COLECTIVO de artistas

Arte murciano en la Nave Oporto con FOD, Navarro y Fructuoso: una historia de creación y amistad en Carabanchel

18/07/2020 - 

MURCIA. Hay en el madrileño barrio de Carabanchel una antigua nave industrial textil donde se respira arte y amistad. El espacio que dejaron las máquinas y las oficinas cuando cesó la actividad de esta fábrica fue ocupado hace siete años por un colectivo de artistas que adoptó el nombre de Nave Oporto (en alusión a esta zona situada en Carabanchel Bajo). Cada uno de estos creadores tiene su propio espacio donde poder llevar a cabo sus trabajos de forma individual; pero, al mismo tiempo, comparten un sentimiento de grupo, hablan un mismo lenguaje -aunque se expresen con diferentes estilos y técnicas- y han establecido entre ellos sinergias, afinidades y conexiones. Además, al mediodía se sientan juntos a la mesa, como una familia. Esto no dejaría de ser un proyecto de convivencia y trabajo artístico de lo más interesante, pero es que, además, entre los diez artistas que forman el colectivo se encuentran tres reconocidos artistas murcianos: FOD, Sonia Navarro y Miguel Fructuoso

El décimo y último en incorporarse a Nave Oporto fue, precisamente, Fructuoso, que cuando hace más de un año se marchó a Madrid buscó un estudio en Carabanchel, convertida en una de las zonas más atractivas para los creadores de la capital. Y aunque el colectivo había manifestado en alguna entrevista que no pensaban aumentar la familia, acogieron a Miguel con los brazos abiertos. No en vano, FOD y Navarro, miembros fundadores, "son como hermanos para mí", cuenta el pintor murciano, que no puede estar más contento con este espacio de creación artística, donde "siempre hay mucho movimiento, ya que es frecuente que nos visiten otros artistas o gente a ver la obra".

'Contaminación' entre diez artistas potentes

FOD. Foto: Nave Oporto (Óscar del Pozo)

"Somos todos artistas potentes y, aunque cada uno tenemos nuestro trabajo individual, compartimos muchas cosas, nos contaminamos, y eso resulta muy enriquecedor", explica Fructuoso sobre este grupo compuesto también por Irma Álvarez-Laviada, Elvira Amor, Nicolás Combarro, Marta Corsini, Miki Leal, Beatriz Ruibal y Santiago Ydáñez: creadores de procedencia diversa y con una personalidad artística muy marcada -que abarcan desde la pintura, la escultura, la fotografía o los textiles-, que han conseguido crear una comunidad multidisciplinar.

Con esta forma de trabajar, además, el artista no está condenado a la soledad del estudio. "He pasado tantas horas solo trabajando...", recuerda Fructuoso, quien destaca el momento de convivencia de la comida con los miembros del colectivo. "Uno puede llegar antes o después por la mañana, pero a la hora de comer estamos todos". Y es que la nave cuenta con cocina para que los más 'cocinillas' del grupo preparen el condumio. "Cada uno contribuimos de distinta forma; a mí estos días, por ejemplo, me toca regar las plantas", comenta, asegurando que lo que se respira en esta nave es una auténtica hermandad basada en una amistad para nada impostada. "Nos hemos elegido", afirma.

Además de los diez componentes del colectivo Nave Oporto, ubicado en la planta baja de la nave -que además suele acoger a algún artista residente-, el edificio cuenta con otros inquilinos, también artistas, en la planta primera, con los que hay "muy buen rollo" y con los que realizan algunos proyectos conjuntos, como es el  Carajillo Visit, un brunch que organizan con Mala Fama dentro del calendario de ARCO. "Hay muy buena vecindad entre nosotros", afirma el pintor murciano.

El papel solidario del artista

Sonia Navarro. Foto: Nave Oporto (Óscar del Pozo)

Una de las últimas iniciativas del colectivo Nave Oporto ha consistido en la venta de obra de todos sus artistas, a un precio muy por debajo del habitual, para destinar la mitad de lo recaudado a la Despensa Solidaria de Carabanchel, que está llevando a cabo una gran labor en este barrio madrileño durante la crisis provocada por el coronavirus. 

Recuerdan que la última Bienal de Venecia anticipaba: "Puede que vivas tiempos interesantes, como un augurio de lo que el futuro nos tenía preparado. Interesantes o no, lo que parece claro es que nos enfrentamos a situaciones inesperadas y extraordinarias ante las que nos vemos obligados a reaccionar", dice el colectivo, que también reflexiona sobre el papel que debe desempeñar el artista en la sociedad.

    


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