El arquitecto del Auditorio de Puerto Lumbreras, Martín Lejarraga, este lunes. Fotos: MARCIAL GUILLÉN (EFE)
Martín Lejarraga contradice la versión de PAS sobre la rambla de Nogalte
MURCIA (F. V. / AGENCIAS). Turno para el resto de encausados. La segunda vista del juicio del llamado 'Caso Auditorio', que juzga al expresidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez (PAS), se reanudó este lunes con la comparecencia de los otros tres procesados en la causa: el arquitecto municipal del proyecto, Martín Lejarraga, la secretaria municipal, Caridad García, y uno de los responsables de la empresa constructora Ecisa, Vicente Gimeno.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, presidida por el juez Juan del Olmo, juzga presuntas irregularidades en la adjudicación y la construcción del Auditorio de Puerto Lumbreras durante la etapa en la que PAS fue alcalde del municipio (ejerció entre 2003 y 2013, antes de su salto a la Comunidad). Aquella fue una de las causas que acabarían precipitando su salida de la política. El expresidente, de hecho, se enfrenta a dos años y medio de prisión por posible fraude y prevaricación continuada, después que, en la primera sesión del juicio, la Fiscalía retirara el delito de fraude de subvenciones (que acarreaba dos años de cárcel y una multa de seis millones de euros).
Si el primer día declaró Sánchez durante más de una hora y media, esta vez el arquitecto del proyecto lo hizo por espacio de más de dos horas. Aceptó todas las preguntas, salvo las de la acusación popular (representada por PSOE y Podemos). Y aseveró que conoció al alcalde en el festival Explum (tal y como había relatado el propio PAS en la primera sesión), al que acudió en calidad de miembro del jurado. Después, añadió, no hubo más encuentros: "No recibí una llamada personal del alcalde ni tuve contacto directo con él", declaró, señalando que le convocó una concejala en 2005, cuyo nombre aseguró no recordar. "Hablé varias veces con ella". Y, según su versión, no volvió a ver al regidor de Puerto Lumbreras hasta que fue convocado para explicar el proyecto in situ, ya sobre el terreno. Allí había varios miembros del equipo de Gobierno, entre ellos el propio Sánchez.
El fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, le recordó que durante la instrucción del 'Caso Auditorio', en su declaración como imputado, había manifestado que PAS le encargó el proyecto; una idea que ahora niega el arquitecto desde el banquillo los acusados. "Yo en ningún momento dije que el alcalde me encargara ningún proyecto. Creo recordar", aseveró. Sus propuestas, que planteó durante año y medio antes de ser elegido el arquitecto por concurso, obedecían a "ideas que pretendían mantener viva" la iniciativa pero en ningún caso "pasaron de ser un proyecto básico genérico". Consideraba que Puerto Lumbreras tenía carencias en infraestructuras culturales. Y, por eso, planteó ideas, "como cualquier otro ciudadanos habría hecho" pero, eso sí, con el "formato típico" de los arquitectos. Y negó que lo hiciera con la finalidad que los trabajos de construcción le fueran adjudicados.
Lejarraga, que se enfrenta a dos años y tres meses de prisión y a 17 años y seis meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público por supuestos delitos de prevaricación continuada, prevaricación y fraude, contradijo algunas de las palabras que pronunció Sánchez en la primera sesión del juicio. Si PAS defendió que nunca contempló la ubicación de la rambla de Nogalte por motivos urbanísticos, el arquitecto, en cambio, indicó que la construcción estaba proyectada inicialmente sobre una parcela de la rambla de Nogalte. Y agregó que aquella parcela era de preequipamiento y, en su opinión, era mejor que la que finalmente elegida. El fiscal le advirtió que esa declaración suponía una contradicción del testimonio del expresidente. "Él no tenía por qué saberlo todo", contestó él.
Durante su declaración, el arquitecto corrigió varias de las ideas que había contado durante el juzgado de instrucción. En más de una ocasión empleó expresiones como "me confundiría", "sería una imprecisión mía", "me faltó precisión" o simplemente afirmaba no recordar los detalles que el fiscal le inquiría. Por ejemplo, respondió "debe de estar mal la transcripción" cuando el fiscal le avisó que en su declaración como imputado sostuvo que no fue a visitar la nueva parcela acompañado por el alcalde.
Según cita la Agencia Efe, Lejarraga se enteró del concurso de ideas cuando el Ayuntamiento hizo pública su convocatoria, ya que antes nadie del consistorio le había adelantado nada al respecto. "La verdad es que me sorprendió, porque se trataba de un tema que yo daba por dormido y olvidado", comentó antes de recalcar en varios momentos que cumplió la obligación de anonimato prevista en las bases. También le sorprendió la ubicación de la nueva parcela.
Del mismo modo, el arquitecto apuntó que se vieron obligados a proponer un proyecto modificado al haber surgido causas sobrevenidas que de no haber sido atendidas habrían hecho inviable el original. En cuanto a las certificaciones abonadas a la constructora, alegó que "se controlaron y pagaron debidamente" y apostilló que los seis millones de la subvención concedida por el Gobierno murciano fueron invertidos en los trabajos, como se acreditó en su día con las oportunas auditorías.
Por otra parte, la otrora secretaria del Ayuntamiento, Caridad García, que respondió a todas las partes salvo a la acusación popular, declaró que se respetó escrupulosamente la confidencialidad de los autores que se presentaron al concurso de proyectos. Justificó igualmente que el plazo de admisión fuese el mínimo, de sólo 15 días, y no de 54, lo que habría exigido la publicidad de la Unión Europea, por las circunstancias y porque la ley vigente entonces lo permitía. En cuanto al proyecto modificado, comentó que era sin coste y cumplía todos los requisitos previstos, aunque habría sido aconsejable su aprobación previa por la corporación, y agregó que la obra, según ese cambio, está completa.
Por último compareció un director general de la constructora, Vicente Gimeno, quien expuso que su función no le llevaba a hacer un seguimiento detallado de la obra y que jamás habló con Sánchez ni con Lejarraga: "Los conocí aquí el pasado martes" (la fecha de la primera sesión del juicio), según recoge la Agencia Efe. Gimeno tampoco respondió a las preguntas de la acusación popular. El juicio celebrará su tercera sesión este martes con la declaración de los primeros testigos propuestos por las partes. Está previsto que concluya el 29 de noviembre, con un total de 15 sesiones. Participarán 42 testigos y una decena de peritos.