CARTAGENA. "Quizás es el momento en el que Vox Cartagena ha de plantearse si le interesa participar de todo esto", decía el secretario general de MC Cartagena, Jesús Giménez Gallo: "suelen decir -desde Vox- que están aquí para depurar responsabilidades y limpiar la gestión pública", añadía el representante del partido cartagenerista. "El Gobierno de Arroyo tolo lo que hace intenta pasarlo por un contrato menor para evitar filtros", concluía el líder de la oposición.
En su denuncia, por lo que considera un hábito cada vez más frecuente, el troceamiento de grandes contratos en otros menores, Giménez Gallo sacó a colación el pacto PP-Vox fraguado a finales del pasado año y que ha dado la estabilidad para toda la legislatura, que Noelia Arroyo necesitaba para sacar adelante su proyecto hasta 2027. Antes de que se produjera, incluso antes de la sesión de investidura de la alcaldesa del Partido Popular, Giménez Gallo hizo un guiño a los partidos de la oposición para hacer frente común a la actual regidora municipal, pero PP, Vox y PSOE era una fórmula difícil de cuadrar, tal y como se pudo comprobar.
Ahora, el representante del partido cartagenero ha tratado, con sus palabras, que se produzca una reflexión dentro de los verdes de Cartagena liderados por Diego Salinas pero con Gonzalo Pretel como portavoz municipal. Una posible grieta en el pacto Partido Popular y Vox es un beneficio para la oposición y ahí es donde el secretario general de MC ha puesto el ojo. Recordemos que hace tan solo una semana se produjo la primera desavenencia de Vox Cartagena a una concejalía del Partido Popular, a cuenta de unas banderas trans que se colocaron en una rotonda a la entrada de Cartagena. Dos días después estas banderas habían sido retiradas.
Si bien, el comportamiento de los concejales de Vox Cartagena hasta el momento ha sido el de completa colaboración con sus compañeros de viaje, está claro que la oposición quiere agitar este entendimiento haciendo ver, o queriendo hacer ver a los ‘verdes’ que aquello que predicaban que no harían lo sufren ahora desde el Gobierno.
La oposición sabe que en otros municipios las diferencias entre Partido Popular y Vox han beneficiado a un tercero -véase en Cieza, por ejemplo-, por lo que sembrar de dudas la gestión de los que gobiernan y apelar a la necesidad de recapacitar, retroceder y denunciar es una fórmula que, en algunos casos, puede dar sus resultados.
Por el contrario, Noelia Arroyo supo navegar en un pacto tripartito la pasada legislatura con socios tan dispares como Ana Belén Castejón y Manuel Padín. Aunque a posteriori han salido a la luz sus diferencias en determinados asuntos y su particular manera de actuar, lo cierto es que la oposición pocas opciones tuvo de meter baza en esa legislatura como ahora se vislumbra que puede suceder otra vez.
Arroyo se lo ha puesto muy cómodo a sus compañeros de gobierno para que las divisiones sean mínimas, el reparto de concejalías parece complacer incluso a aquellos concejales que apenas hacen otra cosa que salir en las fotos, asistir a actos oficiales o departir cada mañana durante el desayuno en el bar junto al Palacio Consistorial.
Nada hace indicar, por mucho que desde MC Cartagena quieran meter el dedo en el ojo, que Vox Cartagena se plantee otra cosa que seguir respaldando la gestión de la alcaldesa.
