CARTAGENA. El Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Cartagena (CATE) sigue trayendo cola a raíz de su ubicación en la zona del espalmador. Si días atrás fue la oposición del Ayuntamiento de Cartagena la que se quejó de la, a su juicio, inoportuna ubicación, en esta ocasión ha sido la Cámara de Comercio de Cartagena.
En una carta remitida al delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez, le piden explicaciones por el uso de esa zona como ubicación del nuevo CATE. Aunque las instituciones competentes han afirmado que la ubicación es temporal, los empresarios cartageneros dudan de esta temporalidad dado la gran inversión que se está realizando. “La ubicación del CATE viene a cercenar y condenar el desarrollo y las posibilidades de la única zona de ocio natural pegada al mar de la que la ciudad dispone”, afirma la Cámara de Comercio de Cartagena.
En opinión de los empresarios de la ciudad portuaria, no se ha tenido en cuenta la mala imagen que se dará de la ciudad cuando lo primero que vean cruceros y barcos de recreo a su entrada por la bocana. “Resulta curioso que en otras zonas de dominio portuario del mismo Puerto, desde las diferentes administraciones públicas implicadas, se actúe contundentemente para limitar la altura de las edificaciones, a fin de garantizar la apertura y visibilidad de la ciudad hacia y desde el mar, y en este caso parece pasar desapercibido el demoledor y disuasorio efecto de los muros del recinto, sus pabellones y medidas de seguridad, por muy provisionales que digan ser, tendrán sobre las personas que disfruten de la zona”.
Por ello, solicitan a la Delegación del Gobierno, de la misma forma que han hecho al Gobierno regional, Autoridad Portuaria y Alcaldía, y grupos parlamentarios de la Asamblea, la paralización de las obras y su traslado a otra ubicación. “Garantizando que dicha zona, en cumplimiento del convenio firmado, y de los intereses generales de la ciudad, quede exclusivamente dedicada al ocio y al esparcimiento ciudadano, evitando la creación de nuevas servidumbres que, lejos de aportar recursos, o contribuir al desarrollo de la ciudad, se convierten en frenos a su evolución y propsperidad”, finaliza la misiva.