instalación en la rotonda de fátima

Las arañas que se escaparon de los sueños de Flyppy se quedan a vivir en Molina de Segura

3/02/2021 - 

MURCIA. Flyppy no podía estar más cotento. Por fin la gran tarántula que hizo hace más de 15 años para Ceutí Imagina ha dejado de criar telarañas, nunca mejor dicho, y vuelve a ver la luz para presidir la rotonda de Fátima en Molina de Segura. No lo hace sola, porque la acompañan otros diez arácnidos de distintos tamaños que el escultor murciano ha creado ex profeso para esta intervención artística que ha bautizado La araña preñá y los zanguangos, aunque sabe que, al final, será conocida como 'la rotonda de las arañas'.

"Ha quedado cojonudo", decía este martes Ismael Cerezo, al que todo el mundo conoce como Flyppy,  quien estuvo toda la jornada manos a la obra para el montaje de la instalación, consistente en la gran figura central de ocho por seis metros -realizada en acero corten y vidrio caliente soplado-; de cinco arañas de tres metros de diámetro, que irán en unos postes de hasta cinco metros de altura; y de otras cinco de un metro de diámetro, que suben por las farolas de la rotonda.

"Al principio, estaba preocupado por meter tanto colorido,", indica Flyppy quien, finalmente, ha quedado encantado con el resultado. "Hay que ponerle alegría y color a la vida y más en estos momentos tan duros para todos", asegura este escultor del hierro y el vidrio sobre los "bicharracos" que han salido de su particular universo, habitado por animales fantásticos que se mueven por un amplio abanico cromático.

"Es una obra muy bonica que no se merecía estar almacenada", indica sobre la gran tarántula que tras cerrar Ceutí Imagina pasó a estar guardada en un almacen y que la Comunidad ha cedido gratuitamente al Ayuntamiento de Molina, a través de un convenio, para que presida la rotonda de Fátima. El escultor espera que corra una suerte parecida otra de las obras que hizo para el centro de arte ceutiense, una Escolopendra de catorce metros de largo, que subía por una chimenea industrial de principios siglo XX, con el cuerpo y las patas de acero corten, y los ojos y la cola de innumerables bolas de vidrio caliente macizo y coloreado. También ella está durmiendo el sueño de los justos hasta que la dejen trepar por alguna pared.

Como a Flyppy le gusta la acción y 'arremangarse', disfrutó con la jornada de montaje de La araña preñá y los zanguangos y, sobre todo, con lo "espectacular que ha quedado la rotonda", cuyos trabajos -con grúa incluida- despertaron la curiosidad de los que por allí pasaban. Y, como no puede dejar de darle al martillo y al soplete, Ismael Cerezo ya está pensando en otros proyectos, como en retomar la exposición que tuvo que aplazar en el Centro de Artesanía de Murcia y en otra que tiene prevista en Dinamarca para este año... Sin olvidarse de su Escolopendra, que lleva demasiado tiempo 'confinada'. 

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