MURCIA (EUROPA PRESS). La Región de Murcia y la Comunidad de Madrid, ambas gobernadas por el Partido Popular, son, hasta el momento, las únicas comunidades autónomas que han rechazado utilizar el próximo curso escolar los libros de texto actualizados al desarrollo de la LOMLOE, conocida como Ley Celaá.
La primera en defender la utilización de los libros del año pasado en el próximo curso ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que este lunes presentaba un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra el real-decreto del currículo de Bachillerato aprobado en el desarrollo de la LOMLOE, así como su suspensión cautelar, al considerar que "forma parte de un rediseño de España entera".
Ayuso subrayó que ante tal "carga ideológica" están obligados a defenderse y avanzó la petición de la suspensión del decreto para que el próximo curso empiece con los libros del año pasado.
Este miércoles la Región de Murcia se ha sumado a la postura de la presidenta madrileña y la consejera de Educación murciana, María Isabel Campuzano, ha reafirmado que los centros educativos de la comunidad no actualizarán los libros de texto de quinto de primaria y primero de ESO en función de los contenidos de la LOMLOE.
La consejera de Educación de Murcia ha apelado al 40 por ciento de autonomía que ofrece la normativa, conocida como 'Ley Celaá', en favor de las comunidades autónomas.
"En Murcia no tenemos aprobados aún los decretos que desarrollan los currículums de la 'Ley Celaá'. Por lo tanto, nosotros hemos tomado la decisión de que vamos a continuar con los manuales de texto que teníamos el curso anterior, porque contamos con el 40% de autonomía que la ley concede a las comunidades", ha indicado Campuzano.
En este sentido, Campuzano ha explicado que el objetivo de su departamento con esta decisión es "mejorar mucho los contenidos" de esos libros, "tanto a nivel ideológico, como a nivel de la carencia de conocimientos" que han encontrado en esos currículos que ha desarrollado el Ministerio".
Desde Castilla y León, comunidad que preside el 'popular' Alfonso Fernández Mañueco, han apostado por vigilar que se incluya en los libros de texto para la comunidad los contenidos del 40 por ciento del currículo que incluya la Consejería de Educación.
En este contexto, la consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocía Lucas, ha subrayado este martes en rueda de prensa que la comunidad estará "pendiente" para que los libros de texto plasmen ese porcentaje del currículo. "Estaremos muy pendientes y vigilantes, ahí sí tenemos competencias para supervisar", ha sentenciado.
Aunque comparte "la inquietud" de otras comunidades como Murcia o Madrid, la Xunta de Galicia busca "minimizar el impacto" de la LOMLOE, que considera una "mala ley", a través del desarrollo de la parte de los currículos que le corresponde, según fuentes de la Consellería de Educación.
Esta fórmula pasa por desarrollar el 50% de los currículos que le corresponden a la autonomía con un grupo de 120 expertos que intentarán "minimizar el impacto de esta ley" realizando "los mínimos cambios posibles" en el sistema actual en Galicia.
Por otro lado, la comunidad autónoma de La Rioja, presidida por la socialista Concha Andreu, utilizará los libros de texto "según proceda, en función, como es lógico, de lo que marque la ley", según fuentes del gobierno riojano.
Fuentes de la Consejería de Educación de Cantabria aseguran no tener "nada previsto" en relación a los libros de texto. "Son los centros y docentes quienes deciden qué recurso pedagógico utilizan en sus clases (libro, fichas, tablets...)", apuntan desde la comunidad que dirige Miguel Ángel Revilla.
En la misma línea, la Conselleria de Educación de Cataluña subraya que no interviene en la selección de los libros, sino que son los equipos docentes los que escogen los más adecuados para impartir las materias que establecen los currículos que sí fijan las administraciones públicas.
Además, recuerdan que hay otros materiales además de los libros de texto, como los elaborados por los propios docentes, o compartidos en redes de docentes.