MURCIA. La presión política fue insoportable. No pudo más y dio el paso que había rechazado sólo horas antes: renuncia. El consejero de Salud, Manuel Villegas, presentaba su dimisión tras el escándalo que ha acarreado que se conociera que se ha vacunado contra la covid-19. Fue el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, quien anunciaba la salida del consejero. "Es probablemente la comparecencia más difícil que doy en lo político y en lo personal", admitió el jefe del Ejecutivo regional, que ofreció en el Palacio de San Esteban una declaración institucional, sin preguntas, con la presencia del propio titular de Salud. "Me acompaña una buena persona y un buen amigo que acaba de presentarme una renuncia. Me toca decir adiós a un hombre admirable y una persona extraordinaria", afirmó López Miras.
Emocionado y temblando, al borde del llanto, el consejero tomaba la palabra y daba las gracias al presidente por la oportunidad de participar en política. "Créanme si les digo que me hubiera gustado irme con la pandemia acabada, pero con tanto ruido es imposible", dijo, con la voz entrecortada. Por la mañana, el consejero se había negado a apartarse y sostenía que "había hecho lo correcto". Lo mantuvo ante los periodistas y lo defendió ante la Asamblea Regional. Sólo poco después, a las seis de la tarde, cuando el terremoto que sacudió la política murciana acumulaba ya horas en las televisiones nacionales, Villegas hacía pública su dimisión.
El consejero, junto con otros altos cargos de la Consejería de Salud y centenares de funcionarios del Servicio Murciano de Salud, se vacunaron la pasada semana, en contra del protocolo del Ministerio de Sanidad, que deja claro que en la primera etapa se vacunaría a las personas que desempeñan su labor en "los centros sanitarios y sociosanitarios", como son los residentes, los empleados de las residencias y el personal que trabaja en la primera línea. El propio Villegas, sin embargo, justificaba que se había puesto la primera dosis por su condición de médico -es cardiólogo en excedencia- y argüía que los altos cargos que se vacunaron lo hicieron "para evitar brotes", pues, adujo, "el equipo directivo forma una parte esencial dentro de la gestión de la pandemia".
La noticia de la vacunación había levantado toda una polvareda de críticas, hasta el punto de que creó una crisis en el seno del Gobierno regional. La portavoz del Ejecutivo, y líder de Ciudadanos, exigía la destitución de Villegas. "A los consejeros no nos corresponde vacunarnos todavía y es muy importante que seamos ejemplares", recriminaba Ana Martínez Vidal en la misma noche en la que saltó la noticia. Al día siguiente, el consejero se defendía públicamente y se negaba a dejar el cargo aunque sí pedía disculpas "de corazón" a quienes se han sentido "ofendidos o decepcionados".
El hombre que fue el rostro de la lucha contra la pandemia, especialmente en la etapa del confinamiento con comparecencias diarias casi ininterrumpidamente, ponía así fin a su carrera política, que comenzó en 2017, elegido por López Miras, sin pasado político y con un perfil independiente. "Llegué un día casi por sorpresa a la Consejería, sin experiencia ni militancia política, dispuesto a aportar mis conocimientos profesionales", rememoró Villegas, que agradecía el apoyo "incondicional" de Miras estos años.
El titular de Salud, en su adiós, volvió a hacer hincapié en los motivos que le llevaron a vacunar a todos los profesionales de la Consejería de Salud y los funcionarios del SMS (466 trabajadores) que así lo solicitaron. "Todos estaban frente a la pandemia. Una vez que vacunamos a los residentes y a los trabajadores de la primera línea, interpretamos que todos debíamos vacunarnos como grupo 3 del protocolo del Ministerio, con la convicción de que se ha hecho lo mejor y de que no podíamos excluir a nadie en función de la categoría o del tipo de contrato", argumentó. "Todos somos necesarios en la lucha contra la pandemia".
"Esta actuación no ha sido así entendida por una parte de la sociedad. Es un hecho que respeto y por lo que he pedido públicamente disculpas y se ha convertido en un motivo de enfrentamiento político. Creo que es momento de reencontrarme y volver a trabajar en aquello que siempre me ha motivado, que es la Cardiología", aseveraba. "Créanme si les digo que me hubiera gustado irme con la pandemia acabada, pero con tanto ruido esto es imposible. Necesitamos estar todos juntos sin fisuras", concluía, emocionado, "para vencer a la pandemia en estos meses que nos quedan". Y terminaba con una arenga: "Ánimo, que tenemos trabajo".
Miras, por su parte, calificaba como "ejemplar e intachable" la gestión del consejero. El presidente elogió la figura de su hasta ahora compañero, con quien ha combatido la covid-19 al frente de la Comunidad. "Gobernar es tomar decisiones y pueden ser acertadas o no. Lo que ha ocurrido es puro estilo Villegas: si algo es necesario desde el estricto criterio sanitario, se hace". El consejero, añadió Miras, "siempre ha antepuesto el interés general al propio, ha sido ejemplo de entrega e integridad, sin entender de festivos ni laborables, de días o noches". Y agregaba: "Ni siquiera en los momentos más difíciles en lo personal, que desgraciadamente los ha habido, ha abandonado su trabajo para salvar vidas, para que todos nos sintiéramos seguros, y lo estamos".
El presidente apeló a pasar página. "El debate acaba de terminar", declaró, en una referencia implícita a toda la polémica que ha generado la vacunación del consejero. Hasta ministros y vicepresidentes se han pronunciado sobre el asunto. La crisis política llega, además, en plena tercera ola, con las peores cifra de toda la pandemia en la Región de Murcia. Por eso Miras insistía: "Hay cosas más importantes que la política en este momento", que "no es de pelearse, sino de remar juntos, y no podemos hacer que el mensaje se distorsione". Y apostillaba: "No voy a entrar en el juego político. No voy a preguntar lo que han hecho otros. Sí espero que la vara de medir sea igual para todos".
Para el máximo mandatario regional, "la política necesita personas como él, pero, por desgracia, no es político". Y finalizaba: "Su capacidad de trabajo es la de un perfil independiente. Hoy estamos más seguros gracias a él, pero toda esa gestión desgraciadamente pasa a un segundo plano, pues se juzga la actuación política".