MURCIA. El Puente Viejo de Murcia recuperará, al menos parcialmente, el estado que tenía a principios del siglo XX. Y es que los trabajos de asfaltado que se inician este miércoles incluirán un nuevo pavimento de aglomerado impreso que simulará el adoquín, con el que "se recuperará su imagen tradicional al mismo tiempo que se ahorrarán vibraciones y se minimizará el ruido sobre el entorno", según fuentes municipales.
El nuevo pavimento, que "ya se ha colocado con éxito en la plaza de San Agustín o en el barrio de Santa Eulalia, es antideslizante, moldeable y flexible, lo que lo hace más resistente a las grietas y fisuras". El proyecto contempla una actuación sobre las luminarias del Puente Viejo, dentro de esa línea de recuperación su carácter monumental.
Las obras se desarrollarán miércoles, jueves y viernes, por lo que durante dos días se cerrará al tráfico rodado el Puente Viejo, con la previsión de que se reabra este jueves, y no afectará al transporte público, que continuará prestando servicios por la pasarela Miguel Caballero.
La polémica sobre si el Puente Viejo de Murcia debía estar cerrado o abierto al tráfico ha sido actualidad en los últimos meses. Además, Huermur pidió tras la reapertura que el nuevo Observatorio de Movilidad del Ayuntamiento estudiase en profundidad el mal estado que presenta la histórica infraestructura antes de tomar ninguna decisión sobre el uso.
El nuevo pavimento de aglomerado impreso ofrece múltiples ventajas. En primer lugar, es antideslizante. Además, al poder moldearse y colorearse, es fácilmente integrable en una multitud de entornos. "Gracias a la flexibilidad de la mezcla asfáltica, se garantiza una estabilidad y durabilidad así como más resistencia a la aparición de fisuras y grietas", ha afirmado José Francisco Muñoz.
De igual forma, el proyecto contempla una actuación sobre las luminarias del Puente Viejo, dentro de esa línea de recuperar su carácter monumental, de puerta de entrada a una zona histórica de la ciudad.
Esta actuación continuará el camino iniciado con el proyecto estratégico 'Murcia Río', cuyo objetivo es que el río Segura sea uno de los ejes vertebradores de la ciudad en lugar de una barrera de separación. "Se busca que El Carmen recupere la centralidad que le corresponde por su importancia histórica, monumental, comercial y cultural", destaca el edil.
Tras años de solicitudes para que el puente de Los Peligros de Murcia tuviese una protección especial, por fin el popularmente conocido como Puente Viejo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento en 2020. Construido en el siglo XVIII tras la destrucción en 1701 de antiguo Puente de Alcázar, el Puente Viejo es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital regional. Las obras fueron iniciadas en 1718 por el arquitecto Martínez de la Vega y en 1739 la dirección pasó a Jaime Bort, que añadió las actuales claves, el templete con la Virgen de los Peligros y los templetes sobre los tajamares, en los que se instalaron imágenes de San Miguel y San Rafael realizadas por Joaquín Laguna.
Esos templetes fueron eliminados con las ampliaciones realizadas en el siglo XIX para ensanchar las aceras mediante una estructura metálica. Fue el primer puente de la historia de Murcia que aguantó sin problemas las periódicas inundaciones del río Segura, incluyendo la gran riada de Santa Teresa de 1879.