MURCIA. La Ley de Cuidados Paliativos, uno de los grandes proyectos legislativos del grupo parlamentario Vox, ya se encuentra registrada en la Asamblea Regional para su debate y votación. El grupo que encabeza Juan José Liarte (cuyos miembros fueron expulsados del partido Vox aunque posteriormente fueron readmitidos por la Justicia) ha presentado esta proposición de ley para "regular los derechos de la persona durante el final natural de la vida y preservar su dignidad", además de "los deberes del personal sanitario y asistencial que atiende a estas personas y a su familia". El texto igualmente recoge "las garantías y medios que las instituciones sanitarias, tanto públicas como privadas, estarán obligadas a proporcionar con respecto al final natural de la vida".
En palabras de Liarte, ante un hecho inevitable como es la muerte "la eutanasia no tiene cabida", sino que "hay que subir el último peldaño de nuestra existencia y, sobre todo, llevarlo con la mayor dignidad posible". A su juicio, "la mayor dignidad posible es tener derecho a unos cuidados paliativos, que cualquier ser humano se ha ganado a lo largo de su vida".
El texto de la proposición de ley, al que ha tenido acceso Murcia Plaza, consta de una exposición de motivos, cinco títulos, veintisiete artículos, tres disposiciones adicionales, una derogatoria y dos finales. La ley se aplicaría tanto en el Servicio Murciano de Salud como en los centros privados, aseguradoras y mutualistas que presten asistencia paliativa en la Región de Murcia.
El cuidado paliativo, tal y como definen en la proposición, es toda aquella atención "total, activa y continuada" a los pacientes y sus familias por un equipo multiprofesional cuando la expectativa médica "ya no es la curación". Su meta es dar calidad de vida al enfermo y su familia, sin intentar alargar la supervivencia. Este escenario se da en las enfermedades terminales, aquellas en las que existe "una enfermedad avanzada, incurable, progresiva, sin posibilidades razonables de respuesta al tratamiento específico, que provoca problemas como la presencia de síntomas multifactoriales, intensos y cambiantes, con la presencia de un gran impacto emocional en enfermos, familiares y equipos, con un pronóstico de vida generalmente inferior a los seis meses".
Por todo ello, el artículo 6 recoge el derecho de las personas con enfermedades terminales, con grave e irreversible limitación en su calidad de vida, a "recibir cuidados paliativos integrales del personal interdisciplinario del correspondiente equipo, adecuados a su situación y estado clínico".
La ley tiene como finalidad cuatro objetivos:
a. Identificar los pacientes a quienes deban prestarse los cuidados paliativos.
b. Establecer los derechos y obligaciones de los pacientes paliativos y sus familiares.
c. Establecer los niveles de atención de los cuidados paliativos, según las necesidades del paciente y sus familiares.
d. Determinar la asistencia económica que permita una adecuada atención continuada y de calidad, en materia de cuidados paliativos.
La proposición contiene otros derechos: como el derecho a la información sanitaria; el derecho a la toma de decisiones y al consentimiento informado, a otorgar instrucciones previas, y a revocar o modificar estas; el derecho al tratamiento del dolor y el derecho a la intimidad personal y familiar y al acompañamiento.
La norma incluye deberes y obligaciones. Tales como el apoyo a las familias y a las personas cuidadoras; la formación en cuidados paliativos; la promoción del voluntariado en la asistencia a pacientes paliativos y la convocatoria de ayudas sociales al año para los enfermos con "escasos" niveles de renta que precisen de asistencia domiciliaria, además de subvenciones a asociaciones y entidades sin ánimo de lucro que se involucren en la atención paliativa.
También contempla tres artículos dedicados a las sanciones e infracciones, que varían en función de la gravedad. Así, por ejemplo, sería considerada una infracción grave "incumplir las normas relativas a la cumplimentación de los datos clínicos". También sería grave "impedir el acompañamiento en el proceso de los cuidados paliativos al final de la vida, salvo que concurran circunstancias clínicas y/o epidemiológicas que así lo justifiquen".
La norma también establece medios y organización. Así, el artículo 11 refleja que la asistencia paliativas se estructura en tres niveles: Atención Primaria de Servicios Asistenciales Paliativos, Atención Hospitalaria de Servicios Asistenciales Paliativos y Atención Domiciliaria de Servicios Asistenciales Paliativos.
Los tres niveles asistenciales contarán, en cada una de las Áreas de Salud, con los "correspondientes equipos interdisciplinares, integrados por médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, psicólogos, trabajadores y asistentes sociales, así como "el personal administrativo preciso para dar una completa y adecuada cobertura a los servicios asistenciales paliativos establecidos en la presente ley". Y, asimismo, se implantará, al menos, un equipo psicosocial por cada 100.000 habitantes, dedicado a la atención del paciente paliativo en cada una de las Áreas de Salud.
La Consejería de Salud tendrá que implantar un servicio de atención telefónica especializado por áreas de salud, disponible las 24 horas del día, para la atención de los pacientes paliativos y sus familiares. La ley, asimismo, obligará a la Consejería a elaborar cada año un informe sobre el grado de cumplimiento de la la norma, que tendrá que ser remitido a la Asamblea Regional para su conocimiento.
Del mismo modo, se fijará un hospital de referencia en cada Área de Salud que tendrá que tener una Unidad de Cuidados Paliativos, "dotada de los medios necesarios para atender a los pacientes paliativos, con un mínimo autonómico de 75 camas específicas para tales pacientes, en habitación individual, que garantice la intimidad del paciente y la presencia permanente de sus familiares y allegados". Además, agrega la ley, "se dispondrá un equipo interdisciplinar de cuidados paliativos en todos los hospitales que dispongan de más de 250 camas; equipos que servirán de apoyo a los hospitales de la correspondiente Área de Salud de menor capacidad".
En marzo de 2021, España se convirtió en el quinto país del mundo que aprobaba la eutanasia. El grupo Vox, sin embargo, opina que "legitimar la eutanasia, medida fácil y muy rentable, no es la solución". De esta forma se expresaba este jueves Juan José Liarte, quien aduce que la ley de Cuidados Paliativos aboga por "una medicina paliativa eficaz y al alcance de todo el mundo". Una apuesta, añadió, que "se traduce en más fondos económicos, fondos económicos necesarios para conseguir este proceso de humanización que, hasta ahora, parece tener guardado en el cajón del olvido la Comunidad". Sostiene asimismo que no hay más momento más necesario que el actual para implantar políticas que protejan la libertad y la dignidad humana, en una era, añade, "en la que proliferan ideologías de la muerte, ideologías de la solución fácil..."