MURCIA. Grande, muy grande. Carlos Alcaraz Garfia sigue su exitosa trayectoria y en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos ha firmado su triunfo más brillante, por ahora. Se ha impuesto en un partido larguísimo y cargado de épica al griego Stefanos Tsitsipas, número 3 del mundo, en cinco sets por 6-3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5) en 4 horas y 5 minutos. En octavos de final del US Open, fase en la que será el más joven de la historia del torneo desde los norteamericanos Michael Chang y Pete Sampras, se enfrentará al alemán Peter Gojowczyk.
Lo visto en la pista central de Flushing Meadows será recordado durante mucho tiempo y Alcaraz lo tendrá siempre presente. Después de haberse impuesto en las dos rondas anteriores al británico Cameron Norrie y al francés Arthur Rinderknech le tocaba medirse a Tsitsipas, de 23 años y que hoy sólo tiene por delante de él en el ranking al serbio Novak Djokovic y al ruso Daniil Medvedev.
Obviamente el de Atenas partía como favorito, pero los pronósticos le importan poco a Alcaraz, cinco años menor y ubicado en el puesto 55 de la clasificación internacional -mejorará esa posición tras este US Open-.
El de El Palmar comenzó el partido como un auténtico ciclón y en un abrir y cerrar de ojos iba ganando por 4-0, con dos saques ganados y dos rupturas. Tsitsipas se recuperó y se situó 4-3, pero ahí el español no se vino abajo, ni mucho menos, y sacó arrestos para llevarse el set por 6-3 después de 33 minutos.
La fuerza la mantuvo Alcaraz en el inicio del segundo parcial, que empezó casi como el primero. De hecho, el pupilo de Juan Carlos Ferrero se llegó a poner 3-0 a favor, pero ahí el griego, que no es el tercer jugador del mundo por casualidad, fue recuperando su nivel y, con cinco juegos seguidos, tomó el mando para luego cerrar la manga con el 4-6 tras otros 55 minutos.
Con 1-1 en cuanto a sets el heleno pareció más centrado y, siendo superior en el saque -siete "aces" cuando Alcaraz no llevaba ninguno; 14-2 al final-, dio la sensación de poner la directa. Ganaba por 2-5 y dispuso de dos bolas para lograr su sexto juego. Sin embargo, Alcaraz las salvó y desde entonces volvió a crecer en el partido hasta el punto de igualar a cinco y, tras tener varias bolas para el 6-5, por fin cobró ventaja y restó para llevarse el set.
Estaba siendo un gran partido, con dos jugadores intercambiando golpes de calidad desde el fondo de la pista y alguna espectacular dejada del palmareño, que prácticamente llegaba a todas.
El set se decidiría en el "tie break" y Alcaraz, con muy buena inercia, se mostró más decidido hasta el punto de que se llevó la muerte súbita por un claro 7-2 todo ello tras 1 hora y 12 minutos de espectacular tenis y una gran reacción de "La Roca".
La cuarta manga fue dominada de forma autoritaria por Tsitsipas, quien ya jugaba sin margen de error y su voracidad le hizo endosarle un rosco a un Alcaraz con menos tensión: 0-6 en apenas 27 minutos.
Al murciano, quien fue tratado de unas molestias en el cuádriceps de la pierna derecha, se le complicaron las cosas, aunque en el quinto y definitivo set cada jugador fue sacando adelante su servicio, con lo que se sucedieron los empates a 1, 2, 3, 4, 5 y 6.
Tsitsipas empezó anotándose sus saques con más solvencia que Alcaraz, pero el murciano, haciendo un esfuerzo mayúsculo, se agarró a la pista y a sus opciones de lograr la victoria.
El español, quien se mantuvo firme para evitar la derrota en el décimo y el duodécimo juego de la quinta manga, en ambos casos poniendo la bola en juego, forzó otro "tie break".
Del 0-1 en contra pasó al 6-3 a favor, lo que le daba tres bolas de partido. No aprovechó sus dos siguientes saques, pero sí el resto con 6-5.
Otros 58 minutos completaron, con ese final feliz para Alcaraz, un choque que acabó casi a la una de la mañana -hora española- y en el que los 102 puntos ganados por el de El Palmar encontraron la respuesta en los 99 del ateniense.
El siguiente rival de Carlos será Gojowczyk, quien viene de la fase previa y en tercera ronda superó al suizo Henri Laaksonen con remontada por 3-6, 6-3, 6-1 y 6-4. El de Munich, de 32 años, ocupa el puesto 141 de la ATP. Una nueva oportunidad para seguir agrandando su figura en Nueva York, donde está siendo la gran sensación del cuarto Grand Slam del año.