MURCIA (EFE | MP). La Universidad de Murcia no ha cedido a las presiones de los estudiantes para que no se penalicen las segundas matrículas de todos los alumnos, tal y como había anunciado la UMU en un principio. Sin embargo, el equipo rectoral cambió de opinión al constatar que la crisis del coronavirus no sólo no había afectado al número de estudiantes que se examinaron, sino que además la tasa de éxito había sido la más alta de los últimos tres años, según ha asegurado el rector, José Luján, quien ha recordado, no obstante, que los precios se mantendrá en los casos de aquellos que hayan suspendido debido a la covid-19.
Así, los alumnos de la UMU que tengan que repetir alguna asignatura por causas relacionadas con la crisis del coronavirus, ya sean motivos económicos, familiares, de conectividad o enfermedad, mantendrán el precio ordinario de la matrícula y no pagarán el habitual suplemento de segunda matrícula.
Esta es una de las 15 medidas de "cuidado social y económico" que ha puesto en marcha la institución docente para que ninguno de sus alumnos tenga que abandonar sus estudios por motivos económicos derivados de la pandemia y sobre las que este jueves ha informado el rector, saliendo así al paso de las críticas estudiantiles sobre esta cuestión.
Hay que recordar que la medida ha generado cierta polémica y desavenencias entre el equipo rectoral y el Consejo de Estudiantes, cuyo presidente, José Miguel Rojo, dimitió al considerar que no se había cumplido con el compromiso de eliminar las tasas de segunda matrícula.
Luján ha señalado que se trata de una decisión que “respeta” pero no comparte, puesto que se ha incorporado esta bonificación a la orden de precios públicos del próximo curso y no dejará fuera a ningún estudiante que no se haya podido presentar a un examen o que haya bajado su rendimiento por motivos relacionados con la crisis sanitaria “en sentido amplio”.
En su opinión, la medida no podía ser “universal” para toda la comunidad estudiantil, sino que debe tener este carácter especial para estudiantes afectados por la excepcional situación y, en ningún caso, la renta debe interferir en el rendimiento académico.
Entre la quincena de medidas de apoyo aprobadas ha destacado también el fondo de 250.000 euros procedentes de donaciones a través de la campaña Ningún estudiante atrás. Con esa partida se han dado ya 163 ayudas de pago de matrícula a estudiantes a los que el coronavirus ha afectado en su situación económica y está previsto abrir una segunda convocatoria con el mismo fin.
Además, se ha reforzado la partida de las denominadas becas sociales de la UMU, destinadas a estudiantes que, aún teniendo dificultades económicas, no han obtenido otro tipo de becas y ayudas. La universidad amplió este curso la partida de 150.000 hasta los 200.000 euros pero, tras la pandemia, se han aportado un 30% más de fondos, llegando a los 260.000, ha indicado el rector.
Por su parte, la vicerrectora de Coordinación y Servicios Sociales, Paloma Sobrado, ha destacado algunas medidas que han estado funcionando desde que se decretó el estado de alarma para evitar que ningún estudiante quedara descolgado de la docencia no presencial, como el préstamo de 450 ordenadores y 300 tarjetas de red para garantizar la correcta conexión al aula virtual.
También ha recordado que se realizaron más de 2.400 salvoconductos a estudiantes que residen en Murcia de forma temporal y que pudieron regresar a sus pisos para recoger el material necesario para seguir con su formación cuando no estaba permitida la movilidad.
Asimismo, se ampliaron los plazos de aplazamientos de matrículas y no se ha anulado ninguna de ellas por causas económicas.
También ha resaltado la adaptación de los sistemas de evaluación y la adaptación a través de las nuevas tecnologías para poder desarrollar exámenes a través de internet, y ha mostrado su satisfacción por los resultados “óptimos” que ha tenido la convocatoria de exámenes de junio.
Otras de las medidas que ha puesto en marcha la universidad son, por ejemplo, la suspensión temporal de la obligación de aprobar un número mínimo de créditos durante el primer año de carrera para permanecer en la institución, o la gratuidad de la segunda matrícula de las prácticas currículares para aquellos estudiantes que, por la crisis sanitaria, no pudieron hacerlas en el segundo cuatrimestre de este curso.
Durante el estado de alarma, la universidad también dio apoyo a los estudiantes que disfrutaban de becas de movilidad, como los Erasmus, y decidieron volver a sus países de origen, al tiempo que se habilitó un portal web para resolver dudas y problemas técnicos relacionados con la docencia y exámenes online, entre otras medidas.