MURCIA. Joaquín Ganga, uno de los tatuadores más reconocidos del mundo, nació hace 30 años en El Palmar de Murcia, localidad donde conserva una pretigiosa academia que regenta desde Los Ángeles, donde se mudó para montar el estudio de sus sueños. Allí tiene como clientes a famosos raperos y jugadores de la NBA -como LeBron James, el rapero Drake o el boxeador Canelo, entre otros muchos-, que han querido lucir en sus cuerpos las obras de arte, de gran realismo, que realiza el palmareño. No es el único vecino de la pedanía murciana que está llevando el nombre de El Palmar por el mundo. También lo hace el tenista Carlos Alcaraz, de quien el artista hablaba recientemente en una entrevista de Informativos Telecinco. "Me llevo muy bien con Carlos Alcaraz. Aunque no nos hemos conocido en persona, hablamos bastante. Es un deportista impresionante y fuera de lo común. Tenemos acordado que su primer tatuaje se lo voy a hacer yo. Es algo entre paisanos", afirmaba a la cadena.
"No tengo forma de expresar lo agradecido que me siento al ver como gente a la que admiro desde hace tanto tiempo confía en mi trabajo, me siento verdaderamente bendecido y solo puedo daros las gracias por todo; esto acaba de empezar", manifestaba Ganga en sus redes sociales -con más de 1,3 millones de seguidores-, acompañando unas imágenes del trabajo realizado a Lebron, a quien le ha tatuado en el muslo una composición con los rostros más icónicos del cine de terror. Por cierto, que 'El Rey' de Los Angeles Lakers le tatuó a su vez una corona al palmareño, quien se lo agradecía diciendo: "Es un honor llevar la corona tatuada por el rey".
Son muchos los tatuajes que han hecho famoso a Joaquín Ganga, desde una frase con la caligrafía de su abuela al boxeador Canelo a un diseño con cascos de samurais que ocupa el torso y la espalda del rapero Lil Uzi Vert. Pero el que le situó por primera vez en la élite de los tatuadores mundiales -tal y como reconoce en la entrevista con Telecinco- fue el que le hizo al músico canadiense Drake, por la gran repercusión que tuvo. También fue un bombazo cuando realizó el tatuaje más grande del mundo (195 x 135 centímetros) sobre una piel sintética creada en Polonia, en la que representó el rostro de Dalí y a la que llamó Metamorphosis. En diferentes entrevistas, el artista murciano ha manifestado que no tiene intención de vender esta obra a pesar de las cifras astronómicas que le han ofrecido.
Y es que las tarifas del tatuador son tan exclusivas como su clientela. Así, por ejemplo, en su Instagram muestra el espectacular coche de lujo que se ha comprado. "Si yo puedo, tú también puedes. Me compre el Lamborgini de mis sueños. ¡Todo esfuerzo tiene su recompensa!", asegura.
Por si fuera poco, el murciano ha presentado un nuevo proyecto junto a Dynamic, cuya tinta nunca había sido homologada en Europa. "Es un problema al que nos hemos enfrentado los tatauadores durante todos estos años. Estoy muy orgulloso de presentar este nuevo proyecto en el que hemos conseguido que esta nueva tinta sea aprobada en toda Europa, incluyendo a España. La nueva fórmula es similar a la clásica, pero con un tono natural mejorado, más suave y grisáceo.", escribe el joven palmareño que está haciendo historia en el mundo del tatuaje y el arte.