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PP, PSOE y Vox quieren controlar este órgano clave

¿Cuánto hay en juego con la Mesa de la Asamblea?

14/06/2023 - 

MURCIA. La primera decisión política de la nueva legislatura se toma este miércoles. La Asamblea Regional, en la sesión constitutiva de la XI legislatura, elige esta mañana a los cinco miembros que formarán el órgano de gobierno del Parlamento, la Mesa de la Cámara. La votación se celebrará después de que los 45 diputados presten juramento o promesa. Primero se elige al presidente de la Asamblea, considerada la segunda autoridad política de la Región tras el jefe del Gobierno autonómico. Y posteriormente se vota a sus cuatro acompañantes en la Mesa: las dos Vicepresidencias y la dos Secretarías. 

Los votos son secretos, pero a juzgar por el número de escaños será fácil dilucidar quién vota a quién. Sin duda, es el primer gran momento político de la legislatura. ¿Por qué? ¿Qué hay en juego en esta votación? Es un órgano muy importante, porque "todo pasa por la Mesa", recalcan fuentes conocedoras del Parlamento. Por eso el control de la Mesa es un objeto de deseo para todos los grupos, porque es el órgano que decide si se admite o no a trámite una iniciativa. "Y puede bloquearla si interpreta que algo no se ajusta a reglamento", remarcan.

En efecto, el llamado órgano rector colegiado de la Asamblea Regional -así la define el reglamento- tiene entre sus múltiples funciones la tarea de "decidir sobre la calificación, la admisión o no a trámite y la remisión al órgano que corresponda, de cuantos escritos y documentos de índole parlamentaria tengan entrada en la Cámara, excepción hecha de las enmiendas a proyectos y proposiciones de ley, que serán dirigidas a la Mesa de la Comisión correspondiente para que dictamine sobre su calificación y admisión a trámite antes de ser remitidos a la Mesa de la Asamblea". 

No obstante, la admisión a trámite se limita "a verificar que el acto o escrito en cuestión cumple las condiciones reglamentarias". Sin embargo, el reglamento es interpretable. Lo que da pie a que los grupos puedan bloquear o dilatar algún proceso si así lo estiman. Esto no suele ocurrir habitualmente, pues por lo general los grupos parlamentarios toman esmero para evitar precisamente un freno de la Mesa. 

El deseo de la mayoría de la Mesa

¿Y cómo decide la Mesa? Por mayoría. Al ser un número impar (cinco), la Mesa siempre decide. Y si existiera un empate en caso de baja, el presidente de la Asamblea tiene voto de calidad. Así sucede cuando un miembro, por ejemplo, no puede asistir a una determinada sesión. Sus deliberaciones son, además, reservadas. Y siempre están asistidas por la letrada-secretaria general (un cargo que desempeña Encarna Fernández de Simón Bermejo).

De ahí la importancia que le otorgan los partidos a tener mayoría en este órgano. He ahí la clave por la que el PP pide tres miembros, y no menos. Así lo reclamaba este lunes el popular Joaquín Segado, anterior portavoz parlamentario del PP: "Según el reglamento y con el resultado electoral en la mano, nos corresponden tres miembros: la Presidencia, una Vicepresidencia y una Secretaría". 

La Mesa también cumple otras tareas. Por ejemplo: autoriza los gastos de la Asamblea. O adopta cuantas decisiones procedan en materia de personal. También asesora al presidente del Parlamento en sus decisiones, siempre que en el reglamento no se disponga lo contrario. Y, además, prepara "conjuntamente con la Junta de Portavoces, conocidas las previsiones del Consejo de Gobierno, las líneas generales de la actividad de la Asamblea y prepara el proyecto de calendario para cada año legislativo". Y, por supuesto, en los plenos, la Mesa asiste y ayuda al presidente de la Asamblea auxiliándole en la ordenación y dirección de los debates del mismo.

Con todo, el órgano de la Mesa, aun siendo importante, no tiene la función de fijar el orden del día de los plenos y las comisiones. Esa misión la ejecuta otro órgano de la Asamblea, también trascendental: la Junta de Portavoces. De hecho, en esta última legislatura la Mesa se ha reunido tradicionalmente los lunes mientras que la Junta de Portavoces lo hacía los martes, un día después.

La importancia de la Junta de Portavoces

Las decisiones de la Junta, a diferencia de la Mesa, se adoptan siempre en función del criterio de voto ponderado, de tal modo que sólo votan los portavoces y cada uno tiene tantos votos como diputados tenga su grupo en la Cámara. Ese factor es crucial en un parlamento sin mayoría absoluta, porque obliga al grupo mayoritario a tener que buscar apoyos extra o, al menos, a que no le bloqueen sus iniciativas. 

El propio presidente de la Asamblea, Alberto Castillo, que se despide hoy del cargo, así lo explicaba en una entrevista reciente con RNE: "La Mesa es importantísima, sí, pero donde verdaderamente está el quid de la cuestión y donde está la batuta de la legislatura es en la Junta de Portavoces, que es la que tiene que ordenar los plenos, las sesiones y los contenidos", detallaba al tiempo que ponía un ejemplo hipotético: "El PP no tiene mayoría y Vox puede votar con el PSOE y con Podemos". Es más, añadía, recordaba que en algunos momentos de la pasada legislatura el diputado de Vox, Pascual Salvador, "votó temas propuestos por el socialista Alfonso Martínez Baños". Y añadía: "Eso pasó desapercibido, pero ahora mismo sería portada nacional que Vox se aliara con el PSOE".

¿Cómo actuará Vox este miércoles? Ese es otro de los grandes interrogantes. Frente a la posición firme del PP, que no quiere ceder -aparentemente-, el partido de José Ángel Antelo expresa su derecho a formar parte de la Mesa, pues tiene nueve escaños. "Nadie lo entendería que no fuera así", revindicaba. No obstante, en este tipo de votaciones se suelen producir negociaciones internas para ceder (o no) espacios en la Mesa, unos contactos que al menos hasta el lunes no existían. Llegarán por tanto todos al límite al día clave.

Cabe recordar que el voto es secreto. Cada diputado escribe sólo un nombre en la papeleta. En la votación de la Presidencia de la Cámara, sale elegido quien obtenga mayoría absoluta. Si no existiese tal mayoría, el proceso se repetiría con una nueva elección entre los dos candidatos con mayor número de votos. Y se proclama al aspirante más votado. 

Así las cosas, conocidas las reglas de juego, y salvo que haya un pacto previo, todo apunta a que habrá una segunda votación, pues el PP y sus 21 diputados no suman mayoría absoluta. Y el PSOE, con 13 escaños, tiene intención de presentar su candidato. La pregunta, por tanto, es: ¿Qué votará Vox si fuera necesario una segunda votación? ¿Se decantará por el PP? ¿Se abstendrá? ¿O, harto de un posible ninguneo popular, apoyará al PSOE?

Las dos Vicepresidencias y las dos Secretarías se eligen por mayor número de votos. Es previsible que el PP, por cortesía, permita que Vox obtenga al menos otro lugar en la Mesa mientras que el hueco restante se quede en manos del PSOE, segunda fuerza. Ese es el objetivo al que aspira el PP: tres integrantes de la Mesa y el resto para los demás. Pero habrá que verlo, porque, en realidad, la mayoría absoluta la forman PSOE, Vox y Podemos.

Hace cuatro años, recordemos, en un momento de extrema debilidad del PP, que veía en peligro el control del Gobierno, permitió, con su voto, que Ciudadanos lograra la Presidencia y propició además que Vox ocupara una Secretaría. El PSOE, entonces ganador de los comicios, se quedó con dos sitios en la Mesa. Aquella composición fue el preludio de lo que pasó después, pues los populares formaron una coalición con los naranjas, apoyada con el plácet de Vox en el Parlamento. 

Ahora comienza un nuevo periodo. Y las consecuencias del tablero elegido por los ciudadanos en las elecciones del 28M empezarán a comprobarse este mismo miércoles.

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