CARTAGENA. Algunos miembros de la Asociación Chica (la asociación de chiringuitos de Cartagena) han presentado un escrito al Ayuntamiento de la ciudad portuaria en el que solicitan la exención del canon municipal y la gestión para eliminar a su vez el canon establecido por la demarcación de costas de la comunidad autónoma. El golpe sufrido por el turismo de la Región a causa de la pandemia generada por la covid-19 ha provocado que muchos de estos locales hayan sufrido pérdidas importantes que ponen en peligro su supervivencia.
Los empresarios solicitan la eliminación de los citados impuestos correspondientes a los cursos 2019 y 2020. "Es lo mismo que pedimos al principio, pero ahora siendo realistas", afirman algunos de los propietarios que han presentado el documento correspondiente. "No hay nadie y estamos en septiembre. Dicen que nos dan hasta final de noviembre y quitan aseos a final de agosto", se lamentan.
El efecto de la pandemia se une al lamentable estado del Mar Menor. Pese a su evidente deterioro, que ha provocado la instalación de pantanales en algunas playas del municipio cartagenero, desde las distintas instituciones competentes no han sido capaces de ponerle solución por segundo año consecutivo, lo que ha perjudicado notablemente a los locales situados en estos enclaves de la Costa Cálida.
Los hosteleros que han presentado la petición al Consistorio cartagenero recuerdan además que ya en 2017 se perdonó el pago del canon municipal del año 2017, por lo que entienden que en el contexto actual, mucho más grave que el de entonces, se debería actuar de la misma manera. Además, consideran injusto que la hostelería de Cartagena no haya tenido que pagar la tasa de la terraza, mientras que ellos tan sólo se han beneficiado de un ahorro del 50% sin tener una justificación por ello.
La economía de este tipo de locales se vio además muy perjudicada tras la última medida en la que se limitaba el derecho de reunión a seis personas. Muchos locales, que este año añadieron música en directo a su oferta, tuvieron que prescindir de ello. Algo que ha mermado mucho la recta final del verano. Ahora, una vez que han podido constatar las previsiones que esperaban al comienzo del periodo estival, los chiringuitos de Cartagena piden ayuda para que el ‘maldito’ verano no termine de arruinar sus negocios.