Las distopías postapocalípticas son una moda que está pegando fuerte, seguramente por los problemas climáticos que sufre el planeta, entre otros que pueden diezmar la población humana, pero Silo marca la diferencia. Más que alertar sobre los desastres ecológicos, quiere funcionar como metáfora de la sociedad. Arriba la elite, en el medio los de cuello blanco, abajo los de cuello azul. Entremedias, una escalera de caracol enorme que se tarda una vida en subir. Los ascensores están prohibidos por el Pacto constitucional
La serie de Lee Sung Jin sobre las consecuencias de un incidente de tráfico entre dos personas asfixiadas por su trabajo, ya sea en forma de deudas o de falta de tiempo libre, indaga de forma divertida en una realidad social hilarante e hipercompetitiva en la que solo se sale adelante aplastando a los demás. No por casualidad, hace un cuarto de siglo, Zhang Yimou ya advirtió el rumbo que tomaba China con una historia en los mismos términos sobre el Pequín capitalista
La información de inteligencia de los grandes conflictos mineros de Inglaterra en 1984 sigue clasificada hasta 2066. Todavía sigue habiendo muchas incógnitas y comunidades que, décadas después, siguen divididas entre quienes fueron a la huelga y quienes fueron esquiroles. La serie de la BBC Sherwood profundiza en este contexto relatando dos crímenes reales que se produjeron veinte años después, pero derivados de la lucha de Thatcher contra los sindicatos mineros.
La guionista Kristen Dunphy ha tenido durante décadas problemas de salud mental. Cuando dio a luz a su segundo hijo, sufrió depresión postparto y acabó ingresada en un psiquiátrico. Toda esa experiencia la reflejado en una serie que nace con la premisa de que "todos estamos locos" y trata de afrontar con humor algo a priori tan trágico como los problemas mentales. La mayoría del elenco que participó en la serie también tiene un pasado psiquiátrico
El consumo masivo de series e incluso compulsivo llegó a nuestras vidas con las siglas de HBO por delante. La cadena apostaba por productos arriesgados a los que financiaba generosamente, es lo que se conocía como "de calidad", pero las nuevas posibilidades tecnológicas, que aumentaron de forma exponencial la competencia, redujeron sus posibilidades y rentabilidad hasta el punto de que su nombre se va a caer de la plataforma más para no ahuyentar al público general
José María Aznar sigue cobrando de Rupert Murdoch. Se han cumplido veinte años de la guerra de Irak y ya nadie duda de las fake news que difundieron, no activistas ultras en redes, sino gobiernos para desatar una agresión militar con el apoyo de este magnate. Solo quedan saber los porqués de la operación. La figura de Murdoch en Gran Bretaña no se limitó a Irak, durante años fue un poder por encima de las instituciones capaz de poner o quitar gobiernos. Un neodictador
Ponerse delante de una cámara a leer las noticias del día lo pueden hacer periodistas de largo recorrido que han participado en la elaboración de esos contenidos o bustos parlantes, cuyo mérito es simplemente "dar en cámara", algo que se tiene o no se tiene. La serie australiana The Newsreader entra en este fenómeno en la era de la explosión de la televisión, 1986, una etapa que duró hasta la aparición del streaming, y que convirtió este medio y a sus profesionales en algo todopoderoso
El productor ejecutivo de Juego de tronos estrena el ecothriller El quinto día en Movistar+
Como una orquesta con coro y director a lo Von Karajan, esta semana ha explotado en las redes el escándalo sobre una serie cuyos productores, lejos de disimular, han titulado con esa misma palabra, 'Escándalo'. Sin embargo, obras mucho más edificantes, y que darían pie a debates mucho más polémicos y sensibles, pasan desapercibidas aunque se estrenen en el mismísimo Cannes
El director Hugo Blick es inglés, pero creció en Montana a finales de los 80, cuando sus zonas rurales seguían siendo naturaleza salvaje como siglos atrás. Aprendió a cazar y a montar a caballo y, ahora, aunque pide perdón a los a veganos, ha firmado una serie bajo esas premisas pero situando de protagonistas a un nativo americano pawnee y a una mujer. El resultado es Tarantino cien por cien, pero para mostrar la crueldad del hombre blanco no habría que forzar los estereotipos de malvados, sino al revés, porque los genocidios se cometen con mucha naturalidad por personas perfectamente normales. Eso sí que es aterrador
Presenta Hulu un hype de dimensiones colosales con The Bear. Una serie de narración vertiginosa, pero de argumento bien vacío. Si hay que buscar dos referencias a su guión son, inequívocamente, el reality Pesadilla en la cocina y, en cuanto al formato, un telefilm de sobremesa de temática navideña. Sin embargo, no está bien visto criticarla, ya que viene con una BSO muy indie y parte del público la ha adoptado como fetiche
La segunda temporada de White Lotus ha superado con creces la primera entrega, que tampoco estaba nada mal. En esta ocasión, la trama coral se desplaza a Sicilia, solo le sobrevive un personaje, Tanya, pero el humor gana enteros. Tal vez sea porque, por los motivos que sean, se puede hacer humor con los italianos del sur sin miedo al qué dirán. Igual se deba a que aparece un chaval de Stanford retratado como un moralista prepotente, en lugar de ser todo el guión elaborado para el paladar de Stanford. Por lo que fuere, esta temporada merece un monumento
Muy discutible lista de mejores series de la revista 'Rolling Stone'. No solo prefiere las versiones estadounidenses a las británicas cuando se trata de la misma serie, sino que omite obras maestras absolutas, como 'A dos metros bajo tierra', y premia productos que solo tienen como mérito haber triunfado en los últimos tres años. Lo peor es lo que pone de manifiesto, que la era de las grandes series como 'Los Soprano', 'Mad Men', 'The Wire' o 'A dos metros bajo tierra', se fue para no volver. El mercado ya no admite guiones tan ambiciosos en series con temporadas
Morfydd Clark, la nueva Galadriel: "La diversidad puede enfadar a alguna gente, pero hemos hecho lo correcto"
La serie documental del canal Arte 'La respuesta a casi todo' se preguntó hace un par de semanas por la guerra. Es un hecho que la utopía de la paz mundial que se creía posible en los años 90 no ha hecho más que esfumarse. La democracia iba a ser la solución a todos los males, estaba demostrado que las democracias no generan guerras entre sí, dicen los expertos, pero de forma inesperada estas han empezado a menguar y las que quedan, pierden calidad
Un reportaje del New York Times recoge la opinión de residentes y vecinos de Baltimore sobre el impacto que tuvo The Wire. Muchos de ellos se quejan de que ahora la fama de la ficción precede a la ciudad y que sus problemas se han convertido en un divertimento. No faltan visitantes voyeurs de la violencia y degradación de los barrios ni locales blancos de clase media que se enorgullecen de vivir ahí como si eso les hiciera parecer más duros, aunque no pisen las casas bajas
Una serie estudios encontró que a mediados de los 90 empezó a descender la inteligencia media. Estos hallazgos sirvieron para culpar a la inmigración e impulsar sectores como la educación privada, pero estas tesis eran falsas. La inteligencia disminuye también entre los miembros de una familia de diferentes generaciones. Las causas están en la contaminación, que afecta al tiroides y como consecuencia al cerebro; el desarrollo tecnológico que facilita tareas como orientarse con GPS y, sobre todo, el exceso de información que nos impide cribar
Después de mucho resistirme, he dado mi brazo a torcer. Veo series, como casi todo el mundo. Debo decir que tengo buen gusto al elegirlas. Soy fan de ‘Downton Abbey’. La historia de los Crawley me tiene atrapado. ¡Lo que hubiese dado por trabajar para unos condes ingleses!