proyecto de Garrastudio y Dos42 EN MURCIA

Cuando haces de tu casa tu bandera: la vivienda 'negociada', colorista y sorprendente para dos arquitectos y su gato 

Fotos: David Frutos

11/09/2022 - 

MURCIA. Arquitectura y diseño para definirnos, para expresarnos y para que el lugar donde habitamos sea un reflejo de cómo somos y de cómo nos sentimos. Hacer de tu casa tu bandera, en definitiva. Pero, ¿qué pasa si el espacio es compartido por dos reconocidos arquitectos con lenguajes muy diferentes como son Rosana Galián, de Garrastudio, y Alejandro Martínez, de Dos42? El resultado tiene nombre y es el de FlagFlat (apartamento bandera), un proyecto de reforma de un piso en Murcia de 114 metros cuadradros que han convertido en su hogar y en el de su gato Garritas

Una fantasía de colorido, contrastes, sorpresas, rincones divertidos y encuentros inesperados llenan de vitalidad esta vivienda 'negociada' en una de sus plazas favoritas de Murcia, donde los arquitectos han construido una bandera de franjas tridimensionales que recorren suelo, paredes y techo. El diseño se lo han repartido de forma consensuada -dos franjas cada uno-, "produciéndose vibraciones y conquistas en las fronteras o intersecciones de cada línea", señalan. Porque aunque con estilos diferentes, admiran y se sienten integrados en el del otro. Y de eso se trata.

Cuenta Alejandro Martínez a Murcia Plaza que ya bastante antes de la pandemia venían observando que la gente sacaba banderas a sus balcones y ventanas con las que se reivindicaba la identidad de distintas comunidades, de tal forma que el paisaje urbano se veía coloreado por ideologías políticas, de género... que en ocasiones mezclaban diferentes posicionamientos. Fue entonces cuando la pareja de arquitectos decidió diseñar su propia bandera en un proyecto común pero con diferentes lenguajes -ella maximalista y él, minimalista-, que descolgarían "en el espacio de mayor transformación política, la intimidad". El interior de su casa sería su bandera.

Cuando el cliente eres tú mismo

"Ha sido todo un reto personal", apunta el arquitecto, quien señala que al tratarse de su propia casa "podíamos hacer lo que quisiéramos, los clientes éramos nosotros", siendo sus únicas limitaciones las consesuadas entre ellos. El resultado es una casa que es "un chute de vitalidad", dividida en cuatro franjas -o secciones- que poseen personalidades, materiales y funcionales diversas. Así y por orden de entrada, se transita por cuatro estilos arquitectónicos que ellos han llamado Memphis, Industrial, Techno tropical y Nórdico. "En cada franja cambian los colores, las texturas, la iluminación, las políticas del diseño... pero también la psicología de habitar el espacio", explican. Al quedar el espacio totalmente abierto se reconoce la bandera en su totalidad.

Y es que la casa no cuenta con puertas que se puedan cerrar, sino que éstas son correderas para crear diferentes recorridos y accesos a las estancias -de hecho, al dormitorio se puede entrar por tres accesos diferentes-, dando lugar a encuentros inesperados y a juegos de escondite. Así lo describen ellos en la memoria del proyecto: "Los únicos elementos divisorios aparecen en bloques de equipamiento doméstico (armarios, inodoros). Estos bloques se perforan para generar conexiones visuales y guardar las puertas correderas que ofrecen la posibilidad de cerrar cada ambiente". Esto también se ha hecho pensando en Garritas, porque ya se sabe que lo que más odia un gato en el mundo es encontrase una puerta cerrada.

Este Flagflat no es solo el hogar vivo y cambiante de esta pareja de arquitectos -que seguirá transformándose con un nuevo miembro de la familia- es también la mejor tajerta de presentación del trabajo creativo de estos dos profesionales murcianos.

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