reúne 13 historietas sobre el confinamiento

Dibujos 'retro' para contar con humor los 'Tiempos de harina y sal': cómic del aguileño Daniel Marco 

24/11/2021 - 

MURCIA. "Hace mucho, mucho tiempo… bueno, en realidad no tanto, hubo una época en la que los ciudadanos de este país vivieron encerrados en sus casas. Por mucho que cueste creerlo, no era a causa de un apocalipsis zombi...". De esta situación, que de no haberse vivido hubiera parecido surrealista, parte la primera publicación como autor único del dibujante aguileño Daniel Marco. Se trata de Tiempos de harina y sal, un cómic de 64 páginas editado por Gotas de Luz, en el que se reúnen trece "historietas rocambolescas de aquella época, mucho más familiares de lo que nos gustaría admitir y menos lejanas de lo que nos gustaría creer".

Cuenta el autor que fue durante el confinamiento por la covid cuando escribió la primera de estas historietas y que más tarde, animado por el también dibujante Chema Lanjarín, se embarcó en el resto de ellas, con la intención de narrar en clave de humor y de parodia muchas de las situaciones absurdas que se convirtieron en cotidianas en un momento en el que la realidad superó a la ficción. 

Un ejemplo de ello es la historieta titulada Aperitivos modernos, en la que Daniel Marco cuenta cómo eran esas 'quedadas' con amigos o familiares a través de videollamadas o videoconferencias, en las que se producían humorísticos momentos de confusión si se hablaba al mismo tiempo o se quedaba congelada la imagen. También habla, por ejemplo, de la Telerutina, con esos padres que intentaban trabajar delante del ordenador mientras los chiquillos jugaban a la pelota a su alrededor o se colaban en la imagen mientras mantenía alguna reunión online. 

Una de las características más notable de Tiempos de harina y sal es la variedad de estilos de los que hace gala el dibujante en cada una de las narraciones. Daniel Marco explica que "siempre se piensa que un dibujante tiene que tener un estilo que lo identifique y en mi caso no es así. Así que he decidido hacer de lo que se supone es un defecto, una virtud, y he querido que cada historia tenga un estilo diferente, según lo que cuente". 

Una viñeta suelta sirve de separación y de transición entre cada una de estas historietas, en las que llaman la atención -y nos trasladan a un rincón familiar de la memoria- ilustraciones que recuerdan a los tebeos de Bruguera e, incluso, remontándose más en el tiempo, a los dibujos animados de los años 50. De esta forma, el autor ha querido, con dibujos con un espíritu retro, hablar de "algo que pertenece al pasado y sobre los que nos gustaría pasar página"... aunque este licenciado en Bellas Artes, y profesor de Secundaria en el IES Alfonso Escámez de Águilas, reconoce que con esta pandemia nunca se sabe.

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