'DelAmorylaBelleza' participa en el festival DESC.

Carlos J. Cenamor, el artista que crea desde Puente Tocinos para el mundo: "Vivir en la huerta es un lujo"

24/03/2023 - 

MURCIA. Tras vivir en Madrid y Londres, el toledano Carlos Jiménez Cenamor cumplió su sueño de tener una huerta con gallinas donde poder vivir, crear y, sobre todo, volver a ser dueño de su tiempo, ese que sentía que era devorado en las grandes ciudades. "Me vine a Murcia porque es donde más amigos tengo y donde más calor hace", señala el artista multidisciplinar que, bajo el nombre de DelAmorylaBelleza y desde una antigua fábrica de Puente Tocinos realiza proyectos artísticos que seducen a importantes marcas internacionales, son expuestos en destacadas ferias, protagonizan reportajes en revistas de diseño o son convertidos en luminosos trofeos (como es el caso de la producción cerámica de los soles del Repsol). "Vivir y crear en la Huerta de Murcia es un lujo contemporáneo", asegura.

Arquitecto, profesor, diseñador y ceramista (a esto último llegó por casualidad, cuenta), Carlos Jiménez Cenamor es uno de los protagonistas de la primera edición del festival Desc., que este viernes y sábado pretende, en el Auditorio Regional, profundizar en los aspectos más desconocidos de la cultura. Por este motivo, desde Murcia Plaza charlamos con este artista que es capaz de crear belleza a partir de los detalles más cotidianos y naturales.

Para empezar, le preguntamos qué semilla le gustaría dejar en la mesa de diálogo sobre arte, moda y arquitectura en la que va a participar. Carlos lo tiene claro: "Si hay algo que me parece fundamental en el mundo es que seamos conscientes de que nos encontramos en una situación de no retorno en cuanto al cambio climático. Ojalá este tipo de iniciativas que se focalizan en el arte emergente, en el pensamiento contemporáneo y en la localización de recursos intelectuales y artísticos ayuden a paliar esa dependencia de las grandes marcas y elementos de diseño que casi piensan por nosotros y establecen unas directivas de nuestros gustos que nada tienen que ver con las necesidades de los seres humanos". 

En este sentido, el creador toledano añade que se debería "volver ese pensamiento hacia nosotros, no como seres consumistas -que es lo que se espera de nosotros-, sino como seres productores, pensadores y con sentido crítico". Se trata de una forma de pensar que tiene mayor calado en los jóvenes creadores emergentes, que "representan un cambio que yo espero que se instaure paulatinamente".

En busca de una vida mejor

Encantado con su vida en Murcia, el creativo de DelAmorylaBelleza asegura que "es maravilloso vivir en la Huerta, donde sobre todo ¡hay tiempo!, que es algo que no se tiene en una ciudad contemporánea, donde tu tiempo es consumido, devorado por la urbe". La huerta, con una caravana, unas gallinas y una cabra fue lo que vio en su proyecto de futuro para mejorar de vida y lo que ahora considera todo "un lujo". Y lo ha cumplido si exceptuamos lo de los animales, a los que no renuncia pero para los que espera tener un espacio seguro más adelante. 

El nombre 'artístico' de Carlos Jiménez Cenamor es ya de por sí una declaración de intenciones y una promesa de lo que va a ofrecer. Él recuerda divertido que lo eligió de forma casual, remontándose a la época en la que era profesor de universidad en Londres y tenía distintos correos electrónicos: uno formal para el trabajo y otro para los amigos, donde se mostraba más como es él -espontáneo y poco protocolario-, al que llamó DelAmorylaBelleza. Alegraba tanto a sus amigos semejante remitente, que decidió adoptarlo como firma de su trabajo creativo.

Un trabajo que no se siempre se conoce de primeras. Por ejemplo, cuando los chefs posan con sus soles de Repsol, pocos saben que esas bolas mágicas y llenas de luz se han hecho en el taller experimental de Carlos J. Cenamor en Puente Tocinos. Asimismo, el artista colabora frecuentemente con el estudio de arquitectura efímera y mobiliario de carton CartonLab, con quien recientemente ha trabajado en la llamada DMCLamp, una lámpara de cerámica de producción limitada que está empaquetada en una caja inspirada en las de las enseimadas mallorquinas. Incluso el esmalte de la pieza hace alusión al glaseado del famoso postre.

En este sentido, Cenamor señala que todo forma de un proceso, ya que comenzó con "un proyecto de creación personal, que puedes llevar a cabo gracias a amigos y gente cercana -sin arruinarte, que es lo importante-, para poco a poco ir expandiendo el círculo a amigos de tus amigos y llegando después a un mundo más allá de las fronteras personales, recibiendo encargos de diferentes países". Ya consolidado, el artista es llamado por empresas para llevar a cabo desde cursos de motivación para los empleados hasta instalaciones artísticas para importantes firmas de moda. 

Y más cosas que llegarán, porque Carlos Jimenez Cenamor asegura estar aprendiendo constantemente, siempre dispuesto a sorprenderse y a seguir lanzando al mundo sus ideas, pensamientos y proyectos artísticos desde Puente Tocinos.

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