MURCIA. Que el bailarín y coreógrafo cartagenero José Carlos Martínez ocupa ya un lugar entre las grandes figuras de la danza internacional es algo que se sabe desde que, en 1997, fuera nombrado étoile (estrella) del Ballet de la Ópera de París. Y, como tal, el cartagenero ha formado parte de un vídeo en el que los antiguos bailarines "estrella" de esta afamada compañía dan las gracias "a todos los que nos están ayudando en estos tiempos revueltos". Y lo hace como mejor saben, bailando.
Bajo el nombre de Estrellas eternas, las grandes figuras de la Ópera de París transmiten ese deseo de libertad que se ha experimentado desde el confinamiento, intentando atrapar la luz del sol con manos que bailan, que acarician y que tienen vida propia, asomados a una ventana -como tantos han hecho durante el encierro -, desde la cocina o el salón; o, como en el caso de José Carlos Martínez, inmerso en un paisaje mediterráneo, en comunión con una natulareza sobre la que hay mucho que reflexionar tras la pandemia.
No hace mucho, el bailarín cartagenero y ahora "coreógrafo freelance", como él dice, dejaba un mensaje en sus redes en el que pedía a sus compañeros de profesión que "no dejemos de soñar". José Carlos Martínez explicaba que los bailarines han sufrido durante el confinamiento "una doble frustración", ya que "nosotros necesitamos no sólo un estudio de danza para ensayar, también tenemos que estar cerca los unos de los otros. En la danza el contacto físico es algo que no se puede evitar".
Igualmente, el coreógrafo manifestaba su admiración -"aunque ya sé que entre nosotros existe esa pasión"- al ver, por ejemplo, como "un bailarín se pone en la cocina, se apoya en un mueble y empieza a hacer su barra y su preparación para seguir en forma". Porque, como dice este referente en la danza, "tenemos que seguir motivados y, sobre todo, seguir soñando, porque el día que esto termine los artistas tendremos que estar preparados para volver al teatro con propuestas interesantes, con todo lo que se haya cocinado en estos días".
"Las ganas las tenemos", asegura, al tiempo que manifiesta que el mundo de la danza debe "ayudar a todo el mundo, cuando esto vuelva a empezar, llenando los teatros".
El artista cartagenero, que comenzó este 2020 como el primer español en coreografiar el ballet del Concierto de Año Nuevo de Viena, está preparando su versión de Giselle, "una coreografía clásica que se va a estrenar con el Ballet de Zagreb de Croacia, el próximo mes de noviembre", según indicó en una entrevista con Murcia Plaza. También tiene "apuntada en su agenda" una colaboración con la Escuela de la Opera de París para volver a poner en escena en marzo de 2021 Scaramouche, "el ballet que hice para ellos". Anteriormente, el que fuera director durante ocho años de la Compañía Nacional de Danza, conquistó uno de los escenarios más emblemático de Europa, el Teatro de la Opera de Roma, también conocido como Teatro Costanzi, donde estrenó su coreografía de El Corsario.
"Mi agenda está bastante llena de coreografías, que es lo que tengo ganas de hacer. En un futuro no sé si volveré a dirigir una compañía, porque quiero estar más centrado en la parte artística y olvidarme un poco de la de gestión, que es lo que más tiempo me llevó en la Compañía Nacional. Ahora quiero centrarme en la creación, en experimentar para ver hasta donde puedo llegar como coreógrafo durante los dos próximos años", aseguró a Murcia Plaza este apasionado de la danza, a quien la covid-19 no le ha impedido seguir soñando.
El homenaje de los antiguos bailarines Estrella de la Ópera de Paris a todos los que nos están ayudando en estos tiempos revueltos.
— José Carlos Martinez (@josecmart2504) May 13, 2020
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