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El nuevo Isaac Peral, de la serie S-80, encara su proa a la próxima primavera para su puesta a flote

5/12/2020 - 

CARTAGENA. El nuevo submarino Isaac Peral estará operativo para la Armada a comienzos del año 2023. Antes, el primer sumergible de la serie S-80 tiene un largo recorrido aún por hacer, ya que su puesta a flote se producirá para la primavera del próximo 2021, tal y como informaba Navantia semanas atrás.

El portal web infodefensa.com añade que, después de este primer paso, se tienen que llevar a cabo pruebas en el puerto y también en el mar al menos durante un año. Ochenta días de navegación en el mar serán el requisito mínimo imprescindible para dar fe de que los sistemas y los equipos instalados en el S-81 marchan a la perfección.

Fue el jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Teodoro López Calderón, quien confirmaba días atrás todos estos aspectos básicos para la puesta en funcionamiento del primero de la serie. “Salvo imprevistos se cumplirán estos plazos”, destacó López Calderón, en palabras que plasma Infodefensa.com.

Hay que recordar que en la actualidad, la Armada cuenta con dos submarinos de la serie S-70, aunque uno de ellos, el Galerna aborda una gran carena (las grandes carenas son operaciones de una gran magnitud, requieren en torno a dos años de trabajo durante los cuales se desmontan, recorren y montan alrededor de 10.000 equipos).

Tanto Tramontana como Galerna coincidirán en el tiempo con los primeros sumergibles de la serie S-80, ya que lo previsto es que todos estén en servicio a partir del 2027 ((Isaac Peral, Narciso Monturiol, Cosme García, Mateo García de los Reyes).

 El pasado mes de noviembre el Astillero de Cartagena llevaba a cabo los controles y pruebas necesarios para la puesta en tensión del submarino S81 Isaac Peral superando así su primer hito de seguridad. 

La puesta en tensión constituye el primer momento en que se energiza eléctricamente el buque. Consiste en la puesta en marcha de las redes principales y de emergencia de distribución eléctrica. Esto permitirá la progresiva electrificación de todos los equipos del submarino y comprobar así su correcto funcionamiento, tanto de forma individual como su integración con el resto de los equipos.

El programa S-80 permite a España entrar en el selecto club de países que son capaces de diseñar y construir un submarino. En él están, por supuesto, las tres grandes potencias militares, Estados Unidos, Rusia y China, y también otros países como Francia, Alemania, Reino Unido, Suecia, Corea del Sur y Japón.

Si por algo destaca la serie S-80 es por el sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP), que utiliza como combustible el bio-etanol agrícola y su eficiencia le permite cargar baterías en profundidad y permanecer hasta quince días sin asomar la gaita

Los nuevos sumergibles podrán realizar tanto operaciones de apoyo integrado en la Fuerza, para las que dispondrán de un sistema de comunicaciones e intercambio de información en tiempo real 100% fiable y seguro, como otras misiones de vigilancia, disuasión y enfrentamiento de amenazas como campos minados, buques de superficie y otros submarinos, tanto convencionales como nucleares.

El submarino está diseñado para lanzar misiles Tomahawk y Sub-Harpoon; torpedos DM2 A4 -mayor alcance, velocidad de datos- y minas Minea, por lo que era Alejandro Cuerda, jefe de la sección de submarinos de la División Logística del Estado Mayor de la Armada, quien indicaba que "hemos cambiado un submarino lanzador de torpedos a uno de misiles".

La evolución y la construcción de los sumergibles supone situar a España situarse en el 'top ten' de países capaces de construir armas submarinas de este calibre. "España vuelve a jugar en una categoría superior de la guerra naval submarina", indicaba el capitán de navío Alejandro Cuerda meses atrás. Además, la posibilidad de contar con una nueva flota de submarinos ayuda al país de nuevo a recuperar la superioridad en el mar en algunas zonas, como en el mediterráneo sur.

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