MURCIA. Croem dice adiós al que ha sido su presidente durante los últimos diez años. José María Albarracín, que ha ejercido de cara visible de los empresarios murcianos desde el 15 de noviembre del 2013, se despedirá de la patronal el este jueves, 20 de junio, tras 127 meses en el cargo, el equivalente a 3.870 días. Será entonces cuando tendrá lugar la sustitución durante la Asamblea General que tendrá carácter electoral y que supondrá el nombramiento por aclamación de Miguel López Abad, cerrando así una etapa en la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia y abriendo otra nueva.
Han sido varios los acuerdos alcanzados durante esta última década, donde el propio Albarracín destacaba por encima del resto los avances en simplificación administrativa, según especificaba en una entrevista concedida a Murcia Plaza. No en vano, ya se han aprobado tres leyes "que han reducido sustancialmente la tramitación", y se están ultimando los detalles de una cuarta con el objetivo en mente de realizar el anuncio precisamente en la Asamblea del 20 de junio. No obstante, aún resta trabajo por realizar y no existe la certeza de que se pueda cumplir este plazo.
Siguiendo la estela de la negociación con el Gobierno regional, otro momento relevante fue la aprobación de la Ley de Participación Institucional aprobada con Pedro Antonio Sánchez al frente del ejecutivo, que contempla partidas presupuestarias con asignación nominativa a organizaciones como Croem. Asimismo, también subraya la reducción de la presión impositiva, suprimiendo los impuestos de donaciones y sucesiones hasta el tercer grado y eliminando varias tasas locales y autonómicas.
Otro de los aspectos destacados de su gestión ha sido el diálogo social, pues se han alcanzado acuerdos con los sindicatos como el empleo de calidad y la salud y la seguridad laboral. A esto habría que sumar el desbloqueo de algunos convenios que estaban atascados, como el de la hostelería, aunque aún quedan retos pendientes en este ámbito como es el caso de la sanidad privada.
Además, durante esta última década se ha producido la inauguración del aeropuerto de Corvera y la llegada de la Alta Velocidad a Murcia, dos hitos altamente esperados que finalmente no han tenido el impacto deseado. En este sentido, Albarracín apunta a la llegada de la competencia para lograr una mayor oportunidad de conexiones y mejorar las rutas, y demanda una mayor apuesta por el turismo para lograr que remonten las cifras de viajeros del aeródromo.
De hecho, precisamente la lucha por la mejora de las infraestructuras es lo que más pesa al todavía presidente de la patronal en su salida, especialmente tras el carpetazo del Ministerio de Transición Ecológica al proyecto de El Gorguel. No obstante, se trata de un episodio que, lejos de estar cerrado, tendrá aún recorrido en los tribunales con el apoyo de Coec.
Albarracín, que llegó a la Presidencia de la confederación en 2013 tras imponerse en las elecciones al entonces presidente de Coec, Pedro Pablo Hernández, por el 74% de los votos, se ha posicionado como un firme defensor de la limitación de mandatos. De hecho, fue quien cambió las normas de Croem para establecer en ocho años el tiempo máximo que podía estar una persona al frente de los empresarios de la Región.
No obstante, tras cumplir este plazo al renovar su liderazgo en marzo del 2018, finalmente sí añadió una prórroga de otros dos años para evitar un relevo en la patronal mientras duraban los efectos de la pandemia de coronavirus: "Recuerdo perfectamente en el momento en el que sucedió. Fue cuando iniciábamos la pospandemia pero teníamos la amenaza de tener todavía la pandemia encima, que aún no se había acabado. Hubo una petición unánime de la junta directiva que decía que no era el momento de salir y aquello lo comprendí perfectamente", rememora Albarracín.
Ahora, el empresario entiende que es el momento de dejar el paso a la siguiente generación y completar un cambio de etapa coincidiendo también con la jubilación de José Rosique y el nombramiento de Ramón Avilés como secretario general a comienzos de año. Por tanto, Croem contará con nuevos perfiles para seguir realizando su labor y Albarracín dispondrá de más tiempo para atender su empresa y sus aficiones, pues descarta cualquier posibilidad de seguir dentro del tejido empresarial regional o nacional.