Imágenes de diferentes reformas realizadas en la Casa de los Nueve Pisos de Murcia (facilitadas por OC Real Estate)
MURCIA. Cuentan que fueron los altos edificios de Manhattan de principio de siglo XX los que inspiraron el primer 'rascacielos' de Murcia, el edificio conocido desde entonces como Casa de los Nueve Pisos. El promotor de su construcción -que empezó sobre 1914 donde antes estaba un Colegio de la Anunciata- fue el empresario murciano José García Martínez y se le encargó al arquitecto José Antonio Rodríguez Martínez. La torre que entonces dejó sin habla a los murcianos, y que hoy en día es un edificio BIC, aún conserva esos aires neoyorquinos que le dan una personalidad única en el centro de Murcia. Muchas de sus viviendas han sido reformadas para aunar esos reflejos del pasado con el diseño y la comodidad que demandan las familias de hoy en día.
La inmobiliaria OC Real Estate, cuyas oficinas se encuentran en los bajos del icónico edificio, se ha encargado de realizar algunas de estas reformas en un inmueble que cien años después de su construcción sigue albergando viviendas, oficinas y distintos locales de restauración, entre otros.
Dejar al descubierto el ladrillo original característico del edificio, las vigas de hierro (que convierten la construcción en una de las mejor preparadas para los seísmos al tener este material cierta elasticidad de la que carece el hormigón) o los característicos techos de forjado de revoltón son algunos de los elementos que se han recuperado y potenciado en estas reformas que ha realizado la inmobiliaria en colaboración con diferentes estudios de arquitectura murcianos, como son Albero Arquitectos y Jésus Galera, de Metamorfismo. Son rasgos singulares que aportan personalidad -histórica y estética- y que se encontraban en el origen de estas casas, esperando que se les diera un merecido protagonismo. Lo comparten con elementos actuales que acentúan el contraste entre pasado y presente.
"La escasez de suelo y de nuevas promociones de viviendas son dos factores que afectan fundamentalmente a los inmuebles del centro de la ciudad, donde se concentran las viviendas más antiguas, que en muchos casos nunca se han reformado o bien han estado deshabitadas durante algunos años, resultando cada vez menos atractivas para posibles compradores", señalan desde la inmobiliaria. Añaden que en estos casos puede ser conveniente para los propietarios abordar unas reformas básicas de acondicionamiento, "un lavado de cara de mínimo coste que, por una parte, no condicionen las obras de mayor calado que quieran acometer las personas interesadas en este tipo de viviendas céntricas y, por otra, permitan amortizar sobradamente los gastos en los que se incurran con este propósito, al permitir un incremento significativo del precio final de la transacción". El precio de una de estas reformas pueder rondar los dos mil euros.
Cogiendo de ejemplo una de esas intervenciones en una vivienda de los Nueves Pisos de 114 m2 construidos (en concreto, una llevada a cabo con Albero Arquitectos), se puede observar que la distribución original se presentaba muy cerrada y muy compartimentada, como era habitual en estas casas antiguas. El objetivo principal de la reforma era abrir el espacio, permitiendo una mayor amplitud y continuidad visual con el consiguiente aumento de luz natural. El primer punto fue unir en un solo espacio el salón, el comedor y la cocina. El sentido de integrar estos tres espacios en uno es la de mejorar la vida social de la vivienda, eliminando los obstáculos que puedan impedir una interacción directa entre las estancias principales de la vivienda.
Asimismo, se añadió un nuevo dormitorio, siendo tres en total, permitiendo así adaptarse al modelo de vivienda que mayormente se demanda en la zona para poder acoger a una familia con dos hijos. El lavadero, inicialmente integrado en la cocina, se elimina y se sustituye por una sala de lavandería.
En el diseño interior, la materialidad juega un papel fundamental combinando diferente texturas. Para crear ese guiño a la originalidad del edificio, se propone descubrir los materiales originales de construcción en dos actuaciones. En la fachada principal, se elimina el enlucido de yeso dejando al descubierto el ladrillo original característico del edificio. Esto mismo se hace para el techo del espacio principal de la vivienda (salón-comedor), dejando vista la cara inferior del forjado de revoltón. Para el resto de la vivienda, se opta por el uso de materiales naturales, como distintos tipos de madera, vidrio y piedra, dando un ambiente de calidez y elegancia.
La iluminación se actualiza, optando por la instalación de tiras LED que, con la configuración adecuada dotan al espacio de continuidad lumínica Al tratarse de un edificio catalogado BIC con la fachada protegida, ésta no puede alterarse ni formal ni estéticamente. Sin embargo, la carpintería original de madera se sustituye por una de PVC, mejorando la tanto el aspecto energético como acústico.
La combinación de todas estas intervenciones da como resultado un espacio agradable y actualizado, con una estética que fusiona elementos del presente con los originales del edificio, manteniendo así la identidad del mismo. Este cambio, junto a la redistribución de los espacios, dota a la vivienda de un gran atractivo, permitiendo que tanto esta como el edificio sigan manteniéndose en uso durante mucho más tiempo.