crónica política

Ciudadanos y PSOE, el amor no correspondido de la legislatura: en busca de una nueva oportunidad

14/02/2021 - 

MURCIA. Nunca lo tuvieron tan fácil Ciudadanos y el PSOE para firmar alianzas en la Región de Murcia. Los dos partidos suman en la Asamblea Regional una mayoría absoluta, clara y sin necesidad de más socios. Pero ambas formaciones han trazado caminos muy diferentes en la legislatura. Ciudadanos se decantó por el PP para gobernar en San Esteban, siguiendo la estela de la dirección nacional -entonces liderada por Albert Rivera-, que fijó como socio preferente a los populares. Y desde entonces hasta hoy, han protagonizado más choques que apretones de manos. La primera vez que coincidieron fue en enero de 2020, cuando los naranjas se desligaban del PP y, junto con el PSOE, tramitaban el decreto del Mar Menor como proyecto de ley, para buscar más consenso parlamentario. Aquel paso fructificó en el hasta ahora único gran pacto de la legislatura, la ley de Recuperación y Protección del Mar Menor

Ahora surge una nueva oportunidad con los Presupuestos de este año, todavía en mantillas (sólo se ha aprobado el techo de gasto). La formación liberal, castigada en las urnas y en las encuestas, quiere trazar otro rumbo desde que Inés Arrimadas se hizo con el liderazgo del partido y desde que se designó nueva líder en la Región, con Ana Martínez Vidal al frente. Desde entonces, Ciudadanos ha pronunciado sonoros desmarques del PP. La prueba del algodón del cambio de estrategia llegó con el escándalo de la vacuna de la Consejería de Salud. Martínez Vidal tardó muy poco en exigir la cabeza del consejero Villegas, presionó a su socio de Gobierno y acabó forzando su salida.

Otra muesca ha sido el cambio de preferencias para las alianzas de los Presupuestos. Si el año pasado la formación naranja suscribía un preacuerdo a tres bandas con el PP y Vox, esta vez no quiere sentarse con el grupo que lidera Juan José Liarte -cuyos tres diputados no responden a la disciplina del partido- ni con el diputado Pascual Salvador -el único reconocido por Santiago Abascal-. Tampoco con Podemos. La consigna es clara: sólo se negociará con el PP y con el PSOE, los dos grupos mayoritarios de la Asamblea. Cerrado ya el acuerdo con el PP -aunque las cuentas siguen sin estar aprobadas en Consejo de Gobierno-, Ciudadanos ya ha ofrecido a los socialistas reunirse para pactar el Presupuesto.

No será, sin embargo, una tarea fácil alcanzar un acuerdo a tenor de la primera reacción del PSOE. Diego Conesa valoraba el gesto, pero enfriaba el entusiasmo de Ciudadanos: no habrá conversaciones si hay 'pin parental' y si no se revela la lista de altos cargos que se han saltado la cola. El líder del PSOE regional pedía a Martínez Vidal que diera un paso más con Fernando López Miras para que no incluya los polémicos permisos familiares en los Presupuestos. El alhameño expresaba que "el PSOE tiene la mano tendida para que se materialicen los cambios que se necesitan en la Región, pero depende de Martínez Vidal recoger el guante y hacerlos realidad". 

La réplica de Ciudadanos llegó desde la rueda de prensa del Consejo de Gobierno. "Las cuestiones ideológicas no son la prioridad para los murcianos", sostenía Vidal, que defendía que su oferta "es irrechazable". Los naranjas abogan por "reforzar la Educación, fortalecer la Sanidad con una oferta extraordinaria para consolidar el empleo y ofrecer cinco días de descanso a los sanitarios", así como por un "plan de salvamento" para las pymes y autónomos. También apuestan por desarrollar la reforma de la Ley contra la Violencia Machista. "Creemos que el acuerdo con el PSOE es posible", asegura la coordinadora de Cs.

Una comisión sin el PP en la mesa

Si el primer cruce de palabras se desenvolvió con posturas alejadas, el primer gesto político, en cambio, se saldó con satisfacción. La comisión de investigación se constituía este viernes con Valle Miguélez (Ciudadanos) como presidenta y con las socialistas Toni Abenza como vicepresidenta y Virginia Lopo como secretaria. El PP se quedaba fuera de la mesa de la comisión, para estupor de los populares. "La pinza Cs-PSOE es una cacicada", criticaba el portavoz del PP, Joaquín Segado, que aducía que su grupo parlamentario merece estar en el órgano porque es el segundo más numeroso de la Cámara.

Los contactos entre naranjas y socialistas, de hecho, ya han provocado los recelos del socio de Gobierno. El PP, que en todo este tiempo se ha cuidado de no cargar contra Ciudadanos, calificó sin tapujos la comisión de investigación como un "ariete" contra los populares utilizado "por partidos en caída electoral", en referencia a que tanto socialistas como liberales son los peores parados en las encuestas. "A ninguno le interesa conocer la verdad, a ninguno le preocupa conocer el listado real de vacunados en la Región", recriminaba Segado.

Ciudadanos y PSOE tienen la suma directa para sacar iniciativas parlamentarias. Y por ahí puede empezar la ruta para los entendimientos, una vía que hasta ahora no se ha frecuentado con asiduidad. Por el contrario, la senda ha estado salpicada de roces y encontronazos. Conesa, que todavía tiene muy presente que Ciudadanos prefirió a López Miras para formar la coalición, les ha acusado en numerosas ocasiones "de cogobernar con la ultraderecha y actuar como mera comparsa del PP". Además, en Princesa escoció mucho que los naranjas no apoyaran la creación de una comisión de investigación sobre el 'contrato de las ambulancias', una iniciativa que no vio la luz. Pero todo puede cambiar en política. El escenario, de hecho, ya está variando. Ciudadanos y PSOE, dos amores no correspondidos, todavía están a tiempo de 'arreglar' su relación.

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