MURCIA. Inquietantes rostros que aúnan los patrones expresivos de personas reales experimentando un orgasmo y al mismo tiempo el rictus mortis de otras que fueron asesinadas por narcotráfico. Esa mezcla de placer y dolor creada con Inteligencia Artificial (IA) conforma La petite mort, una de las series que el internacional fotógrafo Joan Fontcuberta reúne en la exposición Nemotipos, que inaugurará este jueves (20 horas) en la Sala Verónicas de Murcia. Con ella, el único español ganador del premio Hasselback -el Nobel de fotografía- se enfrenta al siempre difícil espacio de esta iglesia desacralizada. Lo hace con la ayuda de Sema D'Acosta como comisario, quien "me ha mostrado formas de interpretar mis obras que hasta a mí me han sorprendido". Y es que "los trabajos que solo colman las expectativas del autor se quedan cortos", señalaba este miércoles el artista catalán durante la presentación de la exposición, junto a la consejera de Cultura, Carmen Conesa.

Fontcuberta se muestra muy satisfecho con el montaje Nemotipos, que recoge el último lustro de trabajos del fotógrafo en los que ha recurrido a la Inteligencia Artificial, siendo la primera vez que se podrán ver en un mismo espacio ocho de sus series de imágenes generadas por algoritmos, softwares específicos o IA. "Pocas veces puedo decir que un montaje va tan como la seda como ahora", señala, al tiempo que recuerda que ya hace treinta años inauguró una muestra en el vecino Palacio Almudí. Cabe señalar, además, que los murcianos tendrán Fontcuberta por partida doble, ya que este jueves también inaugura OYM (Orquideas y Macarras) en la galería T20 de Murcia, otra interesante visión del fotógrafo sobre lo 'monstruoso'.

Sobre esta exposición de Verónicas, ha asegurado la consejera que "se trata de la más completa e importante exhibición del trabajo de Fontcuberta que se ha realizado en España en los últimos años, en la que se reúnen ocho series, tanto las que ha hecho en los últimos cinco años sirviéndose de la inteligencia Artificial, como otras que se remontan varias décadas y en las que ya generó imágenes sin el uso de cámaras e, incluso, sin intervención humana, demostrando que es un adelantado a su tiempo".

Nemotipos supone una reflexión sobre la evolución de la fotografía, sosteniendo Selma D'Acosta que estamos inmersos en la tercera revolución visual, tras la que se produjo en 1400, en el Renacimiento, con la bidimensionalidad y la perspectiva, y en el XIX con la aparición de la fotografía, que derivó en la aparición del impresionismo (el pintor ya no tenía que retratar la realidad tal y como era). El artista catalán -quien vuelve a ofrecer una "mirada crítica a lo monstruoso", teniendo en cuenta que para él es "aquello que se escapa de la norma"- sostiene que actualmente "la imagen ya no cuenta el mundo, sino que se ha convertido en un lenguaje".

En este sentido, asevera que "las fotografías, que antiguamente eran recuerdos sacrosantos, ahora son vanales, como las palabras que utilizamos". Y es que en este nuevo estadio, "las imágenes generativas suponen una condensación de la cultura visual que ha exisitido hasta ahora". Recuerda, en este sentido, que en solo un año y medio uno de estos programas de IA ha realizado 20 millones de imágenes, más que en 200 años de fotografía.

"Ahora hay una diarrea de imágenes y por consiguiente van a producirse imágenes invisibles, que no valen", añade Joan Fontcuberta, quien considera que los artistas tienen la responsabilidad de educar al público en este tipo de imágenes, "para que no nos convirtamos en sus subditos, sino en soberanos de su funcionalidad".

Una muestra profiláctica

Nemotipos, apunta, es "una exposición profiláctica", que reflexiona y plantea la cultura visual que nos espera. Porque, como afirma, "vivimos en un mundo en el que las imágenes crean mundos y estados de conciencia", recordando que "una causa sin imágenes es una causa pérdida".

Así, la exposición reúne los trabajos de la línea de investigación iniciada por el fotógrafo en los 90, relacionada con las correspondencias entre lenguajes más allá de lo visual y la creación de imágenes sin referentes, sin cámara ni dispositivos ópticos. De hecho, para Joan Fontcuberta la fotografía es un instrumento de pensamiento que ensancha la cultura visual, un ámbito poroso y en incesante cambio adaptado al imaginario de cada espectador.

Cabe destacar que en el trabajo del fotógrafo hay una constante preocupación sobre las posibilidades de lo fotográfico al margen de la toma, medios de registro, aparatajes técnicos o enfrentamientos tecnológicos entre lo analógico y lo digital, estando más próximo a disciplinas vinculadas con las ideas, lo sociológico, la comunicación y la semiótica que a las bellas artes.

Entre las series que se podrá ver en la Sala Verónicas están las que ha realizado en los últimos cinco años aplicando una tecnología GAN -Generative Adversarial Networks- y procesos de 'machine learning', primero en co-autoría con Pilar Rosado como son La petite mort de 2020; Frenografías de 2021; y Déjà-Vu entre 2021 y 2023; y más recientemente, De rerum natura de 2023 y Freak-Show II del presente año, ya sin la cooperación de Rosado. Además de estas series, también se podrá ver proyectos de hace unas décadas como Topofonías (1993-95), Orogénesis (2002-2006) o Googlegramas (2004-2010) en los que ya empleó algoritmos o softwares específicos.

La fotografía y sus orígenes

Con las series recogidas en Nemotipos, Joan Fontcuberta remite al origen de la fotografía. Al igual que en los comienzos del lenguaje fotográfico aparecieron calotipos y daguerrotipos, ahora la Inteligencia Artificial está creando 'nemotipos', imágenes sin referentes, donde 'nadie' (nemo en latín), ninguna persona, interviene. 

Con los 'nemotipos' -término al que Fontcuberta le augura un largo recorrido- se insiste sobre el peligro de que un elemento ajeno a lo humano logre concebir imágenes espontáneas. En esta tercera revolución de lo visual entran en juego factores más complejos como la Inteligencia Artificial y los algoritmos que marcan una realidad híbrida condicionado por lo digital, Internet y las redes sociales.

Cabe resaltar que la exposición va acompañada de la edición de una de las monografías en torno al trabajo de Joan Fontcuberta más relevantes de su trayectoria. Incluye textos y ensayos de especialistas de la imagen como Juan Martín Prada, Sema D’Acosta y el propio Joan Fontcuberta. De forma especial, se añade también un relato de ficción inédito, creado para la ocasión, del escritor Miguel Ángel Hernández.

Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) es artista visual, investigador, comisario, ensayista y divulgador especializado en fotografía. Su trayectoria se prolonga por más de cinco décadas, una carrera que comienza en 1973 con su primera muestra individual en la galería Spectrum de Barcelona. En este tiempo, ha desarrollado proyectos y exposiciones en infinidad de países, siendo uno de los autores españoles de mayor proyección internacional. Su obra se encuentra en destacadas colecciones internacionales como la del MoMA de Nueva York, Centre Pompidou de París, el FNAC de París o Museo de Bellas Artes Buenos Aires, entre otras muchas.