MURCIA. Una relación de pareja y un monstruo que se alimenta de sentimientos. Intimismo y buenas dosis de terror es lo que promete El Rey de las Polillas, una de las apuestas para este año de Grafito Editorial, que cuenta con la firma de dos murcianos: la de Ángel Abellán en el guión y la de Carlos Morote en las ilustraciones. Así, ¿qué puede salir mal? Esto mismo puede que se preguntaran Ele y Toya, los protagonistas de esta esperada novela gráfica, cuando hace cuatro años iniciaron su historia en común. Pero, ¿qué pasa si un día les invade una sensación de apatía, dejan de disfrutar de esas pequeñas cosas que les hacían felices o desaparece la pasión por esa persona que convertía cada día en una aventura?
El Rey de las Polilla introduce un personaje más en esta relación de pareja: un monstruo aterrador que se alimenta de sentimientos y que no parará hasta que se apodere de todo lo bueno que hay entre ellos para, después de dejar sus vidas como un montón de cristales rotos, avanzar hacia sus siguientes presas. "Pero esta vez no se lo van a poner fácil, pues van a pararlo como sea", adelantan sus autores. Por su parte, la editorial anuncia que se trata de "un cómic intimista y sincero con altas dosis de terror. No lo dejes escapar, pues te va a sorprender".
Cuenta el dibujante Carlos Morote que se trata de una idea que nació en 2018 y que, tras presentar el pitch (la propuesta) en distintas editoriales, fue Grafito quien apostó por ella. En este sentido, destaca que esta editorial, relativamente joven y que se ha posicionado en el mundo del cómic por la calidad de sus productos, se ha puesto del lado de los artistas españoles al decantarse por las historias propias.
No obstante, hizo acto de presencia la pandemia, que paralizó como otras tantas cosas el lanzamiento del cómic -previsto para finales del año pasado-, por lo que los dos creadores murcianos tuvieron tiempo para hacer algunos reajustes y para tomárse con calma la realización del proyecto. Pero ya se encuentra en la recta final y este será, cuando la pandemia lo permita, el año del lanzamiento de El Rey de las Polillas, una novela gráfica compuesta por un total de 128 páginas que la editorial ya está anunciando como una de las grandes sorpresas de 2021.
El retraso en la publicación de El Rey de la Polillas le ha permitido a Carlos Morote embarcarse en otros proyectos, como es el caso del cuadernillo de actividades San Javier: ciudad del aire, junto al guionista Andy Scott. El Ayuntamiento de San Javier ha editado 15.000 ejemplares, que ha distribuido en centros escolares, así como en establecimientos comerciales y de hostelería. Editados en español e inglés, ofrecen un contenido ameno y didáctico sobre la cultura aeronáutica ligada con el municipio de San Javier.
Así, el cuadernillo cuenta con numerosas actividades como sopas de letras, crucigramas, laberintos o un avión recortable, además de dos páginas de cómic. "Andy se encargó del guion y las investigaciones, y un servidor de los dibujos", explica Morote, quien adelanta que, dada la aceptación que ha tenido la iniciativa, el Ayuntamiento no descarta realizar otro cuardenillo sobre la Patrulla Águila; pero ese proyecto aún está en el aire (nunca mejor dicho) .
Así es como el autor de El Rey de las Polillas se describe en su perfil de Grafito Editorial:"Soy guionista y también investigador. O investigador y también guionista. No lo sé. Soy un montón de cosas. Soy hipocondríaco (...) Así que cuando me preguntan por qué escribo guiones y por qué me dedico a la ciencia, yo nunca digo la verdad. La verdad es que necesito contar historias para luchar contra mi absurda cabeza, para intentar desliar (siempre sin éxito) una maraña de sentimientos que no sé comprender. Pero también necesito la ciencia para luchar contra mi caos, para tener los pies en el suelo, para pensar antes de ir a un hospital creyendo estar al borde de la muerte, para… para llevar una bata blanca y fliparme muy fuerte (todas las razones son igual de lícitas, que lo sepáis). ¿Podría vivir sin ciencia o sin cómics? Pues no, no podría".
Por su parte, Carlos Morote le echa imaginación a su biografía: "Todo comenzó el día en que un vulgar ratero asesinó a mis padres. Ese mismo día, caí por un agujero que daba a una cueva repleta de murciélagos… Ummm… no, no creo que cuele. Veamos. Todo comenzó el día en que un robot vino del futuro para decirme, con acento austríaco, que tenía que dedicarme a esto de los cómics si quería sobrevivir… Ummm… Vale, quizá lo anterior me lo he inventado un poco. La realidad es mucho más sencilla. Atravesaba por un momento complicado en mi carrera como arquitecto, así que mi novia optó por buscarme un curso de dibujo de cómics para animarme. En aquella misma época conocí a mi amigo Andrew Scott. Con una cerveza en mano, como se hacen las cosas importantes, decidimos enfocar nuestras carreras a algo totalmente diferente. Al día siguiente me escribió un mensaje al móvil ¡Hagamos una novela gráfica! ¡Por supuesto que sí! – dije".
El dibujante murciano añade: "Desde entonces, curro lo máximo posible para hacer de ésta mi profesión. Storyboards para agencias de publicidad, algún encargo que otro y tras un par de accésits en el certamen CreaMurcia de cómic. Conocí a Fernando Dagnino (DC, DarkHorse). Junto a él, he colaborado en el cómic del videojuego Vesta (Finalboss Games), en el cómic Refugiados: viñetas solidarias (Spaceman Project) y en el cómic L’Agent (Glénat). Después conocí a Ángel Abellán. Tras darme cuenta de que hay gente aún más trastornada que yo, le dije “¿Por qué no escribes una historia para mí? Pero una que lo pete, que me quiero forrar. Y escribió El Rey de las Polillas. Y ahora, si me disculpáis, sigo dibujando".