CARTAGENA. El Real Club de Regatas de Cartagena afronta este domingo 18 de septiembre una asamblea extraordinaria en la que entre los puntos del día se encuentra, en su punto 3, "Acuerdos para la continuidad o posible disolución del RCRC". Los 700 socios de la entidad deberán decidir sobre el futuro de la entidad en un momento especialmente delicado a nivel económico. Desde el Real Club de Regatas han declinado hacer declaraciones de cualquier tipo antes de la Asamblea. "Queremos que los socios sean los primeros en conocer la situación del club y las opciones para su futuro", apuntan desde la institución.
Según las últimas cuentas auditadas, la entidad tiene un patrimonio neto negativo de 5.204,04, consecuencia de los resultados negativos de los últimos ejercicios. Tanto en 2019, como 2020 y 2021, los ejercicios arrojaron resultados negativos (-31.563,-30.310 y -10.522 respectivamente). La previsión para el presente ejercicio (2022) es positivo, de 36.082 euros. "Si bien los resultados negativos del presente ejercicio y de otros anteriores han llevado a que el patrimonio neto sea negativo, junto al fondo de maniobra de la entidad, estos y otros hechos pueden provocar falta de liquidez en momentos puntuales, aunque hay que destacar que las actividades de explotación han generado flujo de efectivo positivo en este ejercicio muy superiores a los generados en el anterior", especifica en la auditoría remitida a los socios la anterior directiva, que fue quién aprobó las últimas cuentas. No obstante, desde el Real Club de Regatas quieren recalcar que la entidad no tiene problemas de pago en su día a día, estando al corriente de pagos tanto los trabajadores como los proveedores.
Sin embargo, el auditor admite que la probable renovación de la prórroga para la explotación de la dársena deportiva por parte de la Autoridad Portuaria, además de la implementación de un plan de ahorro, un incentivo a las actividades del club para aumentar el número de socios del club, así como la reducción del fondo de maniobra negativo, "no generan las expectativas suficientes para considerar que no existe riesgo que pueda suponer cambios significativos en el valor de los activos o pasivos de la entidad". "La renovación de la prórroga de explotación para los próximos diez años con la Autoridad Portuaria es algo que se viene hablando desde hace mucho tiempo. Primero tienen que aprobarlo los socios, como se preguntará el próximo domingo", apuntan fuentes de la entidad.
En el documento adjunto citado punto 3 del orden del día (disolución o continuidad), se adjunta un documento en el que se declara la insolvencia actual de la entidad. "El deudor no tiene posibilidades de cumplir con sus obligaciones exigibles", detalla el documento. Todo arroja una sombra de incertidumbre muy inquietante en una entidad histórica en Cartagena. No obstante, fuentes consultadas del entorno del Real Club de Regatas creen que no se llegará a una disolución de la entidad. "Tendrán que ofrecer un plan de viabilidad", señalan. Muchas sombras para una entidad centenaria que afronta los momentos más complicados de su historia.