MURCIA. Hasta 2008 la inversión en vivienda para destinarla al alquiler era considerado una apuesta segura. Luego, la burbuja inmobiliaria acabó por explotar, devaluando así el valor de este tipo de propiedades. En cualquier caso, los vaivenes del mercado inmobiliario han provocado que más de una década después de aquel suceso traumático este sector vuelva a encontrarse en un momento dulce, con una demanda superior a la oferta. Por tanto, ahora que la inflación provoca una pérdida de valor continuada del dinero ahorrado en el banco, los inversores vuelven a mirar con deseo la posibilidad de resguardar sus activos en la vivienda para alquilar.
Al fin y al cabo, incluso ante lo elevado de la inversión y el largo plazo requerido para recuperarla, se trata de una de las apuestas más seguras que se pueden hacer en materia de inversión, pues la crisis energética agravada por el conflicto de Ucrania ha generado una situación económica convulsa donde no resulta nada fácil mover el dinero: "Estamos notando que la gente busca guardar su dinero en los pisos para alquilar", señala a Murcia Plaza Julián Tomás López, socio de Abad Grupo Inmobiliario.
De hecho, esta tendencia ya comenzaba a surgir antes de comenzar siquiera la pandemia, tal y como explica Jerónimo Jover, responsable del departamento CDE (Comunicación, Datos y Estudios) del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de la Región de Murcia: "Con una economía que empezaba a estar boyante era muy típico que el pequeño ahorrador invirtiera en una vivienda (que muchas veces acabaría siendo para alguno de sus hijos pequeños), para alquilarla: el alquiler pagaría la hipoteca y, con el tiempo, se tendría una inversión".
Al fin y al cabo, la demanda ya estaba empezando a superar a la oferta, y resultaba sencillo encontrar inquilinos que dieran salida a esa casa en alquiler. Sin embargo, según Jover, esta oferta ha quedado aún más reducida como consecuencia de las medidas tomadas por el Gobierno central: "Los fondos de inversión pasaron al mercado de la venta muchos grandes paquetes que tenían preparados para el alquiler.
En cualquier caso, lo cierto es que el 95% de los compradores de vivienda como inversión para alquilar son pequeños compradores, mientras que el sector empresarial solo ocupa el 5% restante.
Tiempo atrás, también los bajos comerciales se habrían beneficiado de la necesidad de refugiar el dinero en inversiones para evitar que este pierda valor, pero lo cierto es que este activo se encuentra en sus horas bajas como consecuencia del auge del comercio online, y tan solo los 'locales prime' del centro de la ciudad aún cotizan al alza. De hecho, ya es una tendencia habitual reconvertir los bajos de los edificios en vivienda para alquilar en vez de ser destinados a uso comercial.
De acuerdo con el portal inmobiliario pisos.com, la rentabilidad de las viviendas de alquiler en la ciudad de Murcia es la más alta del país durante el primer trimestre de 2022 con un 7,5%, mientras que en el resto de la Región, los beneficios de poner en alquiler una vivienda llegan al 6,43%, justo en la media del país para este mismo periodo de tiempo, una muestra del potencial que puede tener este tipo de bienes. Por su parte, también los precios han experimentado un crecimiento notable en lo que va de año.
Más allá del alquiler, lo cierto es que todo el sector de la construcción en la Región vivió un esprint en un final de 2021 en que se quitó los nubarrones que se cernían sobre él. Los datos de compraventa, precio, confianza del comprador e incluso los años de sueldo íntegro que hay que dedicar a pagar la vivienda mejoraron.
Las compraventas totales subieron un 30% con respecto a 2019. Llegando a 23.663 frente a las 18.213 totales que hubo en el año previo a la pandemia. Así lo recogen los datos oficiales del Ministerio de Vivienda en su estadística trimestral, que también reflejan que la rentabilidad creció un 25%. Pasando de unos ingresos de 1.863 millones en 2019 a 2.331 millones, con un incremento de 468 millones. De hecho, también el inicio de este 2022 muestra la pujanza del sector, que está llamado a ser protagonista en la recuperación de la economía regional.