MURCIA. El anuncio de Pedro Sánchez de plantearse su dimisión ha desatado un tsunami sin precedentes en la política española. El PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, se moviliza para conseguir que el presidente siga al frente del Gobierno. "No nos puede doblar el pulso la jauría extremista con bulos, mentiras y patrañas para intimidarnos", como así arengaba uno de sus hombres de confianza, el ministro Félix Bolaños. Pero quien más ha verbalizado el apoyo del PSOE hacia su secretario general ha sido Rodríguez Zapatero. En una entrevista en la cadena SER, pedía: "A los compañeros, a las compañeras, a los simpatizantes, a los simpatizantes les pido que se movilicen en favor de la democracia del respeto, en favor de la justicia, y en favor de la tarea de Pedro Sánchez. Hay que apoyarle, arroparle".
La decisión del presidente de parar y reflexionar ha condicionado el rumbo de la política española. En su misiva dirigida a la ciudadanía, el jefe del Gobierno sostiene que quiere responderse a la pregunta sobre si merece la pena continuar o debe "renunciar a este alto honor": "Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor". También lamenta "la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática" han tratado de hacer de él al tiempo que sostiene que "nunca" ha tenido "apego al cargo".
Todo ello tras conocerse que un juzgado ha abierto diligencias para investigar a su esposa, Begoña Gómez, tras una denuncia del grupo Manos Limpias por presunto tráfico de influencias y supuesta corrupción en los negocios. Sánchez cancela su agenda pública y se da un plazo de cinco días, hasta el lunes, para decidir si sigue al frente del Gobierno, en una decisión insólita en la política española. La noticia llega en un momento político clave, con unas elecciones catalanas a la vuelta de la esquina (12 de mayo) y unos comicios europeos poco después (9 de junio). Si dimite, el Gobierno quedaría en funciones y María Jesús Montero, la actual vicepresidenta primera, se colocaría al frente del Ejecutivo. No puede convocar elecciones hasta el 29 de mayo (debe haber un año entre la anterior convocatoria electoral).
La derecha, en cambio, no se lo cree. Piensa que hay una estrategia detrás, "una operación de supervivencia política". El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, considera que Sánchez está "secuestrando" el país: "Un presidente respetable no nos somete al bochorno internacional". En su opinión, el jefe del Gobierno "hace lo mismo" de los últimos cinco años: "Pensar en sí mismo". Y le culpa de "abandonar sus obligaciones para eludir sus responsabilidades: "No lo puede hacer ningún español, menos él".
Los autores de la denuncia, el sindicato Manos Limpias, admiten que puede que su texto esté basado en noticias falsas. Al menos, así se desprende del comunicado emitido este mismo jueves, en el que defienden que su denuncia se basa en informaciones periodísticas y si estas fueran falsa sería responsabilidad de los medios, no del sindicato. Aseguran que en su actuación "no ha habido el más mínimo acto falsario" y alegan que tuvieron conocimiento a través de varios diarios digitales "de una serie de informaciones que afirmaban presuntas irregularidades, que pudieran ser presuntamente delictivas, en el comportamiento de la esposa" de Sánchez. Así, "tras observar que la Fiscalía no actuaba de oficio, pese a que las referidas noticias llevaban semanas publicándose", decidieron "poner en conocimiento del juzgado competente dichas informaciones mediante la oportuna denuncia". La Fiscalía, sin embargo, ha recurrido y pide el archivo de la investigación contra Begoña Gómez.