio de nada. También le exige. Y Miguel Tellado no lo ocultó, ni siquiera ante la prensa. El dirigente gallego dejó muy claro qué espera Feijóo del líder murciano: no basta con mantener el Gobierno regional en 2023, tiene que mejorar los resultados electorales de 2019 y ganar con contundencia. O sea, le pide que consiga lo que todavía no ha logrado en la Región: una victoria electoral. Hay que recordar que en 2019, en el estreno de Miras como cabeza de cartel, el PP sufrió su primera derrota autonómica desde 1991. Perdió por apenas medio millar de votos (la diferencia ascendió hasta unos 2.000 con el voto por correo) y el PSOE se alzó con el triunfo. No obstante, si el fiasco acabó en alegría fue porque los pactos poselectorales evitaron la debacle de los populares, para desazón de los socialistas, y Miras pudo revalidar la Presidencia en la segunda sesión de investidura.
Pero no sólo le exigen una victoria. El vicesecretario fue aún más lejos y reclamó el 50% de los votos. O sea: la mayoría absoluta. "Debemos volver a ser el partido que siempre fuimos", exhortó. Tellado, que fue secretario general del PP gallego entre 2016 y 2022, sabe muy bien lo que es formar parte de un partido hegemónico y aunque matizó que "Galicia no es la Región" y no se pueden obtener sus resultados sí remarcó que en Murcia se han logrado importantes victorias en el pasado. Esto es: apeló ni más ni menos que a las seis victorias que cosecharon los populares murcianos entre 1995 y 2015 (cinco de ellas por mayoría absoluta).
Si la exigencia es una mayoría absoluta, entonces el reto es mayúsculo para Miras, habida cuenta de las circunstancias políticas actuales. Máxime cuando en la Región hay un contrincante muy duro para el PP, Vox, cuyas recetas encuentran caldo de cultivo en esta tierra. Es una misión muy difícil, por no decir casi imposible (en realidad, lo es para cualquier partido de la Región). Así que el escenario de Miras será el mismo al que precisamente se enfrenta Juanma Moreno Bonilla en las elecciones andaluzas de este domingo: o ganar por la mínima, cual Alfonso Martínez Mañueco en Castilla y León, o lograr una victoria amplia, cual Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Son dos victorias, pero no son iguales.
Todo esto en el supuesto de que López Miras sea finalmente el candidato. Algo que se da por hecho. Pero, siendo puristas y ateniéndonos a los tiempos fijados, todavía está abierto el plazo para presentarse como aspirante a la Presidencia del PP regional. El próximo miércoles acaba la fecha límite. Por el momento sólo ha dado el paso Manuel Durán, el que fuera concejal de Murcia y también ex director general de Emergencias. En cambio, la alcaldesa de Archena no ha movido ficha. Patricia Fernández era hasta ahora el único nombre que sonaba, aunque, en honor a la verdad, ella jamás ha hecho pública esa intención. Fuentes internas aseguran a este diario que en el partido se respira una cierta "calma tensa", a la espera por si aparece otro candidato y también por la cercanía de un congreso, un acto que tradicionalmente suele invitar a cambios y nombramientos. En cualquier caso, sea quien sea el futuro líder, el PP nacional ya ha expresado con rotundidad lo que esperan de Murcia. Y no basta con cualquier resultado en las urnas.