fotogalería
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CARTAGENA. Podrían parecer personajes del Chicago de los años 20. Pero no, es la Cartagena de finales de aquella década; una ciudad en la que se podía percibir una recuperación económica y a cuya burguesía le gustaba ir 'a la moda': ellas con abrigos con cuello y puños con piel, faldas más cortas, estolas, sombreros con forma de casco y medias melenas onduladas; y ellos, con trajes de chaqueta de tres pieza y sombreros 'fedora' al más puro estilo de los gánsteres de las películas de Hollywood. Así retrató el gran fotógrafo José Casaú a muchos cartageneros de aquella época paseando por unas animádismas calles del centro, como la calle Mayor, las Puertas de Murcia, Héroes de Cavite o el Puerto. Un legado que conserva y difunde el Archivo General de la Región de Murcia, que ha reunido 439 de estas imágenes de personas y grupos retratados por Casaú en una galería temática, que se puede contemplar al completo en su página web.
Se trata, principalmente, de personas de clase acomodada en lo que parece ser un día festivo -ya que muchas de las mujeres también lucen una mantilla en la cabeza- aunque también aparecen personajes humildes (se pueden ver limpiabotas llevando a cabo su trabajo en la Calle Mayor o vendedores), así como grupos de familias, amigos o soldados.
Estamos hablando de una década en la que Cartagena vivió un boom y de la que datan, según recoge la página Región de Murcia Digital, la plaza de España, el paseo de Alfonso XIII, la fase definitiva de relleno del Almarjal y la urbanización del Ensanche. También se construyó la Capitanía, la plaza de San Francisco, las plazas de la Merced y Jaime Bosch, y se inauguró el Monumento a los Héroes de Cavite y Santiago de Cuba (que se ve de fondo en algunas imágenes). También en aquellos años se redactaron y tramitaron los proyectos de traída de aguas potables desde el embalse del río Taibilla. Además, en el aquel primer cuarto del siglo XX había abundante trabajo en los astilleros cartageneros, que reportaban dinamismo a la ciudad. En 1928, asimismo, el prototipo de submarino de Isaac Peral fue remolcado desde Cádiz a Cartagena y montado sobre un monumento en la explanada de la Base de Submarinos.
Respecto al artífice de este medio millar de imágenes, José Casaú Abellán, cabe decir que aunque nació en Lorca su familia emigró a Cartagena siendo él pequeño. Según su biografía, que también se puede consultar en AGRM, desde muy joven trabajó para ayudar a la economía familiar desempeñando diversos oficios como repartidor de carbón o panadero; incluso probó suerte como torero en Sevilla, pero alcanzaría el éxito como empresario fotográfico.
En 1909, comenzó a vender tarjetas postales por los cafés de la ciudad, un negocio entonces boyante debido a la generalización del coleccionismo tras el abaratamiento de los costes, y apenas dos años después (1 de abril de 1911), con las ganancias conseguidas, alquiló un local en la calle Mayor: Blanco y Negro. Allí se le presentó la oportunidad de adquirir de un cliente una cámara fotográfica con lo que completaba perfectamente su negocio al permitirle realizar las fotopostales que vendía. Consiguió cuantiosos beneficios vendiendo a la tripulación de los buques que llegaban al puerto de Cartagena tarjetas postales de los barcos hechas por él mismo.
Su trabajo fue alcanzando fama y prestigio por lo que aumentó su clientela, teniendo que trasladarse a un local más apropiado. El diario "El Porvenir" de 10 de enero de 1917 recogía la noticia "Nuestro querido amigo el fotógrafo D. José Casaú ha adquirido la acreditada galería fotográfica de Gómez Ros establecida en la calle de Osuna (actualmente C/Cañón). La inauguración se verificará en breve". En la prensa del momento se anuncia como "J. Casaú, fotógrafo, sucesor de Gómez Ros". Su formación no fue exclusivamente autodidacta, ya que estudió con Leonardo, el fundador de la saga fotográfica de los Hernández, que se había establecido en la ciudad a finales del siglo XIX.
Posteriormente volvería a trasladar su tienda al principio de la calle Mayor, cerca del Ayuntamiento, en la que pasará a ser sede definitiva del negocio. Pronto se convirtió en el fotógrafo semi-oficial de la Marina, el Arsenal y el Club de Regatas, sin dejar de atender a la numerosa clientela que acudía a él para ser retratada. A toda esta actividad hay que añadir sus numerosos trabajos para la prensa gráfica, especialmente para 'Cartagena Ilustrada', donde destacan sus fotografías de las 'stars' cartageneras. Propició también la difusión de la fotografía entre los aficionados, con sus representaciones comerciales de casas como Kodak y AGFA.
Añade el Archivo Regional, que fue un personaje conocido y relevante en la sociedad cartagenera de su época, de la que le interesaban todos los acontecimientos y espectáculos, muchos de los cuales plasmó en sus fotografías. Fue presidente del Cartagena F.C., empresario de la Plaza de Toros y del Teatro Principal, que adaptó al cine sonoro, y benefactor de la Casa de Misericordia (también ampliamente fotografiada), así como de otras actividades a favor de los más desfavorecidos. Su actividad como fotógrafo profesional fue languideciendo desde el final de la Guerra Civil y prácticamente desde los años cuarenta las fotografías de su firma fueron realizadas por su hijo Enrique o por otros colaboradores del estudio. El se dedicó desde entonces exclusivamente a sus otras actividades comerciales.
Enrique Casaú Egidio, segundo hijo varón de José Casaú fue otro apasionado de la fotografía, que para él representó tanto su profesión como su vocación. Formado desde niño en el estudio de su padre, se preocupó en ir actualizando y completando esa formación inicial. Su hermano José se ocupaba del aspecto empresarial de la firma, y su hermana Caridad, de la tienda. Mantuvo la especial relación que su padre había adquirido con las Fuerzas Armadas, muy singularmente con la Marina, realizando numerosos reportajes sobre juras de bandera, botaduras de barcos y acontecimientos similares. Cabe afirmar que desde mediados de los años cuarenta, momento en que su padre se retiró, las fotografías de Casaú son, en su inmensa mayoría, de su autoría.
El fondo de Casaú consta de más 11.000 fotografías. Las más antiguas y valoradas del fondo, casi 4.000 (unas 2.500 en placas de cristal), incluyendo las reproducciones, fueron realizadas por José Casaú Abellán. A Enrique Casaú Egidio y a algunos colaboradores del estudio corresponde la autoría de la mayor parte del fondo, más de 6.000 fotografías, de ellas aproximadamente 1.550 en color. Finalmente a Enrique Casaú Valencia pertenece la última parte de la producción, las fechadas tras la muerte de su padre.
El retrato y el reportaje son la base de la fotografía y de ambos se nutre abundantemente el fondo Casaú. En cuanto al reportaje hay que señalar que José Casaú fue un auténtico pionero del fotoperiodismo con sus excelentes trabajos sobre acontecimientos tan significativos como la inauguración, por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia del monumento a los héroes de Cavite y Santiago de Cuba, en 1923, otra visita del rey correspondiente a 1927 o la Coronación de la Virgen de la Caridad del año 1923, reportaje del que se sentía particularmente orgulloso. Otros recogidos por su cámara son el regreso del submarino Peral, el banquete popular al alcalde don Alfonso Torres o la colocación de diversas primeras piedras.
Buena parte del fondo, 10.008 fotografías, están digitalizadas y accesibles en Internet dentro del Proyecto Carmesí.
La memoria de Cartagena cobra color de la mano del cronista Luis Miguel Pérez Adán