MURCIA. El mundo cultural -muchas veces tan denostado- suele ser el que alivia en los malos momentos, el del entretenimiento en medio de una crisis sanitaria mundial, el de la evasión para no pensar en los problemas, el de la empatía y la catarsis o el de la educación en valores. Y uno de los ámbitos de la cultura que se encuentra en pleno auge es el cine y el panorama audiovisual.
No obstante, el cine no solo nos ofrece ese valor emocional, también puede generar importantes ganancias económicas, algo mucho más valorado en estos tiempos de crisis. Además, la industria audiovisual está viviendo un momento de apogeo gracias al desarrollo de nuevas plataformas; y las localizaciones protagonistas de las películas o series de moda se han convertido en un reclamo turístico, lo que han denominado Screen Tourism.
En España, las grabaciones de series como Juego de Tronos han servido para abonar e impulsar económicamente pequeñas poblaciones del interior de España. Asimismo, comunidades autónomas como Andalucía, las Islas Canarias o el País Vasco han impulsado que sus regiones y ciudades se conviertan en escenario de producciones audiovisuales para, así, incentivar su turismo y cultura.
Sin embargo, no solo se queda en la inyección económica, el turismo también conlleva vínculos culturales que ayudan a conocer la historia y el arraigo de la región visitada. Pero, para que este Screen Tourism se convierta en una realidad es necesaria una Film Commission, que facilite las localizaciones más idóneas para las producciones (en España contamos con 32, en la Región de Murcia es un proyecto futuro).
En la Región de Murcia esa Film Commission ya es un sueño que está muy cerca de cumplirse, ya es una realidad que se esté trabajando para su puesta en marca. A través de ella, la Región de Murcia podrá incentivar y captar producciones audiovisuales para posicionar a la Región en esta industria como una comunidad con facilidades para el rodaje.
A pesar de que hasta ahora no exista una Film Commission, la Región de Murcia ha sido escenario de numerosos trabajos audiovisuales, tanto nacionales como internacionales. Este pasado 2019 las aguas de Mazarrón, por su tranquilidad, fueron las elegidas para que Adú y Massar pasaran su dura travesía en Adú, de Salvador Cano; también, Cartagena estuvo presente en Terminator 6; Liam Neeson buscó venganza en Taken 3; los parajes aguileños formaron parte de The Promise; y La Chispa de la vida de Álex de la Iglesia se descorchó también en nuestra Región. Desde los clásicos del cine español como La vida sigue igual, donde un prometedor Julio Iglesias paseaba por La Manga, o En un lugar de La Manga de Mariano Ozores, hasta producciones internacionales como The Garden of Eden o Me llevarás en ti.
No se debe olvidar que la Región de Murcia también cuenta con figuras que se han consagrado en el mundo del cine, como el aguileño Paco Rabal. Precisamente, Águilas ha sido uno de los escenarios más habituales en las producciones que se han llevado a cabo en la Región: Malena es nombre de Tango (1996), escenas rodadas por Ariadna Gil en el edificio del casino; El furgón (2002), cuyas escenas principales se rodaron en el Hornillo y en la Marina de Cabo Cope con una incipiente Elsa Pataky -finalmente, Paco Rabal murió antes del rodaje y su papel lo tomó Sancho Gracia-; más tarde llegaría El sueño de Paco (2003), sobre la infancia de Paco Rabal y grabadas en la Cuesta de Gos, donde se crió el actor.
La tranquilidad del Mar Menor, los parajes paradisíacos de las playas y calas de Águilas, la mezcolanza de mar y cultura romana de Cartagena, las lagunas rosadas de San Pedro, la naturaleza del noroeste murciano, el medievo lorquino o la elegancia de Murcia, acompañados de una singular gastronomía, son escenarios idóneos para protagonizar cualquier producción audiovisual en la Región y, de paso, desechar la imagen rural y, en ocasiones, desprestigiada de una región tan rica en cultura y paisajes como Murcia.