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vicerrector de responsabilidad social de la UMU

Longinos Marín: "Detrás de cada alumno que no puede pagarse los estudios hay un drama y mucha angustia"

La Universidad de Murcia ha reunido 260.000 euros, a través de una campaña de donaciones, para abonar las matrículas de los alumnos a los que la covid-19 ha dejado sin recursos

10/06/2020 - 

MURCIA. "Se te cae el alma al suelo cuando ves que hay estudiantes, muchos de ellos muy preparados, que no tienen la opción de estudiar porque no pueden pagarse la matrícula. Con la crisis económica que ha provocado el coronavirus, nos hemos encontrado muchos casos así y no podíamos quedarnos de brazos cruzados". El que habla así es Longinos Marín, vicerrector de Responsabilidad Social y Transparencia de la Universidad de Murcia, quien asegura que "vamos a intentar que ningún alumno se quede en el camino por culpa de esta situación tan excepcional". Para ello, explica el vicerrector, se puso en marcha una campaña de donaciones bajo el lema #NingúnEstudianteAtrásUMU, con la que "hemos conseguido reunir, de momento, más 260.000 euros en un fondo extraordinario, con el que podremos dar una solución a unos 260 alumnos, si calculamos mil euros por cada matrícula; que es mucho, porque representan 260 dramas".

Entre estos casos, cuenta Longinos Marín, "se encuentran los de muchos chicos que se pagan los estudios trabajando los fines de semana en bares; yo, sin ir más lejos, fui uno de ellos. Al cerrar los locales durante tanto tiempo, estos estudiantes se han encontrado sin nada de dinero de la noche a la mañana". También, continúa, "nos encontramos con que los padres son autónomos, tienen una tienda, un negocio,... pero han estado tres meses sin poder abrir y eso no lo resiste ninguna economía".

Para ver los resultados de cómo ha afectado la crisis del coronavirus a los bolsillos de los estudiantes y de sus familias no hace falta mirar al próximo curso, porque, como relata Longino Marín, ya se han dado casos de alumnos que no han podido pagar el séptimo (y último) plazo de la matrícula fraccionada. Para el curso que viene, y como medida para facilitar el pago dada la situación generada por la covid, el pago de la matrícula se podrá fraccionar hasta en diez plazos.

El vicerrector apunta, además, que "esta campaña se va a quedar de manera permanente, ya que hay muchas empresas que ahora no pueden realizar una donación, porque la situación nos ha afectado a todos, pero a lo mejor el mes que viene sí, al igual que ocurre con proyectos de la Universidad que no se tiene certeza de que se puedan llevar a cabo y cuya partida se podría donar a este fondo". "El caso -dice Marín- es que cuando se produzca demanda por parte de los alumnos, podamos darles repuesta".

En este sentido, este doctor en Economía y Empresa destaca que "por un lado, le pedimos al personal de la Universidad que donara lo que quisiera o pudiera, aunque dábamos la referencia del 0,7% de los ingresos brutos anuales. En este apartado hemos recaudado en torno a 63.000 euros, lo que está muy bien, porque son donaciones voluntarias y la gente de la Universidad ha respondido. En cuanto "a las empresas y externos, hemos conseguido unos 30.000 más. Y también estamos satisfechos, porque las empresas están muy solicitadas y muchas también están sufriendo este parón. Las que están más vinculadas a la UMU han aportado lo que han podido en esta situación tan difícil".

Finalmente, Longinos Marín señala que hay una tercera vía, que es la que corresponde "a la aportación que procede de proyectos de la Universidad, ya que hay muchas partidas que están presupuestadas en los vicerrectorados, facultades, departamentos, proyectos de investigación,... y que debido, precisamente, a la situación generada por el coronavirus, sabíamos que no se iban a poder ejecutar; hemos querido que los responsables de estas partidas las pudieran donar a este fondo. Así hemos recaudado otros 180.000 euros".

Un mecanismo para activar cuando se necesite

"Teníamos muchas dudas sobre cuánto íbamos a recaudar, pero lo que sí que teníamos claro es que íbamos a tener una demanda importante por parte de los alumnos, porque muchos chavales iban a verse con el susto de no disponer de dinero para pagar la matrícula", afirma el vicerrector de Responsabilidad Social, quien añade que "aunque de  momento está sin cuantificar, porque no todas las demandas son iguales y todavía nos siguen llegando, si inicialmente conseguimos resolverle el problema a más de 260 alumnos, los casos más acuciantes, estaríamos haciendo mucho, porque se trata de situaciones dramáticas y de mucha gente angustiada"

Además, añade Longinos Marín, "lo bueno que hemos hecho es abrir un mecanismo que en cualquier momento se puede activar. Cuando lleguemos a septiembre y veamos que tenemos a otros cincuenta o cien alumnos en esta situación, podremos reactivar la campaña y hacer otra batida". "También es una manera de atender situaciones particulares", apunta el experto en Responsabilidad Social, quien recuerda lo complicado que fue poder solucionar el problema de una refugiada siria, una alumna muy brillante, que no disponía aún de papeles y se ganaba la vida limpiando en una casa. 

Se trata, en cualquier caso, de "habilitar medidas extraordinarias ante casos extraordinarios", porque "desde la Universidad no queremos suplantar a la administración pública, ya que las becas son las que tienen que solucionar los problemas económicos de los alumnos. No obstante, éramos conscientes de que este tipo de ayudas son muy burocráticas y hacen referencia a la renta del año anterior, que no refleja el problema económico que ha surgido a raíz de la covid. Difícilmente el Ministerio iba a reaccionar con agilidad y en la Universidad teníamos claro que había que atender a estas personas". En este sentido, Marín recuerda que la Universidad de Murcia también cuenta con un sistema de becas propias que atiende a alumnos que se han quedado sin la ayuda del Ministerio.

Se trata, en definitiva, de ofrecer soluciones a los problemas que han surgido de una forma inesperada -y eso que "en la Universidad estamos acostumbrados a actuar con mucha planificación", apunta Longinos Marín- y de responder "como lo debe hacer una universidad pública: velando por una sociedad más inclusiva en la que se pueda garantizar el acceso a una educación superior". ¿Hay mayor responsabilidad social que esa?



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