CARTAGENA. La moción del Partido Popular para la defensa de la unidad territorial de Cartagena y contra las injerencias de otros municipios ha salido por la puerta grande del Salón de Plenos, como no podía ser de otra manera. Qué partido, en su sano juicio, defendería todo lo contrario. Curiosamente si todos y cada uno de los concejales del Pleno votaron a favor de la propuesta defendida por el edil Nacho Jáudenes, a qué viene tanto debate. Pues está claro que quizá no importaba nada el fondo de la cuestión -porque, repito, todos estaban de acuerdo- sino en todo aquello que ha rodeado a dicha propuesta.
El alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, es, de paso, el que peor parado ha salido de todo este debate, porque se ha decidido reprobar específicamente "las reiteradas declaraciones del actual alcalde de Mazarrón sobre la anexión por su municipio de diputaciones que son cartageneras". Campillo se convirtió en cabeza de turco por su desmedida salida de pata en pleno proceso preelectoral de las Municipales de 2023.
Que nadie se preocupe que La Azohía e Isla Plana seguirán formando parte del municipio de Cartagena: los políticos no lo dudan, aunque soltaban por debajo, como indicó el propio concejal socialista y portavoz 'de baja paternal' Manuel Torres -ojo Manolo, que Contreras se ha hecho fuerte en la portavocía-, que si hay vecinos de estas zonas que han mostrado sus dudas es porque se sienten "abandonados, discriminados y dejados" por la administración municipal.
Pues bien, a partir de aquí llegó el cruce de acusaciones tildándose unos a otros de "oportunistas", los primeros, MC Cartagena, por reivindicar la unidad territorial justo cuando el partido cartagenerista y el del alcalde de Mazarrón forman parte de una nueva plataforma municipalista -Movimiento Regional Municipalista-. Y otros, el PSOE, por aprovechar el debate para querer demostrar que estas diputaciones están dejadas de la mano de dios y de ahí las quejas vecinales. "Quieren que se reconozca que hay un trato injusto con estas diputaciones y eso no es así", explicaba el concejal popular Diego Ortega.
"Es una propuesta oportunista, que llega con 11 meses de retraso -que fue cuando el alcalde de Mazarrón lanzó su insinuación-", contestaba, por su parte, el portavoz de MC, Jesús Giménez Gallo, quien añadía que "solo la ignorancia y la maledicencia hacen traer estas cosas al Pleno. Los enemigos de Cartagena están dentro". Esta moción, proseguía Gallo, "demuestra que quieren empequeñecer a Cartagena, porque se les están levantando en La Azohía, Isla Plana, El Algar y no descarto incluso en la zona Norte". "Están buscando la confrontación artificial porque se han quedado sin argumentos en su gestión", apostilló.
Al final, hubo empate técnico, nadie ganó porque todos defienden la unidad territorial de Cartagena y las injerencias de otros municipios. Entonces ¿para qué perdieron los concejales más de media hora de valiosa sesión plenaria a la que se va para arreglar los problemas del municipio, si nadie duda de su amor por su territorio?