MURCIA. Cuando ya han pasado más de tres meses del comienzo de esa etapa que parecía transitoria conocida como 'nueva normalidad' y que ha llegado para quedarse por algún tiempo, las costumbres sociales han cambiado con un giro de 180 grados que ha llevado a que besarse, darse la mano e incluso abrazarse de hayan desterrado del día a día de los murcianos. Ponerse la mascarilla al salir de casa y mantener al menos un metro y medio de distancia con la persona que se tiene más cercana es ya habitual.
Pero al igual que los hábitos del día a día ya no son los que eran en las relaciones personales, ir a comprar, a espectáculos culturales e incluso a hacer gestiones en las oficinas bancarias requieren de una paciencia infinita. El gel hidroalcohólico se ha convertido un habitual en todos los comercios del ámbito que sea, desde la restauración a asesorías o en Correos, pero además hay que cumplir un requisito ya estandarizado para casi todo: hacer cola.
Con los positivos diarios que salen a la luz disparados, guardar un orden se ha convertido en tan necesario que esperar para obtener lo que queremos o necesitamos "ha pasado de ser motivo de estrés a una parte clave del proceso de socialización". Así lo expresa la terapeuta y psicóloga Laura Alcaraz, una murciana que lleva tres años trabajando en un gabinete madrileño, quien remarca que "vemos que hay más personas que también tienen que esperar y eso nos hace ser más empáticos".
"Yo ya salgo tan concienciada de que voy a tener que esperar que llevo la radio en el bolsillo y oigo música hasta que me toque entrar", con esta filosofía explica Clara Aliaga lo que le suponía tener que esperar, "casi tres cuartos de hora" para recoger un impreso en la delegación provincial de la Seguridad Social situada en la avenida Alfonso X el sabio de Murcia.
Las nuevas obligaciones a cumplir en materia higiénica y sanitaria también han llevado a que haya que esperar en muchas ocasiones para poder sentarse en una de las mesas de las terrazas que más de 400 establecimientos hosteleros de Murcia, así como miles en toda la Región, tienen instaladas y que gracias a la ampliación de espacios están permitiendo que capeen a duras penas las limitaciones de aforo al 40% en el interior y al 75% en las terrazas. No poder usar la barra ni los ventales que muchos locales tienen es otro de los cambos a los que los murcianos se han tenido que adaptar.
Inscribirse en actividades educativas o deportivas, acudir a espectáculos culturales, comprar el pan e incluso recoger o enviar una carta o paquete en las oficinas de Correos ya no es lo que era. "Antes tardaba cinco minutos en enviar los paquetes y ahora hay días que tengo que estar una hora esperando para que me atiendan", con estas palabras explica lo que ha cambiado su día a día Francisco Palazón, un comerciante, habitual de la oficina de Correos de la plaza Circular, la principal de Murcia, y que es un ejemplo de lo que pasa en muchas otras de la Región.
Las necesarias colas también forman parte ya de la cultura. Y un ejemplo se puede ver en los teatros municipales, que reabrieron sus puertas el pasado jueves bajo cuidadas medidas de higiene y seguridad. El primero fue el Romea con la representación de La perspectiva del suricato. Un día después, el viernes, el Teatro Circo Murcia (TCM) acogía el espectáculo de circo YOLO (You Only Live Once). El sábado, de nuevo le tocaba al Teatro Romea con la obra de Shakespeare Ricardo III.
Los espectadores también notaron los cambios. Y es que el Ayuntamiento de Murcia ha puesto en marcha un amplio protocolo que engloba medidas como la reducción del aforo y la distancia entre espectadores, el uso obligatorio de mascarilla, la dispensación de gel hidroalcohólico, la toma de temperatura en el punto de acceso y también la recogida de datos (nombre, número de teléfono y butaca ocupada) de los asistentes; una información que no se almacenará ni se usará para otro fin que no sea el de dar algún aviso si fuera necesario.
Para poner en marcha de forma correcta todas estas medidas, los teatros abren sus puertas 45 minutos antes de la representación y se recomienda a los espectadores acudir con al menos media hora de antelación para que los espectáculos puedan comenzar a la hora prevista. Otra muestra de los nuevos hábitos sociales marcados por la pandemia y que están haciendo que el mundo cambie. Y es que hacer cola ya no es algo extraordinario y lo conveniente es que tampoco estrese. Tendremos que aguantar, al menos hasta ver si la tan deseada vacuna es la vía de escape al coronavirus.
Las medidas excepcionales que se están tomando en la Región se vuelven a prorrogar una semana más, como indica la Policía Local de Murcia en su cuenta de Twitter, en la que recuerda que "la orden de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia sobre medidas frente a la covid-19 se prorroga 7 días a partir de las 00.00 horas del sábado 3 de Octubre".