MURCIA. Una emoción contenida hizo vibrar este domingo a los artistas y personalidades que asistieron a la nueva edición de 'Ámbito', que el creador Cristóbal Gabarrón (Mula, 1945) ha desplegado en el corazón de Nueva York en recuerdo del 11-S. La cita, que buscaba generar una honda reflexión en torno a una fecha que supuso un punto de inflexión en la historia de todo el planeta, ha propiciado la confluencia de palabras de esperanza, del triunfo de la vida, de fraternidad, resurrección y humanismo, así como numerosos aplausos.
La conmemoración arrancó con el tañido de las campanas a la hora precisa en que se produjeron los atentados, en recuerdo del dolor y la conmoción sufrida. Seguidamente, se escucharon los nombres de todas las víctimas. Imbuidos en esa gigantesca y abrumadora solemnidad, a las 15.30 horas, se iniciaba la acción artística.
No sólo se trataba de la fecha señalada. 'Ámbito' ha escogido también una localización muy singular: a pocos bloques de la zona cero, en el campus principal de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. En concreto, en la Borough of Manhattan Community College / The City University of New York (BMCC/CUNY), la única universidad en la historia de los Estados Unidos que ha perdido un edificio del campus debido a un ataque terrorista. La lluvia, que ya se anunciaba la víspera, obligó a la audiencia y a los participantes a resguardarse bajo un voladizo.
Allí, Gabarrón reunió en torno suyo a una treintena larga de artistas relacionados con la ciudad estadounidense y exponentes de distintas disciplinas, así como a personalidades de talla internacional, con la intención también de promover el intercambio de ideas en torno a la sociedad actual. Al final de la misma, todos los asistentes, movidos por los sentimientos, los recuerdos y las emociones que se congregaban en el lugar, han bautizado esta edición de 'Ámbito' con el nombre de Las voces del silencio. "Me ha marcado escuchar las voces de los familiares de las víctimas cargadas de profundo dolor y vacío por la pérdida de sus seres queridos, que eran verdaderos gritos sin sonido", decía Gabarrón al finalizar su obra.
En el escenario universitario, en el corazón de Manhattan, Gabarrón pintó en directo un gran lienzo de 3 x 9 metros, con pintura acrílica, dejándose llevar por las impresiones del momento. El mural comienza con unos trazos azules sobre fondo gris neutro del que surge una lluvia de discos pequeños, que dan paso a dos grandes círculos, uno en verde vivo y otro en azul, que se solapan tímidamente. A continuación, aparece una espesura de carmín y cadmio y salpicada de otros colores, y finalmente otro gran círculo carmín con una gran mancha violeta, que se esquina a la derecha.
La obra narra de izquierda a derecha un día, contenido en el tiempo, en la zona cero. Primero los vanos producidos por la huella de las dos torres, la norte y la sur, con el monumento de las piscinas marcadas en carboncillo y en dos tipos de grises, de los que nacen por una parte los dos haces de luz azul cyan que llenan el vacío vertical de las dos torres; por otra, las almas de todas las personas que perdieron la vida, representadas por pequeñas células de colores que fluyen del interior del pozo de las piscinas, rodeadas de una nube grisácea que representa a las personas pulverizadas o desintegradas totalmente en el brutal atentado terrorista. Hacia el centro del lienzo, dos elipses, una verde y otra azul, simbolizan a una pareja que se encontró en esa épica desgracia y que tras 21 años siguen unidos, es una historia de amor real que llamó la atención a Gabarrón, que interrumpe la nube alargada, de ese río gris que se conecta con un grupo de flores de colores, que los familiares de las víctimas colocan en los huecos producidos por los nombres silueteados en los bordes de las piscinas del monumento, para finalizar en un corazón-manzana cargado de sangre y materia violácea.
Mientras, a su alrededor, también surgidas desde la más libre improvisación, se desarrollaban las intervenciones de los artistas invitados, compuestas por la actuación de un coro, música y poesía. La confluencia de happening, performance y action painting es una marca distintiva de 'Ámbito', que logra así el diálogo natural y fluido entre varias disciplinas artísticas y distintos autores.
En esta ocasión, los comisarios de esta edición, Maureen Keenan y Andrew Levy, junto a la coordinadora, Karen Wilson-Stevenson, de la BMCC/CUNY, idearon un programa artístico con destacados estudiantes y profesores de esta universidad. El programa ha contado con un coro conformado al efecto a partir de tres formaciones de la institución docente, compuesto por una veintena de voces y dirigido por la profesora Eugenia Oi Yan Yau, así como con cinco músicos y ocho escritores y poetas, entre los cuales había investigadores o coreógrafos.
‘Nobody gets left behind’ cantaba el coro tras las palabras de presentación y la intervención de los primeros poetas. Al poco, Gabarrón ha empezado a extender colores sobre el gran lienzo, a veces desde el suelo, a veces subido a una escalera. Círculos, rombos, verdes o azules empezaban a dejarse ver.
Algo más tarde, resonando entre las paredes del edificio universitario, se ha escuchado un saxofón, y el clarinete ha mecido el devenir del poeta y bailarín Justin Cabrillos, apenas antes de que los ecos de la tarde lluviosa devolvieran la voz de Cheryl Fish, poeta, profesora e investigadora de justicia medioambiental. Tras ellos, nuevos pensamientos, nuevas melodías, nuevas pinceladas… y la agitada banda sonora de la gran manzana filtrándose como un participante más.
Gabarrón, enfundado en un mono negro, seguía pintando, en rojo y con un spray. Margaret Barrow comenzaba una lectura, y se le sumaba Syreeta McFadden -ambas escritoras y profesoras-, dos voces unidas en la poesía. Uno tras otro, los artistas han ido desgranando sus pensamientos ante una atenta y nutrida audiencia.
El escenario ha acogido también deseos en español, de la mano de la escritora y pedagoga Teonilda Madera. "En este espacio majestuoso que nos ofrece una vista espectacular de las nuevas torres que se han vuelto a levantar hacia el cielo después de aquel fatídico 11-S", dijo, todo contribuía a "que la obra pictórica que reposará en este lienzo emerja espléndidamente desde lo más sublime del alma del artista que lo está pintando". "La inspiración poética, la melodía de cada instrumento musical, los movimientos armoniosos del bailarín y la visión de un mundo mejor están integradas en el universo pictórico que está plasmando el gran artista Cristóbal Gabarrón", un mural que "representa el triunfo de la vida ante cualquier tragedia", añadía en esta intervención que cerraba el acto, y en la que también defendió que "la fraternidad, creatividad y educación están por encima de cualquier acto terrorista". La obra, concluyó, "permanecerá en el lienzo y en nuestros corazones". E invitó a decir al unísono "que en la gran manzana triunfa la vida, la creación artística y la educación".
Al acto, casi mágico, asistieron como espectadores personalidades relevantes de la sociedad internacional pertenecientes al mundo artístico, educativo, del pensamiento, medioambiente y científico. Entre ellos se encontraban Donald Kuspit, escritor, crítico de arte y poeta estadounidense; Jay Levenson, director del departamento de Programas Internacionales del Museo de Arte Moderno (MoMA); el reputado crítico de arte Kosme de Barañano; el profesor de Harvard Eric Maskin, Premio Nobel de Economía 2007; o el afamado psiquiatra e investigador Luis Rojas Marcos.
De la misma manera, el evento contó con las intervenciones del canciller de la CUNY, Félix V. Matos Rodríguez; el Anthony E. Munroe, presidente de BMCC; Guillermo Linares, presidente de New York State Higher Education Services Corporation (NYS HESC), así como del senador del Estado de Nueva York Brian Kavanagh, quien apostillaba que "el arte y la educación nos da la libertad para tener un planeta más tolerante y solidario".
Un equipo de la CUNY TV, liderado por Petar Talijancic, junto con Chaim Litewski, de la Gabarron Foundation, y Jordi Serqueda, han sido los responsables de registrar y grabar durante cuatro horas toda la actividad para su posterior análisis y difusión, para lo cual también se editará un pequeño catálogo que recogerá todo lo acontecido en esta nueva edición de ‘Ámbito’.
Esta etapa de ‘Ámbito’, la cuarta ya, organizada conjuntamente por la Fundación Gabarrón –que este año, además celebra su 30º aniversario– y la Borough of Manhattan Community College / The City University of New York (BMCC/CUNY), se convocaba con el título de Sanar y construir a través de la educación.
'Ámbito' es una propuesta artística ideada por Cristóbal Gabarrón, con la que espera visitar enclaves de los cinco continentes por los que siente especial interés. Este periplo le llevará en octubre a Malta, para luego recalar en Egipto en noviembre y cerrar el año en Nepal. Australia, Canadá, Chile, Costa Rica, México, China o Qatar serán, a su vez, las sedes del próximo año, a donde espera llevar su mensaje humanista.