MURCIA. La multinacional murciana Symborg está de doble enhorabuena, ya que ha inaugurado su nueva planta en Alhama de Murcia y también ha lanzado al mercado 'Balius', un nuevo bioestimulante, anotaron desde la compañía en un comunicado. La empresa duplicó la plantilla recientemente a pesar de la pandemia.
La nueva fábrica de Symborg está ubicada en Alhama de Murcia, en un terreno industrial de 40.000 m2 y ha contado con una inversión total que asciende a los 28 millones de euros. Esta planta de hidrólisis, diseñada bajo medidas de economía circular, residuos cero y eficiencia energética, evitará la emisión a la atmósfera de aproximadamente 100 toneladas de CO2 al año. Esta nueva planta de hidrólisis está diseñada para la fabricación de productos sostenibles para la agricultura, como biofertilizantes, bioestimulantes y biocontrol.
"La nueva fábrica nos permite alcanzar el modelo 360 que siempre hemos querido. El propósito de Symborg es ayudar en la transformación del modelo agronómico actual. Nacimos innovadores y sostenibles y, gracias a esta nueva inversión, podemos aplicar estos principios también en la fabricación", declara Jesús Juárez, socio fundador y CEO de Symborg.
El primer producto producido en esta recién inaugurada planta de hidrólisis es 'Balius', que aporta una dosis extra de energía en los momentos que el cultivo más lo necesita. "'Balius' es una nueva fuente de energía para desatar el potencial de los cultivos, por ejemplo, en momentos de máxima exigencia nutricional del cultivo o en períodos de estrés abiótico", explica Juárez.
Gracias a su exclusivo proceso de fabricación, basado en una doble hidrólisis biológica,' Balius' es un producto nutricionalmente completo, fuente de nitrógeno orgánico, estable, homogéneo y libre de impurezas. "Destacamos las cualidades de completo, estable y homogéneo, porque son grandes valores añadidos para el agricultor que no son fáciles de encontrar en los productos de hidrólisis", concluye Juárez.
El evento de lanzamiento, celebrado de manera digital este jueves, giró en torno a la pregunta “¿Qué tienen en común un agricultor y un deportista de élite?”. La encargada de dar la respuesta fue Lydia Valentín, triple medallista olímpica de halterofilia. La atleta destacó que “los deportistas de élite y los agricultores tenemos en común la constancia, la entrega y la superación. Un trofeo puede ser una medalla y un trofeo también es una buena cosecha. Pero, al final, la verdadera recompensa es sentirse orgulloso de lo que uno hace”.