CARTAGENA. María de Juan presenta este sábado en el Auditorio el Batel de Cartagena su último disco. Un concierto especial para esta artista, de formación británica y amplia cultura musical, puesto que su padre, el actor teatral Jorge de Juan, nació en la ciudad portuaria.
La artista de raíces granadinas y cartageneras, pese a los inconvenientes de la covid-19, ha amenizado las noches de verano de muchas ciudades con las canciones su disco. Un disco que tiene por hilo conductor el tiempo, las horas que transcurren a lo largo del día. Un trabajo con muchos matices, la influencia del soul y un estilo, como ella apunta, "muy inglés, pero escrito en castellano".
La cantante cuenta a Murcia Plaza cómo ha sido el camino hasta encontrar su hueco en el mundo musical, cómo fue conocer al guitarrista de Maldita Nerea y los detalles de este primer trabajo discográfico.
¿Qué nos cuenta este disco tan peculiar, 24/7?
Se trata de un disco conceptual en torno al tiempo. El año que estuve componiendo, cogí textos que tenía escritos y me di cuenta de que lo primero que hago siempre que me pongo a escribir es poner la hora en mi cuaderno, y que esa hora y los sentimientos que plasmaba estaban relacionados. Había horas y patrones que se repetían cada día en la misma franja horaria. Por ejemplo, la inseguridad solía ser por la mañana y por la noche había como dos franjas: la parte más salvaje y luego como la parte más melancólica.
Me hizo darme cuenta de esta asociación y quise ponerlo en contexto para aquella persona que quisiera emprender el viaje conmigo y escucharme, por ello, le he metido entonces a cada canción una hora del día.
Tu música contiene muchos matices y has tenido gran influencia del soul, ¿te encuadras en algún género concreto?
He cantado soul toda mi vida y he cantado en inglés, pero a la hora de hacer este disco y emprender mi carrera profesional más seriamente y en solitario nunca he pensado "voy a ver en qué estilo quiero cantar o qué estilo quiero hacer".
Me he dejado llevar por la música, en el año que estuve componiendo pude fluir y escuchar mi intuición. Creo que en el disco sí que se reflejan influencias de música que he tenido durante toda mi vida, como bandas anglosajonas tipo The Cure o un estilo más moderno new soul, o bandas que mezclan lo electrónico como Machine Attack.
Sin embargo, el disco no deja de ser música pop porque es un disco comercial, creo que he hecho un disco muy inglés en castellano y eso es lo que pienso que lo hace especial.
¿El público británico es más receptivo al tipo de música que haces que el español?
La respuesta es no. Leí en The Guardian que el público británico era menos receptivo a música que no fuera en inglés, ponían de ejemplo a algunos artistas de reggaetón de gran éxito internacional, como Luis Fonsi o J. Balvin, que no han podido llegar a las discotecas ni a los número 1 de allí.
En Inglaterra he aprendido y sigo aprendiendo un montón, me ha servido para formarme y tengo planeado ir y dar algún concierto, antes del coronavirus tenía previsto presentar allí 24/7. Pero ya no enfoco mi carrera al Reino Unido, prefiero centrarme en el mercado español y latinoamericano.
¿Cómo vislumbras el futuro del artista en la era postcovid y la nueva normalidad?
Lo veo bastante mal, creo que estamos viviendo algo desolador. Va a poder seguir adelante el que esté ahora componiendo, preparando material y el que sea más fuerte porque a los artistas también nos afecta a un nivel espiritual y hay que ser fríos. También, creo que si no recibimos la ayuda de los gobiernos, por ejemplo ahora con el cierre de las salas, si no inyectan dinero para que estas salas no se acaben -como han hecho en el Reino Unido- esto va a ser muy complicado.
En mi caso personal, estoy intentando disfrutar de mis conciertos de verano, que son muchos, porque no sé cuándo voy a poder tocar en directo y, así, prepararme para lo que viene en septiembre.
He grabado dos bonus track para 24/7, pude presentar el disco en Granada y en Madrid con mucho éxito, pero se ha visto muy afectado por este tema, entonces se me ocurrió grabar dos canciones nuevas para este disco que no se han publicado hasta ahora. Quiero disfrutar de los videos que grabo de las nuevas canciones y centrarme en todo ese material que puedo ahora promocionar y que podría trabajar si no se puede salir de casa ni tocar en directo en un futuro.
¿Cómo ha sido tu andadura hasta forjarte un hueco en el mundo de la música?
Yo he estudiado en Londres, a los 18 me mudé a Manchester porque estaba obsesionada con que The Smiths, Oasis o The Stone Roses nacieran de esta misma ciudad. Me fui a vivir la vida del trabajador, allí trabajé con Everything Everything, pero cuando me di cuenta de que estaba sobreviviendo en lugar de vivir, volví a España.
Casualidades de la vida que conocí al guitarrista de Maldita Nerea, Luis Gómez, me estuve buscando con él y nació la oportunidad de irme a Brasil y cantando allí versiones españolas y latinoamericanas me di cuenta de que quería cantar en castellano.
Entonces, me fui a Granada, sabía que quería hacer un disco, el disco, aquel con el que siempre había soñado, y empezar mi carrera. La suerte que tengo es que mi padre siempre me ha apoyado, mi padre es actor, y siempre me ha dicho que dedicarme a la música no es un sueño sino una opción como otra cualquiera para la que tienes que trabajar.
¿Cómo fue conocer a Luis Gómez, guitarrista de Maldita Nerea?
Cuando decido volverme de Manchester, trabajo de profesora de canto en un campamento donde Maldita Nerea también está haciendo un campamento de verano. Compartí canciones con ellos, les gusté pero me fui a Valencia a trabajar de profesora de inglés.
Estaba insatisfecha porque aquello no era lo mío, le escribí a Luis sin apenas conocerlo para que me aconsejara. Me fui entonces a Fortuna a su casa a pasar un fin de semana, estuvimos tocando, hubo conexión y sacamos canciones. Así que decidí dejar mi trabajo en Valencia y me fui a su casa, al final me quedé con él y su mujer un año, se convirtieron en mi familia. Estuvimos componiendo, viajamos, tuvimos algunos conciertos, gané una familia de esa que se elige y se queda para siempre.
¿Quiénes han sido tus referentes en el mundo de la música?
Desde muy pequeña siempre he estado obsesionada con descubrir artistas nuevos y mi pasatiempo favorito era escuchar. En Youtube cogía un artista e iba a vídeos sugeridos y me tiraba horas descubriendo artistas nuevos.
Cuando cumplí el sueño de llegar a Brasil, llegué con un catálogo de artistas brasileños que ellos no se esperaban. Quiero decir que nunca me he cerrado a escuchar solo un determinado género ni me ha influenciado solo un tipo de música. Mi padre me ponía mucho a Silvio Rodríguez, a Morente, a muchos cantautores. También a Bruce Springsteen, U2, Prince… Mi grupo favorito de la adolescencia era Red Hot Chilli Peppers, también escuchaba a Etta James, a Aretha Franklin, Violeta Parra… Siempre he escuchado todo lo que me ha impresionado, una de las primeras canciones que me hicieron plantearme lo que era la música fue Jigsaw falling into place de Radiohead. Al final vamos por épocas, por rachas, y todo me ha afectado para cantar.
Una artista con tan amplia cultura musical, ¿se plantea un género totalmente distinto a lo que ha hecho hasta ahora?
Claro, yo creo que es natural como apasionada de la música y como persona que quiere dedicar toda su vida a lo que le gusta, aprendiendo música y evolucionando como músico. He hecho este disco porque es lo que he sentido en este momento, conforme la vida pase y las canciones crezcan conmigo, iré evolucionando. La vida no sé a dónde me llevará pero a algún sitio me llevará.
¿Cuál es tu mayor fuente de inspiración?
Mi mayor fuente de inspiración es la poesía, siempre compongo con libros de poesía. Yo diría que la poesía y la gente que está a mi alrededor. No hay nada que me guste más que irme a una cafetería con un libro de poesía y ponerme a escribir mientras leo mi libro de poesía y escucho a la gente.
Siempre me veo influencia por las historias de mi vida pero intento que mis canciones, pese a tener tintes autobiográficos, no hablen única y exclusivamente de mi.
Afirman algunos artistas que el sufrimiento inspira más que la estabilidad o la felicidad…
En mi caso, cuando estaba componiendo el disco tuve varios momentos de bloqueo y era porque estaba feliz y en un momento estable en mi vida personal, entonces no sabía cómo gestionarlo. Le escribí a Ricardo Lezón porque creo que, pese a que lo tachen de cantautor triste, sus canciones tienen mucha luz y mucho optimismo. Entonces, quería preguntarle cómo es escribir desde esa luz en vez de desde el sufrimiento.
Él me dijo que lo que intentaba era hacer canciones a través del amor, no un amor romántico, sino un amor en sentido general sobre cualquier cosa. Eso me hizo pensar en que muchas veces yo misma me metía en el pozo a propósito porque estaba bien y buscaba escribir desde la mierda, pero eso no está bien. Si estás bien hay que saber escribir desde la luz, el optimismo o la alegría.
Es verdad que el sufrimiento es muy inspirador pero no quiero que sea la fuente de mi arte, los artistas tenemos una adicción romántica a ese sufrimiento y creo que es algo que se trabaja con los años. Yo todavía la tengo muy presente pero es un objetivo en mi carrera llegar al momento en el que pueda escribir desde cualquier sitio.
En los tiempos que vivimos las redes sociales juegan un papel fundamental, casi se han convertido en una forma de crear la imagen del artista…
Yo creo que las redes sociales se han convertido en algo imprescindible, te guste o no tienes que tenerlas y trabajarlas. Eso no quiere decir que sea algo que a mí me guste. No obstante, lo que más me ilusiona de las redes sociales es que pueda recibir mensajes de distintas personas de cualquier parte.
Recuerdo a un matrimonio que me decía en Monteagudo que me descubrió en la radio y desde ahí comenzó a seguirme en Instagram y, desde entonces, siguen mi trabajo. Me llegan mensajes muy bonitos de gente que ha conectado con mis letras y eso creo que es lo más bello y lo mas útil de las redes sociales.
Es verdad que también se han convertido en una herramienta más de trabajo, hace poco grabé un programa para TVE con el cocinero Javier Peña y eso me salió gracias a Instagram.
Yo estoy muy agradecida, le dedico mucho tiempo y asumo que es una herramienta más de trabajo. Pero, creo que no se nos puede ir la olla porque lo importante es la música, cantar, conectar y alimentar el alma, y no el ego.
¿Cómo fue la velada en Monteagudo? ¿Qué esperas del concierto en Cartagena?
Monteagudo fue maravilloso porque es un sitio increíble, el atardecer que nos llevamos con el cristo detrás… Parecía que estabas en Brasil (ríe). Vinieron alrededor de 120 personas, había gente del pueblo que no me conocía y venía a descubrir música, algo muy poco habitual en España. Eso es algo muy bonito y muy necesario, en Reino Unido sí que es mucho más común.
En Cartagena, me espero un reencuentro bonito porque llevo mucho tiempo sin ver a mis compañeros de Son Buenos, también mi padre es de Cartagena y va a venir a verme. Para mí es muy especial porque mi familia paterna es de Cartagena y creo que estarán en espíritu y será muy bonito. Más adelante, tenemos una fecha en la Sala Rem de Murcia, pero no sé si se va a poder hacer, está un poco en el aire por la situación.