MURCIA. El 10 de noviembre ha supuesto un punto de inflexión para Ciudadanos. El batacazo electoral acarreó la pérdida de 47 escaños y la caída de su máximo líder, Albert Rivera, cuya dimisión ha arrastrado la salida de otros dirigentes como José Manuel Villegas, Fernando de Páramo y Fran Hervías. El partido se ha quedado descabezado, sin la cúpula que ha marcado el rumbo en los últimos años. Estas secuelas también afectan a la formación naranja en la Región. Asumido el fiasco electoral, que le ha costado la pérdida de sus dos diputados en el Congreso, Ciudadanos busca recuperarse del bofetón de las urnas y quiere comenzar la llamada 'operación remontada', pero el partido afronta una reconstrucción sin referentes, con distintas posiciones internas y con los nervios a flor de piel, una sensación que trasciende públicamente. Especialmente en la última semana de noviembre, donde las chispas han saltado.
En su origen, el organigrama del partido se configuró para que no se levantaran baronías, cargos con poder que hicieran contrapeso a Madrid desde un territorio. Esa estructura se ha traducido en una ausencia de liderazgo en la formación regional. Y ahora, tras el vacío de la dirección nacional, el partido “no está ubicado y por eso afloran disputas internas que no se disiparán hasta que la dirección nacional ponga orden y fije un proyecto de partido”, analiza el politólogo Francisco Javier López Carvajal, quien considera que “frente a otros lugares, como Andalucía con Juan Marín o Castilla y León con Francisco Igea, Ciudadanos en la Región no ha cerrado filas”.
Desde Centrofama hacen hincapié en la necesidad de recoser Ciudadanos para recuperar la confianza perdida. No en vano, en la Región, la formación naranja se dejó 100.000 votos entre los comicios de abril y noviembre. Los dirigentes se afanan en apelar a la unidad y destacar la importancia de "un proyecto de centro" frente a los visos de polarización de la política española. Pero las tensiones afloran. El Comité Autonómico del partido, cuya reunión se celebró la pasada semana, se saldó con peticiones de dimisiones y con exposiciones críticas sobre las razones del mal resultado de las elecciones del 10-N.
Algunas de las desavenencias se han puesto de manifiesto estos días. La vicepresidenta del Gobierno, Isabel Franco, describió en una entrevista en eldiario.es como "pasado" al otrora portavoz autonómico, Miguel Sánchez. El calificativo no ha sentado bien en el seno del partido, donde Sánchez es una figura valorada por su trabajo en la anterior legislatura. Tampoco ha gustado que se tildara de "inmaduro" a su socio de Gobierno, Fernando López Miras. Este malestar lo manifestó su compañera del Consejo de Gobierno -y también de partido- Ana Martínez Vidal, que, a preguntas de esta Redacción, no esquivó el asunto y dejó claro que “no se debe descalificar a nadie".
Cuatro de los diez consejeros del Gobierno regional son de Ciudadanos. Por sus funciones ejecutivas, Isabel Franco y Ana Martínez Vidal son las dirigentes naranjas con mayores responsabilidades públicas. La portavoz se deshace en elogios sobre los consejeros Miguel Motas y Beatriz Ballesteros (“Son mi apuesta personal", asegura); sin embargo, tras ser preguntada por Isabel Franco, admitía a Murcia Plaza que no tiene "afinidad personal con todos los miembros del Consejo de Gobierno”.
Miguel Sánchez reapareció públicamente la pasada semana. El ahora senador autonómico y todavía portavoz del partido reconocía, en una entrevista con Onda Cero, que Valle Miguélez y Francisco Álvarez deberían dimitir de sus cargos orgánicos por el mal resultado cosechado en las elecciones. Ambos diputados desempeñan funciones importantes en el partido: Miguélez es la secretaria de Organización y Álvarez, secretario de Acción Institucional. Sánchez, no obstante, quitó hierro a las palabras que le dedicó Isabel Franco. "Es una mera anécdota", dijo, relegando el asunto a "un lapsus de la vicepresidenta".
Estas declaraciones se producen en la misma semana que Fran Hervías, el ex secretario de Organización nacional, daba un paso al lado y renunciaba a seguir en el partido, aunque no se marchará hasta que no termine el periodo de transición de la gestora. Hervías es uno de los dirigentes nacionales que mejor conoce la estructura local de la Región. Valle Miguélez se sumó al sector de Ciudadanos que salió en su defensa para pedir su continuidad frente a las críticas que recibió Hervías por parte del andaluz Juan Marín. También Martínez Vidal arropó al ex secretario de Organización. Con la salida de Hervías, Miguélez pierde a uno de sus mejores apoyos.
El partido designó este fin de semana a la gestora que pilotará Ciudadanos hacia su asamblea extraordinaria de marzo. Ningún murciano está presente en el equipo de la gestora, de perfil continuista. Todo apunta a que Inés Arrimadas tomará el testigo de Rivera en marzo, por lo que se ha iniciado una carrera por lograr "más apoyos a nivel regional y a nivel nacional para salir mejor parado", añade López Carvajal. Ciudadanos, presente en una docena de gobiernos municipales, además de San Esteban, se juega decidir un nuevo rumbo que marque las líneas de la reconstrucción del partido.