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RECLAMA MEDIDAS URGENTES 

El pequeño comercio murciano se ahoga: 168 tiendas echaron la persiana en el último año

9/03/2024 - 

MURCIA. El pequeño comercio de la ciudad de Murcia no pasa precisamente por su mejor momento. Cada vez son más los comerciantes que después de muchos meses peleando y resistiéndose se quedan sin aliento y se ven obligados a bajar la persiana. El número de tiendas que cierra va en aumento: solo echando la mirada hacia atrás un año, el municipio ha perdido la friolera cifra de 168 comercios, según datos facilitados por UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) a Murcia Plaza. 

Los vendedores consultados por este periódico coinciden en que se sienten desesperados y abandonados. Sufren por la falta de apoyo institucional, pero también por la dura competencia online. Y no sólo eso: cargan con costes elevados, con alquileres por las nubes y con una luz que apenas da tregua. El Ayuntamiento, por su parte, no quiere dejarles solos y anuncia medidas. 

Fina, de la corsetería El Trébol, situada en el corazón de Platería, cuenta que su tienda es un lugar emblemático de Murcia, una de las que más tiempo lleva abierta. Ni más ni menos que cuatro generaciones con el negocio en marcha. Y nunca habían pasado por una situación similar. Reconoce rotundamente sentirse "abandonada" por parte del Consistorio y confiesa que siguen en pie después de tantos años en parte por el apoyo de sus clientes. Pero entre risas concede que no será fácil llegar a otras cuatro generaciones.

Esther Tenza, propietaria de La Botica de los Perfumes, manifiesta que su día a día es insostenible y que cada vez más son los comercios que no pueden hacer frente a los gastos y tienen que bajar la persiana. La vida ha cambiado en apenas cinco años: "En 2019 en esta zona de Platería y Trapería era complicado encontrar un local para abrir tu negocio; ahora lo complicado es mantener ese negocio abierto, porque locales vacíos sobran". Según sus cálculos, hasta una docena son los establecimientos que han echado el cierre en los alrededores de estas arterías. 

Sin embargo, Esther no achaca esta problemática a la crisis, ya que dice que la gente sigue saliendo. "No creo que estemos en un problema de crisis económica, ya que si te das una vuelta verás un sector de la restauración hasta arriba. Así que más bien es un problema por parte de las instituciones que no nos dan la visibilidad que merecemos".

Otros comerciantes como Encarna, propietaria de la Boutique Little king, lamenta que lo están pasando 'realmente mal' y que encima el Plan de Movilidad de Murcia ha perjudicado al pequeño comercio en beneficio de los grandes centros comerciales: "La ruina del pequeño negocio se está convirtiendo en el aumento de la riqueza de las grandes superficies", ya que considera que disponen de aparcamientos con centenares de plazas. Los comerciantes del centro, en cambio, se quejan de la "ausencia" de alternativas al Plan de Movilidad y sostienen que falta frecuencia de líneas de autobuses para aparcar.

A todo esto hay que sumar la limitación horaria de dos horas y media que ha establecido la ciudad para el estacionamiento de vehículos en la vía pública, la ORA. Esther señala que esta limitación les perjudica. En sus propias palabras, "si un visitante tiene que ir mirando el reloj para no superar las horas establecidas por el parquímetro, este no puede detenerse en el pequeño comercio para conocerlo y sentirse atraído por su producto".

Junto a las grandes superficies, todos coinciden en que ha sido el comercio online quién más los ha damnificado. Tenza relata que se ha perdido el miedo a comprar por internet: "Antes de la pandemia la gente no se fiaba de poner la tarjeta en los ordenadores y en los móviles. Sin embargo, la covid nos obligó a hacerlo, y tristemente para nosotros se ha convertido en una práctica habitual". Cree, no obstante, que su negocio, al ser de aromas, algo se salva, pues la gente necesita oler un producto antes de comprarlo".

Simone es el propietario de la zapatería Calzados Luz, un negocio situado en la calle Jerónimo de Roda, en pleno centro del municipio, que conecta Gran Vía con Avenida de la Libertad. Él, a diferencia de sus compañeros, se muestra optimista: "Después de la pandemia nos hemos recuperado algo, aunque no estamos en el nivel que estábamos en 2019 antes de que irrumpiera el coronavirus", detalla.

El dueño de la zapatería admite la buena posición de su local, pues estar en una de las principales arterias de la capital le beneficia, ya que son calles transitadas. A pesar de esto, subraya que el pequeño comercio no puede vivir exclusivamente del vecino de la ciudad de Murcia: necesitan un poco de toda la Comunidad Autónoma. "El comercio de Murcia siempre se ha nutrido del ciudadano periférico de la Región, es imposible que vivamos solo de los habitantes de Murcia".

Hay 4.922 comerciantes autónomos 

Las cifras reflejan que en la Región, el pequeño comercio sigue siendo el sector que más cuota aporta al trabajo autónomo con 26.571 trabajadores. Con respecto al municipio de Murcia, en enero de 2024 hay 4.922 afiliados al 'RETA' Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. En el sector comercio, 2.616 hombres y 2.306 mujeres, lo que supone la desaparición de 168 activos en un año, ya que en el mismo periodo de 2023 habían 5.090 afiliados al RETA en el mismo sector (2.714 hombres y 2.376 mujeres).

Javier Martínez, presidente de Triángulo de Comerciantes, cuenta que su asociación aún no maneja datos oficiales sobre el número de establecimientos cerrados. Explica que tras haberse reunido con la Concejalía de Murcia esta semana han acordado hacer un censo sobre los comercios, especialmente los de la zona centro. Desde el Ayuntamiento de Murcia quieren implantar ayudas para no dejar solo al pequeño comercio. Así, quieren poner en marcha medidas como el aumento de las frecuencias de los autobuses en las pedanías, algo que los comerciantes llevan tiempo reivindicando. También van a impulsar la celebración de dos ferias de comercio, una previsiblemente antes de verano y otra cuando finalice la época estival.

Por su parte, Santiago Vera, presidente de FEMUAC, considera que no es sólo un problema de Murcia, sino que lo sufre todo el país. En el último se cerraron entre 18.000 y 19.000 tiendas. A su juicio, son muchos los motivos y relaciona esta sangría de cierres de comercios con los altos costes asociados al elevado precio de los alquileres de los locales, de la electricidad, de los carburantes, en cotizaciones a la seguridad social, entre otras razones. Desde el año 2019, último año antes de la pandemia, han cerrado 34.100 negocios autónomos, cerca de 480.000 quedan en pie, según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística.

Una competencia cada vez más dura

La situación tampoco mejora en el comercio de alimentación. Laura, dueña de la frutería Junterones, un negocio familiar, se siente ahogada. Tras más de cincuenta años vendiendo frutas y verduras en su barrio, vive ahora mismo su peor momento, axfisixada por la inflación. "La cesta media semanal anterior a la pandemia era de 50 euros y actualmente no estamos cerca de esa cifra", apunta mientras señala a los grandes supermercados de los alrededores, que les "perjudica": "Antes tenía aquí al lado una frutería regentada por un pakistaní y convivíamos perfectamente los dos negocios". Sin embargo, una gran superficie sí que les hiere más ya que estos pueden comprar más cantidad de materia y venderla a un precio más barato.

El pequeño negocio se ahoga. Lo reconocen todos, que coinciden en el mismo diagnóstico. La situación es realmente grave. Muchos de los comerciantes claman y reclaman medidas urgentes, que "no promesas incumplidas", por parte de las instituciones, para hacer frente a una sangría que no cesa y que de seguir así el comercio pequeño desaparecerá casi en su totalidad de la ciudad.

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