MURCIA. Entrar al despacho de un alto directivo de Eviosys es saber que dentro se están cociendo asuntos de alta relevancia. Cruzar el umbral de la puerta y escuchar el final de una conversación en perfecto francés confirma las sospechas. Y es que muchos años han pasado ya desde los tiempos de la antigua Mivisa, que luego se convirtió en Crown Food y que ahora se conoce como Eviosys, pues la empresa una vez dirigida por Miguel Vivancos es ahora parte de una multinacional con sede en Suiza que cuenta con 44 fábricas y 6.700 trabajadores repartidos por todo el mundo.
Pero no por ello queda esta empresa desvinculada de la Región, pues Tomás López, el CEO, es de origen murciano y la fábrica de Las Torres de Cotillas se mantiene como una de las más relevantes dentro de la compañía. No en vano, salen 15.000 millones de varios de tapas cada año de sus instalaciones. Esto suponer producir más de 41 millones de tapas cada día, una cifra que seguirá aumentando conforme se materialicen nuevas inversiones.
Y es que las mejoras son continuas para situarse a la vanguardia del sector y optimizar al máximo cada proceso, una estrategia basada en la automatización y la eficiencia energética que no pierde de vista la sostenibilidad como factor clave. Por tanto, ya se pueden ver transitar paletizadoras completamente autónomas y máquinas de todo tipo ejecutando su labor con precisión milimétrica.
De hecho, muestra de la magnitud de estas instalaciones se encuentra cuando nada más comenzar una visita se verbaliza lo evidente, que no es viable recorrer la fábrica entera debido a su tamaño, pues sería necesario emplear toda la mañana. Para entrar, eso sí, cabe recordar que es obligatorio llevar bata, redecilla, gafas protectoras y un calzado especial. Dentro, algunos obreros van equipados incluso con casco y con tapones para los oídos cuando toca acceder a las zonas más ruidosas.
En cualquier caso, es el factor humano lo primero que destaca al poner un pie en la fábrica, pues son las carretillas quienes llevan la prioridad y es el peatón el encargado de esquivarlas. "Si frenan de golpe se caería la mercancía que transportan", explican. Así, cualquier movimiento debe hacerse por unos pasillos habilitados para evitar encontronazos desagradables.
No en vano, estas instalaciones albergan también 1.100 trabajadores, un equipo que también hace notar su presencia en cada fase del proceso, garantizando que las máquinas cumplan correctamente su función y evitando posibles desperfectos.
Así, el proceso comienza con la recepción de las materias primas, que son preparadas en forma de planchas, generalmente con unos dientes en los extremos para aprovechar al máximo la superficie. Después, inicia el proceso de barnizado, una capa protectora que recubre la tapa y que garantiza su fiabilidad. Más tarde, arranca la fabricación de la tapa propiamente dicha que llegará finalmente al cliente.
Pero no con la producción acaba la labor, pues uno de los departamentos más relevantes es el de control de calidad, encargado de revisar que las tapas se hayan fabricado con la medida exacta, tengan el gramaje adecuado y no estén dañadas de ninguna forma. No en vano, un producto defectuoso puede suponer la devolución de todo un pedido y unas pérdidas cuantiosas: "Nosotros siempre decimos que nuestros clientes no tienen que ser nuestro control de calidad ni nosotros el de nuestros proveedores. El objetivo es que todas las tapas que salgan de aquí estén en perfectas condiciones de uso", sostiene el director de operaciones para España y Portugal de Eviosys, Estanislao Martínez.
Estanislao, que lleva trabajando en la fábrica de Las Torres desde el 1994, ha sido testigo de todas las trasformaciones que han ido experimentando las instalaciones hasta el momento actual, potenciando la prevención de riesgos y creando un entorno más amigable para la plantilla con medidas como la compartimentación de los ruidos.
Asimismo, también las mejoras productivas son una constante, pues tan solo en lo que va de 2023 se han invertido 10 millones de euros en la fábrica de Las Torres. Entre las actuaciones llevadas a cabo destacan la renovación de los incineradores, la sustitución de las carretillas tradicionales por otras eléctricas o la implementación de una nueva prensa multi troquel.
Por otro lado, también resulta un hito la puesta en marcha de la que es la mayor planta fotovoltaica sobre cubierta de la Región de Murcia y una de las mayores España. Con 5,2 MW de potencia, esta instalación reducirá un 18% el consumo energético de red, garantizando que se autoconsumirá el 95% de la energía producida.
Todos son avances destinados a optimizar la producción para ganar ventaja en una industria con unos márgenes muy estrechos, donde las ganancias se centran en criterios de cantidad, y no tanto en el valor añadido. En consecuencia, el control de los costes y las mejoras en la eficiencia son valores indispensables para mantener la rentabilidad.
Eviosys alcanzó una facturación de 684 millones de euros el año pasado tras su adquisición por parte del fondo de private equity KPS Partners, lo que la consolida en la cuarta posición dentro del ranking regional de empresas con mayor cifra de ventas. Al fin y al cabo, esto supone un incremento del 16% respecto a los 589 millones obtenidos en el 2021, una variación más que respetable para un volumen de negocio de esta magnitud.
Aunque todos estos aspectos ya representan con creces el valor de esta compañía, un último detalle ejemplifica a la perfección el tamaño de Eviosys. Y es que cuenta con un mapa de Europa y África plagado de chinchetas, una por cada una de las 44 fábricas del grupo, siendo la última de ellas la apertura realizada en abril en Tailandia para satisfacer la demanda de envases para comida fresca para mascotas. En cualquier caso, el objetivo es mantener una senda del crecimiento y ya hay planes en marcha para seguir llenando el mapa de chinchetas.