MURCIA. El sector de la hostelería nunca se ha visto en una situación tan grave como la actual. Ni siquiera en la crisis de 2008, que se llevó por delante miles de empresas y millones de empleos, pudo con un sector que se convirtió en refugio para muchos. La crisis causada por el coronavirus ha provocado el pánico entre dueños de bares, restaurantes y hoteles que ven peligrar sus negocios y no es para menos: el sector se enfrenta a la desaparición de un 20% de sus empresas en 2020.
Jesús Jiménez, presidente de Hostemur, la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo, asegura que "a corto plazo, el 10% de hostelería puede cerrar", hasta 800 empresas regionales, y de "de aquí a diciembre, no me lo quiero ni imaginar. Puede ser una catástrofe", apunta.
Lo que tiene claro es que la hostelería, junto con el comercio, va a ser el sector más dañado por esta crisis. "El miedo que ha generado el coronavirus y las medidas que se están proponiendo van a alargar la recuperación. Ya hay expertos que apuntan a que el sector será un 20% más pequeño que ahora en 2021. Pero depende de lo que haga se perderán más o menos empresas", defiende.
De momento, según datos de la Consejería de Empleo, hay 2.742 empresas del sector que han presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante el estado de alarma, que afectan a un total de 15.807 trabajadores. Representan casi un tercio del total de bares, restaurantes y hoteles que hay en la Región, que asciende a 8.500 empresas.
"La palabra que mejor define la situación que estamos viviendo es desesperación", asegura Jiménez. "Desesperación de ver negocios cerrados, de pagar alquileres e impuestos sin ingresos, de que nuestros trabajadores no hayan cobrado todavía y por las perspectivas que trasmite el Gobierno", se lamenta.
El presidente de la patronal de hostelería señala que se cerró "con un mensaje de que iban a ser un par de semanas y vamos para seis. Además vemos que el desconfinamiento va a ser muy lento para la hostelería y la restauración".
Especialmente le preocupan las palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que señaló que los bares y restaurantes no podrían abrir con normalidad hasta diciembre. "Es mucho tiempo. De esa forma, nos cargamos un sector muy importante para la economía".
En la Región, quedan solamente abiertos tres hoteles refugio para dar servicio a sectores básicos que necesitan desplazarse, El Churra (Murcia), Los Abaneros (Cartagena) y Los Riscales (Puerto Lumbreras). También asegura Jiménez que han cerrado el 99% de bares y restaurantes desde que comenzó el estado de alarma a pesar de que pueden servir comida a domicilio. Pero esta opción, apunta, "es complicada para los que no disponían de esa línea cuando ya has presentado un ERTE".
Defiende que hace falta un plan para la reconversión del sector en el que se impliquen las administraciones municipales, autonómicas y estatales, que incluya ayudas fiscales "contundentes" mientras dure esta crisis así como reducir el IVA del 10% al 4%. "Es mejor no pagar impuestos y que haya empresas a lo contrario". También solicita que los ayuntamientos eximan de pagar la tasa por terrazas este año y ayudas para el pago de alquileres.
"Los políticos que tienen su sueldo asegurado deberían ponerse en la piel de un empresario son sus trabajadores sin cobrar, con gastos que asumir y sin ingresos ni perspectivas de abrir". Además, asegura que las ayudas "no llegan", ni las de la línea ICO ni las de la nueva línea Covid Cero del Instituto de Fomento, "de la que, de momento, sólo sabemos que se ha hecho el anuncio", subraya Jiménez. El acuerdo de Croem y Aválam, que asciende a 250 millones de euros para empresarios y autónomos que permite pedir préstamos a coste cero, es la única que, de momento, está funcionando, apunta.
Para el futuro del sector pide soluciones ambiciosas "porque muchos negocios se perderán para siempre. Seamos imaginativos y encontremos la forma de que podamos sobrevivir. Si queremos que la economía no pare, esto es parte de la solución". Más 300.000 empresas y dos millones y medio de empleos en todo el país dependen de ello.
Por su parte, Juan José López, presidente de Hostecar, incide en que si no llegan ayudas palpables desde todas las administraciones, el sector hostelero perderá entre un 20% y un 30% de sus locales, "a muchos les va a ser imposible abrir", asegura el representante del sector hostelero de Cartagena.
Su contundencia en las palabras refleja lo mal que lo están pasando y el estado de confusión en el que se encuentran los autónomos ante la falta de información y, sobre todo, de soporte económico. "Complicado lo teníamos al comenzar, durante las dos primeras semanas. Ahora, tras 40 días de confinamiento, la situación es crítica. Es un sector que se ve abocado, aunque suene mal, a la muerte. No hemos recibido ni ayudas ni ningún guiño por ninguna parte de la administración. Son muchas las promesas que se nos han venido haciendo, muchos estudios pero a día de hoy, la efectividad es nula. La situación es penosa y por tanto, la gente sigue muy nerviosa".
López añadía, en una entrevista en Ser Cartagena, indicaba que están afrontando la situación "con la esperanza de abrir lo antes posible", pero "siendo sincero,s sabemos que no va a ser factible. Seremos los últimos en subir la persiana y a los que más trabajo nos va costar retomar la actividad".
Añade que no les quedan claro cuáles son las reglas "de este maldito juego. Ni distancias de seguridad ni medidas sanitarias ni incorporación de plantillas. Representamos al 12% del PIB en la Región de Murcia y 40 días después estamos sin soluciones ni ayudas. La situación es crítica y además la gente dejó de consumir incluso antes del estado de alarma, al menos dos semanas antes".
Dice López que mantuvo una conversación telefónica con la alcaldesa de la ciudad portuaria este pasado fin de semana para mandarme un mensaje de tranquilidad. "Pero es normal que a los empresarios, tras tantas semanas estén tensos, se les agote la paciencia. Por eso le he pedido a Ana Belén Castejón que pase a la acción para poder desarrollar las ayudas".
Subraya que hasta el momento "solo hemos recibido gastos. Hemos tenido que pagar mantenimiento de los locales, alquileres, sueldos o incluso tirar género o donarlo. Todos son desembolsos para nuestras espalda, y ayudas cero. A este sector lo están dejando morir, cuando somos uno de los motores de este país, de la Comarca y de la Región en la que estamos. Por eso no entiendo cómo no han apostado ya por este sector tan importante".