MURCIA. Un grito de condena unánime surge de los empresarios de la Región cuando se refieren al conflicto entre Ucrania y Rusia. No es para menos, pues la crisis humanitaria que genera este ataque puede resultar en un auténtico drama social. No obstante, también el mundo económico se está viendo sacudido por esta guerra, que ya deja ver sus secuelas entre las empresas de la Región.
Y es que la incertidumbre es máxima, pues se suceden las incógnitas sobre cómo se desarrollará esta situación. No obstante, entre las certezas se encuentra el hecho de que el comercio internacional queda tocado, pues tanto Ucrania como Rusia quedan fuera del mercado.
Estos destinos, aunque no resultan de especial importancia para la estructura de las exportaciones regionales, "sí puede suponer una cierta significación para algunas partidas", según explica José García, presidente de Agrupal, a Murcia Plaza. En este sentido, destaca el calzado, las conservas o las bebidas como algunos de los sectores más afectados en la Comunidad murciana.
Y es que, entre el mercado ucraniano y el ruso suman una facturación de hasta tres millones y medio en conservas y hortalizas de la Región, un comercio que queda paralizado sin esperanzas de pronta reapertura: "Contamos con que el bloqueo económico que se ha impuesto a Rusia puede durar muchos años", relata García.
De hecho, Agrupal ya alertaba un mes antes del comienzo del conflicto armado de las consecuencias que tendría para los intereses económicos de la Región en estos países, lo que supondría una "pérdida de negocio". Al fin y al cabo, en un "mundo globalizado, todo tiene su interacción" y se ha mostrado convencido de que esta "locura" de "inestabilidad" geopolítica "no viene bien a nadie", explicaba entonces García.
En total, existen un total de 16 empresas de la Comunidad que mantienen relaciones comerciales con Ucrania, según el último recuento realizado al cierre de 2019 por la Cámara de Comercio de España. Entre ellas, 14 eran exportadoras mientras que otras 2 adquirían sus productos, por lo que serán las más perjudicadas de la Región por este conflicto. En concreto, son:
No obstante, no solo aquellas compañías con relación directa con estos países se verán afectadas, sino que las consecuencias en la economía internacional se podrán apreciar en toda la actividad empresarial. En este sentido, destaca el posible aumento en el coste de la energía, pues se trata de un valor que lleva escalando varios meses y que puede alcanzar cifras estratosféricas a raíz de este conflicto. Asimismo, también existe una gran preocupación por las exportaciones de cereales que venía realizando Ucrania hasta la fecha y que ahora se encuentran en peligro.
Y es que se trata de una situación que ya ha comenzado a dejar su influencia en todo el ecosistema económico, pues ya en la jornada del jueves se produjo el batacazo en el Ibex 35 con una caída superior al 4%, lo que supuso la pérdida de los 8.100 puntos. Pero no solo eso sino que la prima de riesgo marcaba los 105 puntos básicos y el precio del petróleo Brent superaba el umbral de los 100 dólares.
A este respecto, la patronal empresarial, Croem, señala que nos enfrentamos a un "futuro incierto". La Confederación Regional de Organizaciones Empresariales está convencida de que habrá efectos negativos para la economía y las empresas regionales.
El pesimismo no se esconde en una Croem, que en un comunicado de prensa habla de "panorama desolador" para la economía, ya que las tensiones geopolíticas no son sino el remate a un escenario preocupante: "La subida de impuestos, la revisión del Salario Mínimo Interprofesional, la escasez de materias primas y la inflación, que afectan a productos de primera necesidad, son factores que están condicionando, y de qué manera, a las empresas y al consumo en general". Y ello sin olvidar que estamos en un "contexto aún marcado por la incidencia de la pandemia, y después de dos años de actividad condicionada por las restricciones derivadas de la misma".
También el presidente de Agrupal reconoce el peligro que esto supone para la recuperación económica en la que se encuentra inmersa la Región tras el batacazo que supuso la crisis del coronavirus: "Nos enfrentamos a una ralentización en el crecimiento, si no a un paso atrás importante", concluye.