Foto: SYMBORG.MURCIA. Fue un 31 de marzo del año 2008 cuando Symborg SL vio la luz. La empresa, fundada por Jesús Juárez y Félix Fernández -ambos con extensas carreras profesionales en los campos de la investigación y la agricultura-, no era en aquel entonces más que un nuevo proyecto ilusionante que todavía necesitaría muchas horas de desarrollo para comenzar siquiera a rodar. Ahora, 14 años después, factura 40 millones en el último año, tiene más de 150 empleados y ha sido adquirida por la multinacional estadounidense Corteva.
De vuelta al 2008, la startup surge en Murcia gracias al descubrimiento del hongo Glomus iranicum var. tenuihypharum y el desarrollo de varios productos basados en su eficacia como bioestimulante agrícola, tras lo que fueron llegando diferentes soluciones innovadoras que maximizan el rendimiento de las cosechas.
En aquel entonces la innovación y la investigación suponían la actividad principal de Symborg -entonces alojada en el Ceeim y con sus fundadores como únicos trabajadores-, aunque finalmente en 2010 salió al mercado el primero de sus productos, un bioestimulante que fomenta el crecimiento del sistema radicular de las plantas.
Ya por 2011 recibió su primer reconocimiento -el premio emprendedor del Info- y dio sus primeros pasos hacia la internacionalización, con la primera filial en México, a la que tan solo un año después se sumó otra sede en Estados Unidos. En paralelo, continuaba el desarrollo de nuevas soluciones agrícolas, y en 2015 ya contaba con siete productos en su catálogo.
A partir de ese momento, la apertura de nuevas filiales pasó a ser la norma, ganando presencia en seis países en un plazo de cinco años -entre 2016 y 2020-, hasta llegar a alcanzar -junto con la compra de la australiana ThinkBio- las 9 sedes con las que cuenta en estos momentos.
Respecto al volumen de negocio, Symborg cerró 2017 con una facturación de 8,2 millones de euros y el 2018 con 9 millones, una cifra que creció hasta los 13,4 millones de euros en 2019, año que cerró con 55 trabajadores.
Fue precisamente a partir de aquel momento cuando la compañía comenzó a dar el salto, pues en 2020 no solo superó los 100 trabajadores, sino que también contó con el apoyo económico del fondo Spain Omán, gestionado por MCH, que entró en su capital.
Aunque su sede central se mantiene en Murcia, en 2021 estrenó una planta de hidrólisis en Alhama con la que convierte lo que desecha el campo en nuevos productos de utilidad para la agricultura. Estas instalaciones de 40.000 metros cuadrados, construidas por la también murciana Urdecon, han supuesto para la compañía una inversión de hasta 28 millones de euros.
Ya en 2022 comenzó el ejercicio adquiriendo la compañía alicantina Glen Biotech, especializada en el hongo Beauveria bassiana 203, pues Symborg pretende emplearla para fabricar nuevos mecanismos biológicos para el control de plagas. De hecho, tras oficializarse la operación a finales de marzo, ya se ha logrado el visto bueno de la Unión Europea para esta de solución biotecnológica.
Asimismo, en mayo de este año entró de lleno en el tratamiento industrial de las semillas con la creación de la marca Berso para abarcar esta nueva línea de acción. La compañía lleva planeando la creación de esta unidad de negocio desde 2017, un movimiento con el que pretenden resolver una de las mayores exigencias del sector, la reducción en el uso de productos químicos.
De esta forma, la compañía acumula una facturación global de más de 40 millones en el último año -entre el 1 de septiembre de 2021 y el 31 de agosto de 2022- y una plantilla de más de 150 trabajadores distribuidos entre entre sus fábricas de la Región y sus filiales.
Tras iniciar relaciones en abril del 2021 por un acuerdo de distribución, la multinacional norteamericana Corteva ha anunciado este jueves la compra de Symborg. La operación está supeditada al visto bueno de las autoridades competentes, lo que puede tardar en llegar varios meses.
Según ha podido saber Murcia Plaza, la intención es mantener la continuidad de la empresa murciana y no realizar cambios bruscos, por lo que se mantendrán la totalidad de sus filiales, así como la plantilla al completo. Respecto a la dirección actual, esta se mantendrá al frente de la compañía hasta que la adquisición se oficialice, tras lo que quedará en manos de la compañía estadounidense decidir quién encabezará esta nueva etapa de Symborg.
Corteva es una empresa agrícola global que cotiza en bolsa y se especializa en buscar soluciones para los desafíos agrícolas más apremiantes: "La adquisición de Symborg es un paso importante en la estrategia de Corteva para acelerar el desarrollo de una cartera de productos biológicos de primera clase, como parte de las soluciones integradas que ofrecemos a nuestros clientes", afirma Robert King, vicepresidente ejecutivo de la Unidad de Negocio de Protección de Cultivos de Corteva Agriscience.
