MURCIA. El problema de la ocupación de viviendas no para de crecer en la Región de Murcia. Las posibilidades de conseguir que los okupas abandonen una vivienda una vez que entran en ella puede derivar en años de litigio judicial con un periodo de tensión que marca a los propietarios y a los vecinos. Y eso parecía que iba a suceder en la avenida de los Maestros de Beniaján, donde cuatro personas se instalaron en un chalé propiedad de La Caixa, pero la rápida intervención del pedáneo evitó que esa ocupación se prolongase.
Ocurrió el viernes 24 de julio, cuando los propietarios de las casas colindantes a la vivienda, situada en la urbanización Monteazahar de la pedanía murciana, se percataron de que cuatro personas, entre ellas una chica embarazada, reventaron la puerta para entrar en el chalé, que lleva meses deshabitado. Rápidamente avisaron al pedáneo, Francisco Nicolás (Cs), que acudió para interesarse por la situación y tras llamar a la Guardia Civil y no recibir una inmediata y contundente respuesta, como esperaba, recurrió a la Policía Local.
"Mandaron a una patrulla que les pidió que se marchasen de la vivienda a las dos personas que había dentro, pero se negaron, aunque los agentes consiguieron que saliesen y entonces llamé a un albañil para que tapiase la puerta y cuando la estaba cerrando y al ver que se iban a quedar sin lo que tenían dentro, sacaron sus cosas", explica Nicolás.
Fue una solución rápida y efectiva que evitó molestias a los vecinos, ya que "pese a que amenazaron con que iban a volver con familiares para volver a entrar en la vivienda e, incluso nos amenazaron, nada más se ha sabido de ellos", destaca el pedáneo, al que, asegura, han felicitado en su pueblo por tomar esa decisión.
Y es que, aunque la ley de desahucio express, promovida hace dos años, recoge que se debe expulsar a los okupas de las viviendas en un mes como máximo, en este caso no se puede aplicar, ya que la excepciones a la norma no incluyen a inmuebles propiedad de fondos de inversión o entidades bancarias, como este caso, ya que la vivienda es actualmente de Servihábitat, inmobiliaria de La Caixa.
Precisamente desde la entidad bancaria catalana felicitaron a Nicolás por su actuación y , por supuesto, "van a pagar lo que costó el tapiado de la puerta. Los llamé y les conté lo que había pasado y rápidamente me llamaron para agradecernos que les hayamos evitado años de litigios y me dijeron que van a correr con todos los gastos", remarca el presidente de la Junta vecinal de Beniaján, quien dio un paso contundente y decidido para evitar que la inseguridad "se instale en las calles y viviendas del pueblo".
Y es que desde hace años se han sucedido las ocupaciones en viviendas de la localidad, lo que ha desembocado en continuas protestas de unos cansados vecinos.