MURCIA. Ha sido un año complicado para la hostelería, un sector que fue refugio en la crisis surgida tras el reventón de la burbuja inmobiliaria en 2008 y que ahora ha resultado de los más dañados por la crisis provocada por la covid-19. Los hosteleros de la Región de Murcia han afrontado el año "más difícil desde principios de los años 70", en palabras del presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, que además recibe con incertidumbre y pocas esperanzas un 2021 que vislumbra igualmente complicado para mantener las empresas del sector y los 39.000 puestos de trabajo directo que generan.
Los datos que señala no son precisamente halagüeños. Desde el inicio de la pandemia en marzo asegura que el 15% de las empresas de hostelería en la Región se han visto abocadas al cierre, que suponen 1.300 de las 8.700 que se registraban a principios de año. Y lo peor podría estar por venir, ya que estima posible que a lo largo del 2021, y antes de que el coronavirus esté controlado, esa cifra pueda ascender al 30%, es decir, que cerrarían unos 2.500 negocios de hostelería. "
"Esto se está hundiendo y el 2021 se va a parecer mucho al 2020. Enero y febrero son meses muy flojos. Ojala me equivoque pero creo que la cosa va a ir a peor", lamenta Jiménez, tras insistir en que el "desánimo" es el sentimiento más generalizado ahora entre los empresarios.
A su juicio, las medidas impulsadas por las autoridades para frenar el avance del virus, como el cierre temporal o el toque de queda, han contribuido a que muchas empresas se decidan a echar la persiana de forma definitiva, con las consecuencias que esto conlleva.
Esta situación se da a pesar del plan de recate a la hostelería tras el acuerdo entre el Gobierno regional, Croem, Hostemur y Hostecar tras el cierre del sector en noviembre y que asciende a 37 millones de euros. Un montante que ningún otro sector ha recibido hasta la fecha y que forma parte del plan 'Reactiva Hostelería', que contempla ocho grandes medidas para reactivar la actividad de los establecimientos.
En total, 4.737 empresarios realizaron la solicitud para cobrar las ayudas de ese plan que la Comunidad, además, ha acelerado con el fin de que los afectados pudieran recibir el pago antes de que finalice el año. A 28 de diciembre, según datos facilitados por la Comunidad, se habían abonado casi 10 millones de euros a unas 2.000 empresas hosteleras.
Sin embargo, el presidente de Hostemur valora que el plan es "insuficiente", que más que un balón de oxígeno "es una gota" que ayuda de forma mínima y "no va a salvar a nadie". "Después de seis meses con tantas restricciones como se nos han puesto, una ayuda que de media será de 3.000 euros por estar dos semanas cerrados, es lo mínimo", asegura.
Además, subraya que el sector no quiere "más préstamos que nos asfixian ni el retraso del pago de impuestos", en referencia al Plan aprobado por el Consejo de Ministros.
La decisión del Gobierno regional de endurecer las restricciones en la hostelería para estas Navidades, y cerrar bares y restaurantes de seis a nueve de la noche en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, resultó un auténtico mazazo para el sector que esperaba compensar, con los días festivos, algo de las pérdidas ocasionadas por el cierre de noviembre.
En esta época el sector suele realizar entre el 25 y el 30% de las ventas anuales, un montante fundamental para la supervivencia de la hostelería murciana que este año "no ha existido". Sin embargo, Jiménez asegura que en esta ocasión "sería optimista" recaudar un 15% de lo habitual. "Es muy poco", subraya, "lo esperado en un mes sin puentes, ni comidas ni cenas de empresas, ni 'tardebuena' ni Nochevieja". Así, la facturación calcula representa el 3% anual, cuando podía alcanzar el 30%.
"No hay capacidad para vender, no hay espacio. Las barras están cerradas y encima nos han quitado tres horas en los días más importantes mientras amplían el horario de toque de queda y el número de comensales en las viviendas. Es incongruente", ha lamentado.
A esto, ha sumado que, según sus previsiones, en 2021, a pesar de la vacuna, "se volverán a suspender la Semana Santa, las fiestas de Primavera y no habrá Carnavales". Esto perjudicará de nuevo a los hosteleros, muchos de ellos sin un "balón de oxígeno" que ayude a su mantenimiento.
Por eso defiende que "el sector necesita un rescate, un paquete integral con las tres administraciones involucradas, no ayudas ni préstamos que es una tomadura de pelo al sector. Estamos asistiendo a una reconversión encubierta y se va a dejar morir a las empresas".